Con la intervención al grupo Vicentín y un proyecto de ley de expropiación, el gobierno promete rescatar a una empresa productiva de la quiebra a la que fue llevada por sus dueños.
Promete rescatar también los créditos financieros concedidos por bancos oficiales y los comerciales de los proveedores, mediante los resultados de la explotación a cargo de una empresa mixta público-privada. En este caso se estaría comprometiendo, aunque no lo dice, a rescatar al grupo que produjo la quiebra, al elevar la cotización de los activos de la quiebra, o sea pagando indemnizaciones como si se tratara de un caso de "utilidad pública".
Es claro la fraseología de la empresa-pública privada encubre el rescate del grupo, o conduce a ese rescate. La expropiación debe ser sin indemnización, y debe incluir los otros patrimonios del grupo propietario.
Es incorrecto que la expropiación asegure la ‘soberanía alimentaria’, o sea alimentación barata. Para eso debería eliminar la renta del comercio exterior, mediante un impuesto extraordinario a las ganancias. Esto perjudicaría a la empresa público-privada que dice querer, y va en contra de los acuerdos que se apresta a firmar con los fondos internacionales y el FMI.
Confiesa, vale la palabra, el propósito de generar un flujo seguro de fondos en dólares por medio la nueva empresa, pero toda Argentina sabe que sería para pagar la deuda usuraria impagable. Las empresas públicas no estatales, como es el caso, son empresas capitalistas que, como todas las demás, quieren baja de salarios, precariedad laboral, pasantías y liquidar el sistema previsional
La asociación con YPF significa el intento de levantar una empresa quebrada, por razones conocidas, y por lo tanto a sus accionistas internacionales.
Estas contradicciones muestran que el gobierno está improvisando, intentando salir de cualquier modo de una crisis que no ha previsto, a un mayor costo para la población y los trabajadores.
Nuestra posición:
La intervención debe contar con la presencia de delegados de Vincentin y de YPF
La expropiación, sin pago, debe incluir los patrimonios de los propietarios hasta la cancelación de los créditos recibidos
Las estatizaciones aisladas tienen limitaciones insalvables, porque deben lidiar con un entorno económico monopólico e internacional. El comercio exterior debe ser nacionalizado en su totalidad.
El propósito de asegurar para el Tesoro un flujo de fondos mediante una empresa exportadoral estatal-privada, es una garantía adicional a los fondos internacionales titulares de la deuda externa, y está al mismo tiempo en contradicción con ese objetivo, porque los Vicentín son los clientes de esos fondos internacionales. El anuncio de un objetivo estratégico detrás de una medida aislada, es una demostración inequívoca de un gobierno sin rumbo.
El desconocimiento de la deuda externa, enteramente usuraria, y el instrumento de una mayor explotación social, debe ir acompañada por un plan económico integral, votado en un Congreso de Trabajadores.
Para comunicarse: Jorge Altamira 15 4423 7873 Marcelo Ramal 15 5690 1943
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