En el transcurso de la última semana hemos asistido, una vez más, a un nuevo ciclo de denuncias por parte de los servicios de inteligencia.
Una de esas denuncias es la que hace a las tareas de espionaje realizada sobre casi quinientos periodistas y organizaciones políticas a los cuales se le confeccionaron fichas personales de dirigentes y militantes. El escándalo se dio a conocer por medio de la entrega de un pendrive de parte de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño. El adminículo habría sido hallado en las oficinas de la AFI y fue entregado en el juzgado de Marcelo Martínez De Giorgi. El mismo juez tiene a cargo varias causas contra CFK, en las cuales el espía y vertebrador de la ex SIDE, Jaime Stiuso, fue testigo clave.
En el año 2012 explotó el escándalo del Proyecto X, un programa de infiltración de gendarmería en movilizaciones obreras. A la luz de las denuncias impulsadas a raíz de las distintas infiltraciones, la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, expuso que el proyecto había sido organizado en el 2002 bajo el gobierno de Eduardo Duhalde, el mismo que se cobró las vidas de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán y dejó a decenas de heridos en la masacre de Avellaneda. El Proyecto X sería revalidado, según la Ministra Garré, en 2007.
Cambiemos
Durante el gobierno PRO-radical, la dupla Macri-Bullrich se abocó a reforzar el aparato represivo para lanzarse a la persecución de opositores políticos K en su estrategia de polarización. Mientras pasaban a represión la contrarreforma jubilatoria fuertemente combatida por el movimiento obrero tras lo que se procesaron a luchadores como Arakaki, Dimas Ponce y Romero que hoy está encarcelado y para quién exigimos su inmediata liberación.
Los carpetazos de la mano del poder judicial con testigos como el espía Jaime Stiuso disparando contra CFK se pusieron a la orden del día. Pero Stiuso no fue un espía macrista. Fue un hombre que, al servicio del poder de turno, se ocupó durante cuatro décadas de sostener el régimen "democrático" desde el espionaje. Fue parte del aparato de inteligencia de Néstor Kirchner quien lo puso a "trabajar" con el fiscal Nisman en la causa AMIA mientras ambos se dedicaron a refritar información que les pasaba la CIA.
El aparato de Inteligencia fue utilizado por Bullrich para vigilar a la familia Maldonado tras el asesinato de Santiago a manos de la Gendarmería. Al mismo tiempo formas de ciber patrullaje terminaron con la detención de personas por posteos contra las políticas cambiemitas.
Fernández-Fernández
Cómo se verá el ciber patrullaje como método de "control del humor social" levantado y luego negado por la ministra de Defensa, Frederic, tampoco es novedad.
El gobierno de Alberto Fernández parece tener la necesidad imperiosa de "controlar el humor social" y crear una polarización distraccionista que ataque a Macri, pero que deje a resguardo a Larreta, que es parte del trío en conferencias de prensa pandémica. AF, por un lado, se ve atravesado por una crisis sanitaria sin precedentes bajo la pandemia Covid-19 que se convirtió en un catalizador de una crisis económica y social que aún no ha tocado fondo. Por el otro, las negociaciones de la reestructuración de la deuda están llegando a momentos cruciales y el gobierno está empeñando las arcas nacionales con tal de pagar a cualquier costo.
En este marco aparece esta sucesión de "nuevos" escándalos de espías del cual la inteligencia sobre periodistas y dirigentes políticos es sólo una punta.
Conclusiones necesarias
El espionaje es el motor del Estado capitalista, que vigila al conjunto de la población bajo el control de los diferentes gobiernos de turno que manejan los hilos de esta maquinaria profesional de persecución y aprietes.
Mientras se reclama la apertura de sus archivos (tanto los de la dictadura como los de la democracia) es necesario no depositar ninguna expectativa en que sea el mismo Estado burgués quien desmantele los servicios de inteligencia. Esta tarea sólo puede ser llevada a cabo desmantelado al conjunto del Estado capitalista, por lo tanto, dirigida por un gobierno de trabajadores.
Ana Belinco
10/06/2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario