miércoles, 30 de enero de 2013

La policía rosarina no para



Una policía que recuerda a la bonaerense: corrupción, connivencia con redes de narcotráfico y encubrimiento de sectores políticos que durante años tejieron un fino trabajo de alianzas. Zonas liberadas e ilegalidad.

Una ciudad de espalda al río, la otra mirando cómo de desangra. La policía rosarina en términos de corrupción es comparable a la bonaerense, considerando otra escala en el accionar: ha dado cuenta de una tela de corrupción y connivencia con la red del narcotráfico y del encubrimiento de los sectores políticos que durante años han sabido tejer un fino trabajo de alianzas. La práctica de cómo liberar zonas, encubrir y actuar en la impunidad.
Rosario sigue matando pibes que “engrosan” los números de muertes en lo que va del año. En la madrugada de ayer, un joven fue asesinado a balazos y otros dos sufrieron heridas en un ataque llevado a cabo por dos personas -bajaron de un auto particular, presuntamente un Peugeot 206 o un Volkswagen Gol, con vidrios polarizados- y les dispararon a quema ropa 35 tiros en la zona sur de Rosario, en la intersección de las calles Santa Rosa de Lima y Pavón.
El saldo, una víctima fatal, Lucas Fabián Espina de 25 años, y dos heridos, Omar Domínguez de 19 años y Gonzalo Martínez, de 28 según informaron fuentes policiales. Al momento del hecho, los heridos fueron derivados al hospital Roque Sáenz Peña y luego al hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Según lo que informó la Policía, tanto Espina como Domínguez tenían antecedentes penales según dicho informe.
En el lugar del hecho, los oficiales incautaron 35 vainas servidas de calibres 9 milímetro y 11,25. Con este nuevo homicidio suman 19 los ocurridos este año en Rosario. En este caso como en otros, la sombra de un tejido de corrupción está detrás.
Pero no sólo el narcotráfico entró a jugar un papel de trampolín, sino que además en los barrios y entre los jóvenes crece la exclusión social. La construcción de una nueva identidad proveniente del trabajo territorial de los movimientos sociales crece al mismo tiempo y aunque los barrios cambiaron, es el único espacio de contención social y de transformación para los jóvenes. En cambio, la policía resulta en una gerenciadora del delito.

Y en los barrios siguen matando pibes

El ex secretario de Seguridad Comunitaria de Hermes Binner, el criminólogo Enrique Font cuestionó la incapacidad del gobierno de Antonio Bonfatti para controlar o reformar a la policía provincial, fuerza que describió como "extremadamente complicada por los niveles de corrupción, violencia e ineficiencia". Font, quien estuvo en el cargo durante más de dos años menciona que el plan de seguridad que lleva adelante la provincia es "limitado" y criticó que se hayan abandonado los planes de prevención social del delito: "Esto no es Río de Janeiro. No precisan invadir una favela, necesitan incluir a los jóvenes que están en una situación de exclusión muy dura".
Sin embargo, los casos de asesinato a sangre fría en los barrios más sentidos social y económicamente de la Ciudad siguen estando presentes en pintadas y movilizaciones aún sin justicia, como es el caso entre otros de los tres pibes asesinados por una banda narco vinculada a la barra brava de Newell´s en el barrio de Moreno, Patom, Jere y Mono del Movimiento 26 de junio del Frente Popular Darío Santillán. Y la cosa no iba a ser fácil para los militantes y familiares de los tres pibes. "La autoría material de cinco tipos ligados al narcotráfico con los abogados más caros de Rosario y nosotros, más allá de las movilizaciones y la interpelación a la sociedad, teníamos una batalla judicial que no nos agarraba bien parados, planteamos una suerte de defensoría popular con abogados nuestros para la causa y otras necesidades en el barrio", señala Pedro "el Pitu" Salinas del Movimiento 26 de junio-FPDS.
Recordemos que en la ciudad de Rosario la semana pasada se movilizaron cientos de personas para reclamar por mayor seguridad. Además, los casos en donde se ha verificado un accionar corrupto y con prácticas mafiosas por parte de la policía, ha dejado al descubierto también las deficiencias del Poder Judicial provincial y de la Justicia Federal. Uno de los principales problemas es que la información proviene de la propia Institución, por un lado, lo que imposibilita el control civil sobre el accionar de la fuerza, el propio gobierno no genera los mecanismos adecuados de producción de información, ni la estructura de gestión, sobre el delito ni sobre la Policía, claramente porque no le interesa desarmar dicho entramado.
El periodista Tomás Eliaschev menciona en una nota para la Revista Veintitrés, “Ciudad de dos caras” (http://veintitres.infonews.com/nota-6106-sociedad-Ciudad-de-dos-caras.html) una caracterización de Rosario más que geográfica, hecha carne en el día a día. A Rosario le dicen la Chicago argentina. “Inmersa como ningún otro lugar en la superabundancia extraordinaria que genera la soja, a lo que se suma el boom inmobiliario consecuente, esta ciudad es una radiografía exagerada de un país donde las agudas diferencias sociales persisten pese al crecimiento económico y a las políticas sociales. Hay un peligro que preocupa a todos los entrevistados: la inocultable connivencia entre los narcos y la policía provincial, no en vano apodada La Santafesina SA”
Font menciona que la llegada del narcotráfico a la ciudad a través de las cocinas de pasta base, produjo “una disputa territorial, un control del espacio y la posibilidad económica de tener una estructura periférica de 'soldaditos'. Esto le dificulta a la policía los negocios. Por otro lado, la policía participa del negocio pero no puede controlarlo porque la provisión de la materia prima está muy extendida. Antes los puntos de distribución eran menos y más fáciles de regular por la policía.” A fines de 2012, se ordenó la detención de Hugo Tognoli -quien después fue liberado por el juez federal Carlos Vera Barros- por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Tognoli, fue ex jefe de lucha contra el narcotráfico durante el gobierno de Hermes Binner y jefe de policía del actual gobernador Antonio Bonfatti.
Pero pareciera no haber razón política, ni postura que remedie la creciente violencia. Ayer, en muchos de los diarios santafesinos salió una solicitada del ex gobernador Hermes Binner respondiendo por las críticas a la gestión de su sucesor Antonio Bonfatti por los hechos de violencia que vive Rosario. Con el título "Por qué molesta el modelo Santa Fe", el ex mandatario destacó la gestión del socialismo y aseguró: "Porque gobernamos con honestidad, austeridad, solidaridad, participación y transparencia, seguimos dando razones que molestan"
Por otra parte, Hermes Binner encabezará hoy en Buenos Aires junto a todo el FAP, una cumbre nacional de su coalición para analizar junto con el gobernador Antonio Bonfatti y otros dirigentes del sector los reiterados ataques políticos de los que viene siendo objeto la gestión socialista en Santa Fe, refiriéndose a “una embestida K contra el gobierno santafesino”. Además anticipó que "es probable" que sea candidato a diputado en las próximas elecciones y se mostró confiado en que llegará a la Presidencia de la Nación.
Pareciera que el río le da la espalda a los barrios, mientras, la complicidad de sectores del poder judicial y del poder político, de la corporación policial entregada al narcotráfico se sientan en la misma mesa que los socios capitalistas, a comer sanguchitos en la Costanera.

Camila Amatriain.

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