sábado, 27 de febrero de 2010

"No te va a encontrar ni tu familia"


Podría ser una historia de mediados de los '70. Pero es reciente. Un policía clandestino, luego de una golpiza a un menor, dijo estas (y otras) amenazas a un periodista de esta Agencia.
Repudiamos este ataque, exigimos que la justicia proceda según las leyes, y pasamos a detallar las agresiones y los hechos.
El pasado día lunes 22 de febrero de 2010, cerca las 16 hs, dos agentes de la Policía Federal intervinieron en el intento de robo en el que un niño (de entre 10 y 12 años) habría querido arrebatar un objeto de las manos de una señora, en la intersección de las calles Rodríguez Peña y Viamonte, en la Capital Federal.
Los policías redujeron al niño (recordemos que no pueden intervenir en una detención ni ejercer la violencia contra un menor), lo tiraron al suelo, y ya indefenso y asustado, comenzaron a golpearlo retorciéndole la mano y dándole patadas.
Llorando y a los gritos, fue como logró llamar la atención del integrante de esta Agencia, Lucas Vadura, que advirtió la golpiza de los efectivos al niño.
"Desde la vereda de enfrente les grité que lo trataran bien, que no tenían que golpearlo, y enseguida, a los gritos, apurándome exaltados como cuando sos chico y jugás en el potrero, me dijeron 'vení, vení, vení', por lo cual crucé y los encaré explicándoles que lo que hacían era ilegal", contó la situación nuestro compañero.
Agregó después que "inmediatamente me empezaron a gritar que me las tome, que cierre la boca, que no tenía idea de lo que había pasado, a lo que les respondí que no me importaba lo que hubiera hecho el nene, que fuera lo que fuera no lo tenían que golpear, porque además de innecesario era ilegal. Les aclaré que tenían que esperar a la autoridad competente, y que no se podían ensañar así con un chico".
"Uno de ellos empezó a gritarme que me las tome, que sino me iba a llevar detenido a mi también, a lo que le pregunté por qué me amenazaba, y bajo qué cargos me iba a detener" siguió narrando.
"Una chica que pasaba por ahí dijo que ella estaba de acuerdo, que no podían tratarlo así, a lo que uno de ellos le respondió 'vos callate', y dirigiéndose a mi dijo 'vos que te haces el machito te voy a llevar a la villa 31 a ver si te la bancás'. Ahí, ya recontra indignado empecé a pedir una lapicera y un papel, porque como había salido hasta el kiosco no tenía encima ni el celular. No me avivé, porque le dije a los gritos que iba a tomar su nombre para garantizar que al chico no le pase nada, y él se sacó las identificaciones y las guardó en un bolsillo trasero. Ahí nomás me empezó a pechear y me dijo textualmente: 'Tomatelas porque te voy llevar y no te va a encontrar ni tu familia'. Le cuestioné por qué se había sacado el nombre, y me dijo que porque no le interesaba hablar conmigo, entonces yo empecé a denunciar a viva voz que era un policía clandestino, que no tenía la identificación reglamentaria, y que la había escondido para ocultar identidad ante sus delitos. Me siguió amenazando cada vez más desencajado, y la chica que estaba ahí hizo que nos fuéramos, porque parecía dispuesto a todo. Fui a buscar ayuda a la Liga por los Derechos Humanos, en Corrientes y Callao, pero cuando volvimos ya no había nadie".
Del nene no se supo más nada: "Cuando pasé por última vez, que iba a la Liga a pedir ayuda, habían llegado tres o cuatro policías más. Estaban tomándole declaración y denuncia a la señora que había sufrido el intento de arrebato. Pude leer el nombre de uno de los policías que no habían estado en la detención. Él seguro puede identificar a los que actuaron como clandestinos. Hay que ver si quiere o si los encubre. Los escuché que le decían a la señora que no se preocupe, que al nene lo iban a llevar a la comisaría, cosa que no pueden. La verdad, no se qué pasó después con el nene, pero no paraba de llorar, estaba asustadísimo".
Este es el testimonio del periodista de nuestra Agencia, que vivió esta situación y radicó la denuncia correspondiente por abuso de autoridad y amenazas, que hoy se
encuentra a cargo del juzgado de instrucción Nº 19 en los tribunales de Talcahuano 550, con Nº de causa 6467/010.
Exigimos a la justicia la inmediata sanción correspondiente según la ley, y hacemos responsable a la Policía Federal por la integridad física y mental, y la seguridad integral del niño afectado por esos policías clandestinos, así como la del periodista Lucas Vadura, compañero de nuestra Agencia.

Agencia der Comunicación Rodolfo Walsh

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