Los hombres que producen jalones en la historia nunca se plantean tal objetivo, raras veces son conscientes de la trascendencia de sus actos y muchos no sobreviven a su legado. Lincoln, Luther King y JFK no vivieron para ver el fin de la esclavitud, el primero y de la segregación racial los otros. Los cambios que promovieron llegaron cuando ellos ya no estaban. Por una macabra coincidencia los tres fueron asesinados.
Hoy Barack Obama puede marcar la diferencia. Un joven virtualmente desconocido, para más señas negro y con nombres y apellido que recuerdan a árabes o musulmanes, prometió cambiar a Estados Unidos y está a punto de lograrlo. Un negro en la Casa Blanca es el cambio político y social más importante ocurrido en los Estados Unidos desde la independencia.
Antes hubo otras primicias, ninguna de ellas con la relevancia de la que hoy puede ocurrir.
George Washington, no sólo fue el primer presidente de los Estados Unidos sino, hasta hoy, el único electo por unanimidad al obtener todos los votos electorales. El primero a quien el Congreso acordó pagarle un salario por servir al país, cosa que desde hacía más de diez años realizaba desinteresadamente. Consecuente con su modo de pensar renunció al cobro de tales haberes. Aunque otros lo imitaron, el gesto no hizo doctrina.
Andrew Jackson, el sexto presidente fue el primero nacido pobre y en sufrir un atentado a tiros, el único que ha sido prisionero de guerra y el último dueño de esclavos. Martín Van Buren fue el primero nacido ciudadano norteamericano. Excepto John F. Kennedy ninguno ha recibido el premio Pulitzer. Bill Clinton fue el primero nacido durante la Guerra Fría.
John Adams y John Quincy Adams protagonizaron el primer caso de que padre e hijo hayan sido presidentes, anécdota repetida por George Bush y George W Bush. Los Roosevelt eran primos, mientras Benjamín Harrison y William Harrison fueron abuelo y nieto.
William Taft, es el único hombre que encabezó dos poderes de la Nación al haber presidido el país y el Tribunal Supremo y sólo él entre todos los residentes norteamericanos han gobernado otros dos países: Cuba y Filipinas, territorios que administró bajo la ocupación norteamericana.
Hasta hoy William McKinley ha sido el único presidente que por intereses exclusivos de Estados Unidos declaró la guerra a un país europeo, abrió la lista de los que murieron como consecuencia de atentados y Theodore Roosevelt, inauguró la casilla de los vicepresidentes que tomaron el mando tras la muerte violenta del presidente. Fue el primero en recibir un premio Nóbel, más tarde Woodrow Wilson y James Carter alcanzaron tal galardón.
Excepto Kennedy, que era católico la mayoría de los presidentes norteamericanos han sido protestantes, por tanto, técnicamente antipapistas Woodrow Wilson rompió el hielo cuando en 1919 visitó al Papa en el Vaticano. Entonces el Sumo Pontífice era Giacomo della Chiesa, Benedicto XV. Thomas Jefferson, Andrew Jackson y Abraham Lincoln, nunca revelaron sus preferencias religiosas.
Grover Cleveland dio inicio a la reelección para dos períodos no consecutivos y Franklin D. Roosevelt fue el único reelecto en tres oportunidades, hazaña que nadie podrá repetir porque la 22 Enmienda a la Constitución limitó la elección a dos periodos sucesivos.
Harry Truman tuvo la primicia en recibir una pensión vitalicia al dejar el cargo y nadie más ha jalado el gatillo nuclear. Los bombardeos atómicos a Hiroshima y Nagasaki son de su responsabilidad.
Solo Gerald Ford llegó a los cargos de vicepresidente y presidente sin haber sido electo para ninguno de ellos. Richard Nixon fue el primero y hasta hoy el único presidente que ha renunciado al cargo.
De ser electo, Barack Obama se transformará en el octavo presidente zurdo, antes lo fueron: Herbert Hoover, James Garfield, Harry Truman, Gerald Ford, Ronald Reagan, George Bush (padre) y Bill Clinton. Sarah Palin no ha podido usar esa circunstancias par acusarlo de socialista porque McCain también es zurdo.
Tal vez hoy muchos no voten por Obama porque es negro pero también muchos más lo harán porque lo es. Quizás por primera vez el pragmatismo de los que hacen lo que más conviene coincida con aquellos que actúan por valores e ideales y votan también por los negros, los indios, los asiáticos, los braceros mexicanos y por todos los preteridos y humillados en nombre de una superioridad blanca que nunca existió.
Hoy es el día de los que nunca se avergonzaron de su color y ni de su origen. Tal vez Obama honre esa determinación y quizás lo olvide. Mañana será el presidente, será otra historia y yo les contaré sobre: El Día Después.
Radio Habana
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