viernes, 12 de septiembre de 2008
Yankis de mierda” fuera de Bolivia. Las burguesías y sus encantos por el fascismo
A la burguesía agraria y terrateniente boliviana le encanta hablar de “democracia”, palabra que tiene todo uso cuando desde el Estado se trata de sujetar a las masas pobres y a los trabajadores.
La defensa de la democracia es un estandarte supremo, es la expresión de la voluntad popular. Pero claro, no es la democracia lo que mueve las estratégicas vísceras de la burguesía agraria y terrateniente boliviana, ni de la venezolana, ni de la argentina; es el bolsillo, y la reacción táctica permanente, que les permita la obtención de ganancias por encima de los intereses de la sociedad.
A la burguesía agraria y terrateniente boliviana le encanta hablar de “patria” y por eso apoyaron en su momento, como presidente, a un patriota que ni siquiera hablaba su propio idioma. Un patriota yanki, moderno con el cual el entendimiento era más fácil que con los aymaras. La patria, de la burguesía agraria y terrateniente boliviana es la “patria mercado”, es la patria Wall Stret, es la patria casa blanca y pentágono. Tampoco en esto se diferencian mucho de las burguesías del resto del continente. Quizás sean más brutales en su adhesión, quizá sean más rastreras y colonizadas, pero nada más.
La lucha del pueblo boliviano expresa una fuente de ilustración para el resto de los pueblos de Sudamérica: las burguesías son patriotas mientras ganan; son democráticas mientras ganan; son pacificas mientras se cumpla con su voluntad y no se amenace su poder y sus negocios.
Las burguesías agrarias y terratenientes bolivianas, encabezan una reacción sin limites en contra del proceso de revolución democrática en Bolivia, un proceso que consagró por más del 67% de los votos populares a Evo Morales en el poder en el último referéndum. Donde perdieron no se fueron y no sólo eso, ahora desconocen el democrático resultado nacional y se lanzan a la lucha armada en contra del pueblo.
Su apoyo está en los “yankis de mierda” como los llamó adecuadamente Hugo Chávez; presidente de Venezuela; quien haciendo uso de un recurso soberano intimó al embajador de EEUU a retirarse de su país en el término de 72 hs, lo mismo había hecho Evo Morales en Bolivia con el otro gringo.
Los plazos no son ni cortos ni largos Philip Goldberg y Patrick Duddy ya no son embajadores en Bolivia ni Venezuela por realizar tareas de conspiración en contra de los pueblos y sus gobiernos en estos países.
Luiz Inácio da Silva y Cristina Fernández Kirchner ofrecieron solidaridad al presidente boliviano, pero no han echado a los respectivos embajadores norteamericanos de nuestros países. La solidaridad discursiva frente a una agresión de la naturaleza que está sufriendo el pueblo boliviano, donde los muertes empiezan a sumar decenas, es una solidaridad de cartón pintado, típica de los regímenes cipayos y electoreros.
En Bolivia se está viviendo una revolución o una tragedia. El presidente Chávez es conciente de que la secesión boliviana tiene un carácter continental y cita textualmente al “Che” Guevara para la organización de la defensa armada del gobierno de Evo Morales y en contra de la “rosca terrateniente” que amenaza los derechos del pueblo, lanzando bandas de fascistas en contra de los trabajadores y campesinos bolivianos.
Chávez lanza un ultimátum de intervención armada “hasta que haya un próximo presidente en EEUU”
La política de intervención de los “yankis de mierda” no puede ser fruto de un gobierno que se va. Bush se va; pero una ofensiva de esta naturaleza en nuestro continente debe contar con el apoyo y la decisión de los Barak Obama y de los Mc Kein. Es decir es una política estratégica del “imperio” en contra de los países ricos en recursos energéticos.
La lucha del esforzado pueblo boliviano necesita de toda la unidad organización y solidaridad, del resto de los pueblos del mundo. Las burguesías latinoamericanas en el gobierno deben dejar sus tibias declaraciones y expulsar a los embajadores norteamericanos de sus países.
El futuro de nuestra patria grande esta en las manos callosas de los obreros y campesinos bolivianos y en la solidaridad de sus hermanos del continente.
En Bolivia se juega mucho más que el futuro de la secesión “Camba”.
Está en juego el derecho democrático de los pueblos a liberarse del yugo imperialista.
Está en juego la posibilidad de propiciarle una derrota fundamental a los “yankis de mierda” que permita establecer las bases para una Latinoamérica socialista.
Daniel Cadabón (especial para ARGENPRESS.info)
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