sábado, 8 de junio de 2024

La “paciencia” del mercado


Milei en la cuerda floja. 

 Un artículo de la periodista Florencia Donovan, en La Nación, parece dar cuenta de un desasosiego en la clase capitalista acerca del destino de Milei. De entrada se pregunta: “¿Y si el mercado pierde la paciencia antes que la gente?” El interrogante descuenta que ‘la gente’ no va a demorar en perder los estribos. La caída de la cotización de los bonos en dólares, legislación extranjera, ha vuelto a llevar a Argentina a zona de default. Esos bonos, sin embargo, son la niña de los ojos de Caputo y Milei. Todo el ajuste liberticida apunta a defender su cotización, mediante el pago puntual de intereses y vencimientos de capital. Violando la consigna “no hay plata”, Milei ha abierto el grifo para Chaco y Entre Ríos para que paguen sus deudas externas y no declaren un *default *que arrastraría a la entera deuda nacional. Un twitero irreprimible ha denunciado, en los últimos días, que Caputo está destruyendo el mercado de bonos globales. Un crimen de lesa humanidad. 
 Donovan cuenta que “En el mundo empresario la ansiedad es palpable”, aunque no les falta, por supuesto, la comida. Dice que “se habla de una reunión reciente entre el número uno de Techint, Paolo Rocca, y el expresidente Macri”, que vincula a la “ilusión en el sector privado” de “una alianza entre LLA y el Pro”. Se trata de una bajada de pulgar al propósito de Milei de gobernar en solitario y chuparle gente al macrismo para alcanzar una improbable hazaña electoral en 2025. En definitiva, desde Techint se trabaja para producir una crisis de gobierno que abra el paso a una coalición o pseudocoalición entre los liberticidas y el macrismo.
 Lo que parece afectar el ánimo de Caputo es que se caiga el ‘swap’ con China, y que Argentina tenga que devolver cinco mil palos verdes en un par de semanas. Parece que Milei no tuvo en vista esta posibilidad cuando decidió que no comerciaría con ‘comunistas’. China, a cambio de un acuerdo, reclamaría un cambio de la geopolítica de los liberticidas, que es obtener el carnet de socio provisorio de la OTAN; Pekín no tiene intención de financiar a su rival estratégico, como lo demuestra, al menos en parte, que esta vendiendo títulos de la deuda pública norteamericana y que, en lugar de dólares, acumula oro. 
 La cuestión de China no se limita al swap, porque está en juego el comercio exterior de Argentina. China puede relegar el comercio de soja de Argentina al último lugar de la tabla, algo que ya vendría ocurriendo, según declaraciones del presidente de la Cámara de la Industria Aceitera, Gustavo Ydígoras. En la disputa se encuentra la licitación de la Hidrovía, de cuyo calado depende que Paraguay saque la soja por el Paraná o por los puertos brasileños. Techint, afectado por la competencia de la siderurgia de China, puede alentar esta desaveniencia, pero Rocca no va a poner plata de su bolsillo para cubrir el pago del ‘swap’. 
 La caída de los bonos globales y la ampliación de la brecha entre la cotización del dólar oficial y los paralelos ha reforzado la posición de Domingo Cavallo para que se legalice este desdoblamiento cambiario, liberando el mercado de cambios financiero. De lo contrario, dice, se corre el riesgo de una nueva devaluación del peso oficial. La adopción de este planteo, marcaría la puerta del ‘exit’ para Caputo y una reestructuración general del Gobierno, con el ingreso de la ‘casta’ al gabinete. Milei, en estas condiciones, quedaría como un presidente florero. Lo que ocurre a nivel del Congreso, con la aprobación de leyes que desaira al convulso mandatario, está ligado a esta crisis. Los legisladores han aprobado un proyecto jubilatorio que es muy mezquino para los jubilados pero fundamental para la caja de los gobernadores, porque el articulado fundamental establece saldar las deudas de las cajas provinciales y financiar obras públicas pendientes de terminación. Mientras tanto, los proyectos de exportación de gas y, por otro lado, de litio afectan los reclamos de quienes se quieren quedar con el negocio, como la petrolera Petronas, que pretenden financiarlo con endeudamiento externo –más deuda externa nacional-. 
 El mercado podría estar “perdiendo la paciencia” porque la recesión se ha convertido en brutal –al menos según la contundente caracterización de Prat Gay-. Es una recesión inducida por el golpe de estado económico del nuevo gobierno, que pretende que los trabajadores financien un ajuste de 80 mil millones de dólares mediante la confiscación de salarios y jubilaciones y un colosal endeudamiento del Tesoro, que oportunamente pagarán, de nuevo, jubilados y trabajadores.

 Jorge Altamira 
 07/06/2024

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