Si estas nuevas variantes vuelven a saltar a otra especie podría ocurrir que el sistema inmune no sepa identificarlo y combatirlo con efectividad, incluso aunque alguien se haya vacunado antes contra una versión previa del mismo virus (ídem). Muchas de las vacunas en desarrollo facilitan que el sistema inmune reconozca a la proteína “S” del coronavirus, por lo que existe la posibilidad de que un nuevo virus con una proteína “S” ligeramente diferente pudiese pasar desapercibida. La característica de esta variante es que aparentemente los trabajadores contagiaron a los animales, el virus mutó y logró pasar nuevamente del animal al hombre.
El coronavirus podría convertirse en endémico, y con diferentes mutaciones no podría ser neutralizado por la vacuna. Esto significaría un enorme desafío para el sistema sanitario. La vacuna no pone fin a la crisis sanitaria, que se acentuará frente a nuevas epidemias.
La crisis desatada en Dinamarca obligó a confinar a siete municipios: “Según las autoridades danesas, esta versión del virus supone un serio riesgo para la salud pública, ya que podría expandirse por Europa y poner en peligro la efectividad de las futuras vacunas contra el coronavirus. El Gobierno del país escandinavo ha anunciado este jueves el confinamiento estricto de siete municipios del norte de la península de Jutlandia por casos de contagios con esta variante del virus. Las medidas afectan a 280.000 habitantes. Durante al menos cuatro semanas cerrarán restaurantes y bares, centros culturales y deportivos e institutos, mientras las escuelas infantiles se mantendrán abiertas” (ídem). La Organización Mundial de la Salud dijo estar al tanto de las informaciones sobre la mutación de virus en los visones de Dinamarca.
Las condiciones de producción de alimentos y productos derivados de los animales en las condiciones de las magagranjas de cerdos, gallinas, vacas, visones, y otras especies, determina e impulsa la creación de nuevos virus. A los animales se los somete a condiciones que deprimen sus sistemas inmunológicos, al administrarseles enormes dosis de antibióticos y esteroides para estimular su crecimiento. Esto, sumado a la miseria social creciente, genera un caldo de cultivo para la propagación de devastadoras enfermedades. Así, los humanos se conviertan en huéspedes, y transmiten la enfermedad a otras especies animales igualmente hacinadas, multiplicando las posibilidades de mutación y peligrosidad virológica, aumentando el potencial zoonótico pandémico sobre la humanidad. La crisis de salud plantea la necesidad de una organización social que gire en torno a la vida de los seres humanos y el intercambio racional con el medio ambiente.
Emiliano Monge
10/11/2020
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