sábado, 21 de noviembre de 2020

Todo el régimen político en cuestión

En Argentina se repite tantas veces la palabra institucionalidad, que es evidente que está presidida por un régimen de anarquía política. No significa esto que el país constituya ´el malo de la película´, como lo demuestra lo que ocurre en Estados Unidos, con una Constitución doscientoscincuentaañera, que es gobernado cada vez más por medio de ´órdenes ejecutivas´ (el equivalente al DNU), y donde el poder judicial es manejado de acuerdo al gobierno de turno. Entre los varios récords que se ganó Argentina, están los Procuradores Generales designados y derribados a dedo, y por supuesto los presidentes del Banco Central, que son volteados sin más ni más aunque hayan recibido el cargo con acuerdo del Senado. 
 Es así que hay un Procurador macrista a dedo, Casal, que reemplazó a la kirchnerista Gils Carbó, ungida y defenestrada del mismo modo, la cual suplantó a Esteban Righi, también un kirchnerista, pero que no vio con buenos ojos el negociado de Boudou con Ciccone. Constitucionalmente, el jefe de los fiscales debería ser consagrado por los dos tercios del Senado por tiempo indefinido, como ocurre con los jueces. Bajo el rubro “independencia de la Justicia” opera un régimen de casta, que como es frecuente en estos casos empiezan y terminan a los golpes. 
 Alberto Fernández pretende designar, en debida forma, al ex juez Daniel Rafecas, lo que para Clarín es una conspiración populista contra Casal, quien ocupa el cargo por vacancia. Como sabe que el FdT no tiene los dos tercios necesarios para ello, supuso que el nombre Rafecas podía inclinar a algunos macristas a contribuir con su nombramiento. Violando un precepto hebreo, que dice que “guardá reserva frente al diablo” (en nuestra jerga de extramuros, ´no avives giles´), el macrista Martín Lousteau presentó un proyecto para que los dos tercios se reduzcan a mayoría absoluta, y el mandato del Procurador a cinco años. Enseguida lo tomó el ex menemista y privatista Parrilli, ahora custodio K, lo que afecta la pretensión de Rafecas de recibir el diploma de una mayoría acentuada y, ¿por qué no?, jubilarse en el puesto. Se ignora si el kirchnerismo tiene un candidato alternativo, y si Alberto Fernández cuenta con persuadir a Rafecas a tomar la posta con un mandato desvalorizado. Los mentideros cotidianos aseguran que existiría un choque entre el Presi y la Vice por este asunto, que se extiende a intendentes y gobernadores, de un lado, y camporistas y legisladores del otro. Todo cuando la situación financiera se encuentra atada con alambres. La función del fiscal de los fiscales ha adquirido una jerarquía mayor como consecuencia de la adopción del método acusatorio en el proceso judicial, que pasa del juez al fiscal. 
 Está claro, de todos modos, que en materia judicial el asunto son las causas abiertas contra CFK, por un lado, y MM, por el otro, así como contra sus respectivas cohortes. Coimas, lavado de dinero, cuentas en paraísos fiscales, espionaje clandestino, estafas. Del otro lado del mostrador se encuentra la patria contratista y los familiares, en un bando, y los fondos internacionales y de nuevo los familiares, del otro. Si para gobernar hubiera que tener la ficha limpia y el prontuario sin hojas, Argentina se hundiría en un vacío de poder – claro que con Perú, Estados Unidos, Brasil, Chile, Rusia, etc, etc, y hasta reyes eméritos.
 El episodio del Procurador se desenvuelve cuando el FMI exige que el acuerdo que negocia con Argentina sea votado por el Congreso; cuando la Vice asegura que sin acuerdo nacional vamos a la devaluación del peso; cuando el ministro de Economía impone que los contratos de deuda extranjera sólo serán posibles por ley. Guzmán, para no ser menos, se apura en violar su propia norma, mientras no está vigente, al vender títulos en dólares, en poder de Anses y el Banco Central, que es precisamente una forma de tomar deuda extranjera. El desfalco de Guzmán sólo pasa por la aprobación de la mesa de dinero del Banco Central. La implosión del régimen se desarrolla sin pausa – no la detiene las concesiones a las gasíferas, a los fondos, el trámite de vaciamiento de Vicentín, la liberación de precios, el anuncio del descongelamiento de tarifas. Clarín y La Nación no desfallecen, y no lo harán hasta que no obtengan la piedra libre para las ´telcos´. 
 A este trote, el FdT no va a llegar a las parlamentarias de octubre próximo como llegó a las presidenciales de octubre de 2019. Por eso se discute la suspensión de las Paso; porque un choque abierto en la previa sería negativo para el resultado final – la ganancia podría ir a los pescadores. En las últimas semanas ha quedado en evidencia, en América Latina, que los procesos electorales no reencauzan a regímenes políticos definitivamente quebrados, sino que dejan al desnudo su tendencia a la implosión. 
 El crecimiento de la miseria social se encuentra acompañado e incentivado por la invibilidad del regímen político en presencia. 

 Jorge Altamira 
 20/11/2020

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