El artículo critica, a partir de distintos testimonios y análisis, los resultados de “la cuarentena más extensa del mundo”. El artículo también impugna a los países que hicieron lo contrario - ningún tipo de ´lockdown’.
El cuestionamiento parte de lo siguiente: ¿cómo se explica que el resultado de este largo periodo de aislamiento sean 1.1 millón de contagios y más de 30 mil muertos, ubicándose Argentina entre los países con mayor número de fallecidos por millón de habitantes?
Cuarentena sin testeos
Uno de los puntos nodales de la cuarentena de Fernández y Larreta fue la falta de testeos masivos y el seguimiento de los contagios. La prensa internacional ha difundido los testeos de diez millones de personas en una ciudad de China, el 80% de la población, en sólo seis días, a partir de la irrupción de diez nuevos contagios.
El artículo del Post, sin nombrar los lugares, señala que, entre agosto y octubre, los casos aumentaron exponencialmente en Argentina. Son, precisamente, los meses de la reapertura de casi el conjunto de la economía, sin el acompañamiento de una política de testeos. El causante del “fracaso” ha sido, en primer lugar, la condescendencia del gobierno ante la presión patronal de apertura,. La mayor apertura fue acompañada, por otra parte, por el relajamiento de los protocolos sanitarios.
El ‘lockdown’ fue instrumental en el receso de la pandemia en países como Italia y España, y la causa de un éxito mayor en Nueva Zelanda. La insospechable Ángela Merkel protagoniza en estos momentos un enfrentamiento político duro con la derecha, dentro y fuera de su partido, en defensa de medidas drásticas contra el rebrote de contagios y un colapso en la atención sanitaria. Ha eliminado la obligación de que los contagiados deban ser tratados en centros locales de salud, que se limitan a asegurar un aislamiento domiciliario de los afectados. España asiste a una nueva ola de contagios, a partir de su sector agrícola, donde se ha descubierto una variante mutada de Sars-2. Post integra el pelotón de opinadores que oculta el desarrollo de una crisis humanitaria, que la organización capitalista de la salud no logra hacer frente, y que los intereses capitalistas agravan a cada paso. El sostenimiento económico de una población que se ve forzada a períodos de aislamiento social, es incompatible con la ley que rige el orden presente, que es el lucro. Una novata en el campo de la investigación virológica, la norteamericana Moderna, ha sido premiada por anticipado con un subsidios de mil millones de dólares. En todo el mundo se ha iniciado un recule en la aplicación del Ingreso de Emergencia, por su consecuencia en los presupuestos públicos, los cuales no dudan sin embargo en salir al rescate incluso de fondos de inversiones. La patronal de la salud privada, en Argentina, sostiene que una interrupción de los ATP, o sea el pago de los salarios por el estado, acabaría en la quiebra. Este régimen social no podría siquiera abordar la crisis del hacinamiento habitacional, como lo acaba de mostrar Guernica.
El capitalismo ha creado una crisis humanitaria por medio de la deforestación, la explotación de combustibles fósiles, prácticas agrícolas contaminantes, y ahora está obligado a capitular ante la pandemia, dejando a la vera de la vida a millones de personas.
Joaquín Antúnez
30/10/2020
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