jueves, 12 de noviembre de 2020

AGD-UBA debe tomar el ejemplo de los docentes universitarios de Ontario.

El sionismo y el antisemitismo

Días atrás el gobierno conservador del estado canadiense de Ontario impulsó en el Consejo estadual la adopción de la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). La resolución pone un signo igual entre la denuncia del estado sionista y el antisemitismo, y lo mismo hace entre la opinión antisemita y la agitación contra la colectividad judía por parte de bandas fascistas, el estado y los medios de comunicación. La definición del IHRA fue adoptada por el gobierno AF-CFK y convertidas en ley por varias legislaturas.
 Inmediatamente se pronunció OCUFA, la Confederación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Ontario, que representa a 17.000 profesores y bibliotecarios académicos en 30 asociaciones de profesores del estado.
 “La OCUFA condena el antisemitismo y todas las formas de racismo y odio en los términos más enérgicos. Sin embargo, seguimos preocupados por la definición errónea de antisemitismo de la IHRA y su lista de ejemplos ilustrativos”, declaró el presidente de la OCUFA, Rahul Sapra. “La definición de trabajo, con su lista de ejemplos ilustrativos, combina la crítica legítima del estado del Estado de Israel con el antisemitismo y puede comprometer la libertad académica en las universidades de Ontario al promover la censura en el campus y más allá" (The Bullet, 9/11). Como señalamos desde estas páginas al momento de la aprobación de la adhesión de la Legislatura porteña, los docentes universitarios de Ontario denuncian que eso “representa una amenaza directa a la libertad de expresión” (ídem). . “Siete de los once ejemplos ilustrativos proporcionados por la IHRA combinan la crítica a Israel con el antisemitismo. De modo que, por ejemplo, en julio de 2018, la mayoría judía en la Knesset aprobó la Ley Básica que establece que Israel es el Estado-Nación del Pueblo Judío; o sea que ´Israel es la patria histórica del pueblo judío y ellos tienen un derecho exclusivo a la autodeterminación nacional en él´. Esta legislación descaradamente racista subordina los derechos del 22% de sus ciudadanos, que son cristianos palestinos y musulmanes. Otro ejemplo ilustrativo de la IHRA afirma que ´negar al pueblo judío su derecho a la autodeterminación al afirmar que la existencia de un Estado de Israel es un esfuerzo racista´ es antisemita. Es un respaldo tácito al Proyecto de Ley del Estado-Nación que descarta cualquier relato histórico que concluya que la formación del Estado de Israel, en 1948, se logró mediante procesos violentos de despojo y limpieza étnica” (ídem). OCUFA ha denunciado que “esta maniobra antidemocrática amenaza los principios muy apreciados de la autonomía universitaria y el gobierno colegiado. Si bien la definición de trabajo de la IHRA se presenta como ´no vinculante legalmente´, en el Reino Unido el gobierno exige a las universidades que adopten la definición de la IHRA y amenaza con recortar los fondos si no lo hacen si no lo hacen” (ídem). En Argentina, el voto de las legislaturas lo ha convertido en delito; Felipe Solá, el canciller, ha pedido su adopción por parte del Congreso Nacional y la Corte Suprema. Deberá ser puesto en vigencia por el Procurador General, cuya designación es hoy objeto de una disputa política abierta 
 Sería bueno que AGD-UBA, sus cuerpos orgánicos y las Comisiones Internas de cada facultad tomen el ejemplo canadiense. 

 Norberto Malaj 
 11/11/2020

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