A más de dos meses de que Roberto Duhalde, empresario y dueño de Suschen (fábrica en donde se producen las reconocidas golosinas como Mielcitas o Naranjú, entre otras) se fugara dejando a más de 100 familias en la calle y con deudas salariales y de aguinaldos, hoy unas 80 trabajadoras y trabajadores (en su mayoría mujeres) se encuentran produciendo nuevamente y en camino a formar una cooperativa.
El conflicto había comenzado con un cambio de firma a principios de año, por el cual la empresa pasó de ser Suschen SA a Ateparece (que tiene vínculos con familiares de Eduardo Duhalde). A la reducción paulatina de la producción y la falta de materias primas se sumó el desmantelamiento de las oficinas, dejando sólo las maquinarias y a los trabajadores sin ningún tipo de explicación. En ese cuadro de incertidumbre y desolación las trabajadoras y trabajadores decidieron mediante asamblea la toma de la fábrica.
Rodeados de solidaridad de los vecinos y vecinas, de las organizaciones sociales y de los partidos políticos del Frente de Izquierda, siguieron adelante y no bajaron los brazos.
Se realizaron festivales y distintas actividades para recaudar fondos y de esa forma “sostenerse” hasta encontrar una salida al conflicto.
La cooperativa
Ante la falta de un inversor, que era lo que deseaban la mayoría de las trabajadoras, optaron por la cooperativa de trabajo. La formación de la misma está en camino: ya han presentado los principales papeles y se han elegido a las siete trabajadoras que serán las representantes de la misma, para poder comenzar a vender lo que ya tienen producido.
Si bien quedan muchos asuntos por resolver (uno de los principales es la deuda del alquiler del lugar que dejó Duhalde), se espera que en esta semana en una reunión prevista en el Municipio de La Matanza este problema sea resuelto. Con mucho esfuerzo han seguido pagando servicios como la luz, cuando no han sido eximidos de los tarifazos aplicados por el gobierno. Son muchas las expectativas de poder seguir produciendo y mantener la fuente de trabajo.
Como hemos señalado anteriormente, el vaciamiento de Mielcitas forma parte del ataque que se lleva adelante contra el conjunto de la clase obrera. Ello con complicidad de las burocracias sindicales que (como en este caso) dan la espalda a la lucha de las y los trabajadores, y son colaboradores de las políticas de ajuste del gobierno actual y las que prepara Fernández-Fernández.
Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda seguiremos apoyando las decisiones que tomen las trabajadoras y trabajadores de Mielcitas, para que puedan seguir adelante con su lucha.
Prensa Obrera
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