sábado, 19 de octubre de 2019

Machirulos y antiderechos: la alianza inquebrantable del Frente de Todos con la Iglesia



Detrás de algunos pañuelos verdes, la alianza peronista esconde una presencia intensa de candidates antiderechos. Los "machirulos" del Frente de Todos y por qué es necesario fortalecer a la izquierda en el Congreso.

El domingo pasado, mientras decenas de miles participaban del 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias de La Plata, el candidato del Frente de Izquierda-Unidad, Nicolás del Caño, saludaba ese evento que aunque es único en el mundo y fue el más grande de la historia, no fue suficientemente reflejado por los medios masivos de comunicación.
Con el puño izquierdo levantado y su pañuelo verde en alto, Del Caño reabrió un debate que a juzgar por la cara de sus adversarios, casi todes hubieran preferido evitar. Casi todes, claro, menos Gómez Centurión, que se la pasó hablando de “la defensa de las dos vidas”, hasta hacer saltar la verdad sobre la negativa de Mauricio Macri, el feminista menos pensado, a promover la aprobación del aborto legal.
“Estoy convencido de que las mujeres volverán a salir a las calles y que será ley”, dijo Del Caño, y puso así al descubierto el doble discurso que ya caracteriza al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández.
Aunque su lista promueve una insoslayable alianza con las cúpulas y organizaciones fundamentalistas religiosas, católicas y evangélicas, Fernández tuvo que decir que hay que “tender” a la legalización.
Sus declaraciones buscaban matizar que detrás de la fuerza que encabeza, pese a la presencia de algunos pañuelos verdes, abundan referentes y candidatos “celestes” que quieren llegar al Congreso, a las legislaturas provinciales y a las distintas administraciones del Estado para imponer su ideología y su moral reaccionaria, en alianza con el clero.

Machirulos

Hace unos días, Cristina Kirchner volvió a hablar de Mauricio Macri y su comparación de la propuesta económica del Frente de Todos con “una mujer con tarjeta”. “Hay cada vez más machirulos”, afirmó, y quizá es cierto. Así que repasemos un poco el escenario que nos trajo hasta acá.
Después del debate de 2018, cuando llamó a “no enojarse con la Iglesia” ante el rechazo a la ley, Cristina convocó a “unir pañuelos verdes y celestes” y rápidamente acudieron a la cita burócratas sindicales, organizaciones antiderechos, funcionarios y candidatos que bien podrían entrar en la misma categoría con la se refirió al saliente presidente: “machirulos”.

Todes antiderechos

El caso más conocido de antiderechos con peso en el Frente de Todos es quizá el del gobernador y ex ministro de Salud del kirchnerismo, Juan Manzur. Un dinosaurio de pura cepa, que encarceló a la joven Belén en Tucumán, declaró “pro-vida” a la provincia, encabezó junto a las Iglesias las llamadas marchas “por la vida” y obligó a parir a una nena de 11 años que había sido violada, impidiéndole acceder al aborto no punible que rige hace 100 años según el Código Penal. Cualquier activista del feminismo y los derechos de las disidencias sabe que estos son sólo algunos pocos ejemplos de la larga trayectoria de este férreo militante de las filas del Opus Dei.
Pero Manzur no es el único gobernador antiderechos al interior de este frente que se prepara para gobernar ante la más que probable derrota del macrismo. Jorge Capitanich, recientemente electo gobernador de Chaco y ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, es otro de los activos militantes de las cúpulas religiosas, particularmente de las evangelistas, que actúan cada vez con más peso dentro de ese frente.
Otros gobernadores aliados al papa Bergoglio y a las Iglesias evangélicas también tienen un rol preponderante en el armado. Gildo Insfran, eterno gobernador de Formosa, asesino del pueblo Qom y conocido opositor a la legalización del aborto y a la educación sexual integral, es otro de ellos.
Sergio Uñac, gobernador de San Juan, donde todos los diputados y diputadas votaron en contra del proyecto de la Campaña por el Aborto Legal, también. Igual que el nuevo gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, Uñac se hizo conocido para la marea verde por impulsar activamente la organización antiderechos.
La lista sigue, y a ella se suman entre otras la “defensora de la vida” Alicia Kirchner, actual gobernadora de Santa Cruz; la clerical Roxana Bertone, de Tierra del Fuego; la candidata a la vicegobernación de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, que hace poco creó una secretaría de Culto en el distrito y lo puso a cargo -nada menos- que de uno de los principales referentes de Aciera, la ONG evangelista que más iglesias congrega en el país.
En síntesis, un feminismo bastante particular ante los “machirulos” que ya demostraron, durante el debate de aborto, para qué fines gobiernan.

Candidates al Congreso, para hacerlo más “celeste”

Que los gobernadores juegan un rol clave para imponer o impedir leyes, se vio justamente durante el debate y el rechazo que impuso en el Senado un puñado de “dinosaurios percha”, como los llamaron las pibas. Las operaciones para mantener a sus diputados como “indecisos” o garantizar su votación contraria, también fueron muestra del perverso mecanismo que sostiene a esta institución y a su alianza con cúpulas de todas las Iglesias.
Pero el Frente de Todos no sólo aportará al próximo gobierno aliados provinciales para garantizar esa alianza. También sumará nuevos diputados “celestes” para un Congreso que se perfila aún más antiderechos.
En la Ciudad de Buenos Aires, si los números de las PASO se mantuvieran, ingresarían antiderechos como Eduardo Valdés, con el que Myriam Bregman y el Frente de Izquierda disputan su banca en la Cámara baja. El ex embajador del Vaticano durante el kirchnerismo, de fuertes vínculos con Bergoglio, es uno de los promotores de la solicitada publicada por “Peronistas por la Vida”, que firmaron cientos de referentes del PJ contra el reclamo de las mujeres, a las que acusaron de promover la “cultura de la muerte”. No muy distinto a lo que dijeron entonces los candidatos que hoy integran las listas del PRO o de Consenso Federal.
En provincias como Catamarca ingresarían la ex gobernadora Lucía Corpacci, que se dice “indecisa” y junto a ella probablemente también Marcelo Rivera, contrario a la legalización. Los probables diputados de La Rioja, Sergio Casas e Hilda Aguirre; de San Juan, José Luis Gioja y Graciela Caselles; de Santa Fe, Alejandra Obeid y Vanessa Massetini; de Santiago del Estero, Estela Neder y el candidato a senador Gerardo Montenegro; de Tucumán, Mario Leito; de Tierra del Fuego, Roxana Bertone, son otros de los nombres que veremos desfilar en las pantallas de repetirse los resultados que obtuvieron en las Primarias.
Que se trata de una decisión consciente y calculada lo demuestra, por si hiciera falta, también la candidatura de la senadora Silvia García Larraburu, que ya votó contra la legalización en 2018, acusando a las pibas de “violentas”.

Dirigentes sindicales: aliades para la contención

Junto a las cúpulas de las Iglesias, a los empresarios, gobernadores y diputados que ingresarán al Congreso, el Frente de Todos profundiza su alianza con las conducciones sindicales. Se trata, según Alberto Fernández, de promover un “pacto social” que busca contener los posibles “desbordes” que pueda suscitar el plan de ajuste que prepara.
Que ante el debate del aborto las cúpulas sindicales le hayan dado la espalda a la marea verde, no es un dato menor. Anticipa el rol que estos sectores, junto a las organizaciones sociales vinculadas a las jerarquías de las Iglesias, se preparan para jugar ante un escenario que promete avanzar con más ataques al salario, despidos y carestía de la vida.
Hugo Moyano, que igual que buena parte de los dirigentes de la CGT fue parte de la cruzada contra el derecho de las mujeres, vuelve a ser hoy un preciado aliado. Se insiste: no es un dato menor.
La CTA que conduce Hugo Yasky, que entonces se manifestó a favor de la ley, no convocó ni a una retención de tareas para acompañar la demanda de un paro por las mujeres. Otros referentes sindicales directamente llamaron a elecciones cuando el proyecto se trataba en el Senado de la Nación.
¿A dónde pueden llevar esas alianzas al movimiento de mujeres? Sin dudas, con esas ataduras, sólo mágicamente podrían llevarnos hacia la conquista de los derechos que esas alianzas nos niegan todos los días.

Esa suma no da verde

Más allá de la cantidad de “celestes” que integran las listas de los partidos mayoritarios, el hecho de que se hayan unido pañuelos verdes y celestes, como si fuera posible compatibilizar el derecho a decidir y la prohibición de hacerlo, ya expresa un intento de condicionar la agenda del debate, y en consecuencia también las perspectivas del movimiento.
Si en 2018 vimos que detrás de la “indefinición” de muchos diputados estaba el mensaje del “panquequismo”, que en 2019 veamos al Frente de Todos repitiendo alianzas con dinosaurios, gobernadores y sotanas muestra que hoy sucede lo mismo que en años anteriores con el entonces Frente para la Victoria, que negó el derecho al aborto durante todo su gobierno, aún contando con mayoría en las dos Cámaras. Aquí, claramente, no es (ni era) un requisito ser defensor de los derechos de las mujeres para ocupar una banca.
100% verdes: a favor de los derechos de las mujeres y la diversidad
Durante el debate presidencial, Del Caño recordó que en 2018 “vimos cómo senadores tanto de Cambiemos como del ahora Frente de Todos votaron en contra de un derecho elemental de las mujeres. Mucho de esa decisión tuvo que ver con el interés de las cúpulas de las iglesias”.
“Hoy vemos cómo los acuerdos entre los gobernadores y las cúpulas de las Iglesias impiden la aplicación de la Educación Sexual Integral”, remarcó, y destacó que “para nosotros, Iglesia y Estado tienen que ser asuntos separados”, porque no vamos a avanzar en la legalización del aborto, ni en ningún otro derecho, con esos compromisos.
Hace unos días, decenas de miles volvieron a mostrar, esta vez en la ciudad de La Plata, que el futuro de nuestros derechos está en las calles y en la organización que conquistemos. Para fortalecer esa organización, para que nuestra voz se escuche en el recinto y se multiplique por millones, necesitamos fortalecer a la izquierda, en las calles, y también en el Congreso.

Sol Bajar
Editora de Géneros y sexualidades | @Sol_Bajar
Viernes 18 de octubre | 22:48

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