miércoles, 14 de agosto de 2019

La reelección de Rodríguez Larreta, amenazada por la tormenta

El Frente de Izquierda se reforzó y va por más.

En medio de la debacle electoral del macrismo, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta logró ganar las Paso con un amplio margen: con el 46,5% quedó cerca del triunfo en primera vuelta. Es el único distrito importante en el que el PRO mantiene chances de retener el poder.

Sin embargo sus posibilidades de reelección están condicionadas por el derrumbe del macrismo en el país y en la provincia de Buenos Aires y la crisis política y financiera que desató. Si Larreta no llega a alcanzar el triunfo en primera vuelta, puede perder el ballotage a manos de Matías Lammens (Frente de Todos) que, si bien quedó lejos (obtuvo un 32%), podría canalizar el repudio al descalabro económico.
La clase media porteña, ya en parte golpeada por la inflación, la caída del consumo y la recesión, podría retirarle el voto ante la nueva devaluación y la posibilidad de una corrida bancaria. En esta variante, el PRO desaparecería del mapa político nacional incluso en el distrito que lo vio nacer y que consideraba un bastión inexpugnable.
La crisis está provocando una enorme polarización social en la Ciudad que tiene su correlato geográfico. A diferencia de 2017 donde el PRO ganó en todas las comunas, en esta elección perdió en la 4, 8 y 9 que son las más pobres. Es evidente que se expresó el rechazo al oficialismo por parte de quienes más sufren la crisis.
Lammens fue el beneficiario de ese rechazo, con lo que la votación más alta del kirchnerismo en la Ciudad vino por el lado de un no kirchnerista. Ganó en las comunas 4 y 8 y virtualmente empató en la 9. Su campaña fue de una brutal adaptación a la política de Larreta. En ninguna entrevista se privó de elogios hacia su gestión, diferenciándose solo en cuestiones de forma o de sensibilidad social. Esto se explica porque no expresa intereses de fondo contrapuestos. Esto puede jugarle a favor en un ballotage frente a un Larreta cargado con la derrota nacional.

La votación de la Izquierda

Tomada de conjunto, la izquierda obtuvo una votación menor que en 2017. Pasó del 10,4% al 7,2%, aunque concentradp en menos partidos. En parte, la polarización ya se había expresado en la cooptación de parte de la izquierda y de la centro-izquierda hacia el Frente de Todos. Y por el otro lado, tanto el radicalismo local como el Partido Socialista se sumaron a las filas del PRO. En este cuadro difícil agravado por la doble elección ejecutiva, nacional y local, el Frente de Izquierda amplió su votación y obtuvo el cuarto lugar. Este resultado demuestra el acierto de haber conformado el FIT-Unidad junto al MST ampliando el frente único contra los candidatos del FMI.
En la categoría a Jefe de Gobierno obtuvimos el 4% de los votos para Gabriel Solano, un crecimiento del 78% respecto de las Paso de 2015 cuando sacamos 2,24% con la candidatura de Myriam Bregman. A partir de ahora la candidatura de Solano puede tener un mayor relieve debido a que sólo superaron las paso Larreta, Lammens y Matías Tombolini (candidato de Consenso Federal). El objetivo hacia octubre es obtener el tercer lugar; si logramos sumar los votos del MAS y de Autodeterminación y Libertad (la fuerza de Luis Zamora) que no superaron las Paso, quedamos sólo a 1,1 puntos de Tombolini.
En la categoría de diputados obtuvimos 4,7%, un 23% más que en las Paso de 2017 cuando obtuvimos un 3,8% con la candidatura de Marcelo Ramal. Queda planteada la pelea por el ingreso de Myriam Bregman al Congreso, quien rotaría la banca con Vanina Biasi. Con la posibilidad de sumar los votos del MAS, estamos a solo 2 puntos de conseguirlo. La dificultad que se presenta es la lista de Luis Zamora, que pasó raspando las Paso con un 1,65% de los votos solo en su categoría (diputado nacional). Perdió más de la mitad de la votación de 2017 cuando obtuvo 3,7%. Ante esta circunstancia, sería un paso adelante el retiro de su candidatura en favor de una lucha común por un diputado nacional contra el régimen del FMI y el pago de la deuda usuraria, planteos que compartimos.
En la categoría de legisladores obtuvimos un 4,3%, lo que nos acerca al objetivo de conquistar dos bancas al igual que en 2017. Sumando los votos de la izquierda que no pasó, quedamos a dos décimas de alcanzarlo. Esto nos permitiría ampliar la representación del Frente de Izquierda a cuatro legisladores.
En la campaña dimos una gigantesca pelea en defensa de las condiciones de vida y de los trabajadores, las mujeres y la juventud amenazadas por la decadencia irremediable del capitalismo. Muchas de las actividades se realizaron de manera frentista con todos los partidos del FIT-U; creemos necesario seguir este camino convocando a un Congreso del FIT-U que se convierta en un polo contra todos los partidos del ajuste.

Facundo Lahitte

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