Tres listas competiremos en el FIT-U en las elecciones PASO del 6 de Octubre. Tuvimos que apelar a este recurso de última instancia como forma de evitar la ruptura del Frente de Izquierda en la provincia, en donde vamos a enfrentar a tres grandes bloques patronales: el del Kirchnerismo, ahora integrado con la enorme mayoría del frente que gobernó con Urtubey durante 12 años; el del intendente de la ciudad de Salta, Gustavo Sáenz, alfil principal del macrismo y ex vice de Massa y el de Alfredo Olmedo que, en alianza nada menos que con la UCR, encabeza un frente “Celeste” -anti-derechos de la mujer.
Con compañeros del PTS formamos la lista UNIDAD que enfrenta a los seguidores salteños del grupo rupturista de Altamira que fue el principal obstáculo para que haya lista única contra los partidos capitalistas.
Nuestra lista está encabezada por Pablo López y Gabriela Cerrano, senadora MC y gran activista por los derechos de la mujer, el actual diputado Claudio Del Plá a la intendencia, la actual concejal Cristina Foffani a diputada provincial y Jorgelina Franco ex concejal, al concejo deliberante. Las compañeras Daniela Planes y Florencia Gasparini del PTS integran las listas de legisladores.
El grupo de Altamira es claramente hostil al Frente de Izquierda. En los actos de su campaña se han dedicado a atacar al FIT-U, condenando al mismo tiempo su programa, sus métodos y su acción política. Altamira en persona ha concentrado sus fuerzas en denostar públicamente a sus candidatos, en Salta y en el país. Un hilo político claro une el ataque a un frente único de la izquierda y su creciente seguidismo al kirchnerismo-pejotismo. De la negativa a denunciar la colaboración vital de los gobernadores pejotistas como Urtubey con Macri en la consigna del PO, con la excusa de que el “kirchnerismo ya estaba muerto”, pasó a afirmar en una visita reciente a nuestra provincia que una victoria de Alberto Fernández provocaría una irrupción popular en la región, desde Argentina y Brasil a Puerto Rico. La realidad lo desmiente: el Frente de Todos hace un esfuerzo enorme para evitar una respuesta callejera a la devaluación de esta semana. Su “pronóstico”, si fuera certero, lleva a votar al frente pejotista y a abandonar la independencia política de los trabajadores. Con este embellecimiento del kirchnerismo no hay modo que pueda avanzar la lucha por la independencia obrera.
Los adherentes locales del grupo de Altamira han trasladado hacia el FIT-U el rupturismo profundamente dañino para la construcción de una organización independiente de la clase obrera que vienen practicando contra el Partido Obrero a nivel nacional y, desde ya, en Salta. Empezaron atacando al FIT-U con una política de infamias, representando falsamente su política, y ahora la continúan con una política intrigante para promover disputas y divisiones. Reclamaron hegemonizar el conjunto de los cargos sin que esto se corresponda a la realidad política ni organizativa de la escisión que han producido.
Esto muestra que detrás de la pátina “principista” lo que existe es la búsqueda sin principios de cargos parlamentarios y la figuración pública de sus miembros, en detrimento de los líderes históricos del PO. Así quedó demostrado cuando a lo largo de toda la negociación jamás aceptaron ceder la cabeza de la lista de diputados y concejales de la capital, ni la candidatura a gobernador. Por su parte el MST se retiró sobre el final de la discusión que mantenía con el PTS y el PO para formar una lista Unidad que expresara en Salta la defensa del FIT-U. Terminó presentándose en soledad, con el cálculo de que esto lo beneficiaría en la eventualidad de acceder a cargos parlamentarios.
En Salta, como en todo el país, el rol principal del Frente de Izquierda es la batalla contra el régimen del FMI que tiene como actor principal al Frente de Todos, que no es otra cosa que un refrito de los hombres y partidos que gobernaron con Romero y Urtubey los últimos 24 años. Y ese será un eje fundamental de nuestra campaña para que la crisis la paguen los capitalistas. La propuesta de una asamblea constituyente en Salta sólo podría dar lugar a una organización constitucional más reaccionaria de la que ya tenemos de la mano de los partidos de la oligarquía, desde el PJ hasta Olmedo que han dominado las recientes PASO.
Vamos por la defensa de la tradición histórica del PO forjado en las grandes batallas contra el régimen oligárquico. Vamos por una campaña electoral cuyo eje será la lucha para que la clase obrera intervenga en la crisis nacional y se instale un programa y una salida obrera a la descomposición capitalista.
Claudio Del Plá
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