Ante la crisis, el sindicalismo combativo ganó las calles
El sindicalismo combativo se movilizó esta tarde a Plaza de Mayo con un programa que incluye el reclamo de aumento inmediato de salarios y jubilaciones ajustados por la inflación; reapertura de paritarias; abolición del impuesto al salario; prohibición de despidos y suspensiones; reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; no pago de la deuda externa; nacionalización de la banca y el comercio exterior; paro activo nacional de 36 horas con movilización y plan de lucha; congreso de delegados mandatados por asambleas del movimiento obrero; y fuera el régimen del FMI.
Se trata de una respuesta ante la crisis, agudizada con la devaluación post- Paso, que contrasta con la pasividad de las centrales sindicales.
La marcha partió desde el Obelisco a las 15hs y debió sortear el despliegue represivo de la Policía de la Ciudad, que arrojó gases lacrimógenos contra la multitud y valló la Casa de Chubut para impedir el arribo de las columnas en apoyo a los estatales y docentes de esa provincia, que pelean por el cobro en tiempo y forma de los salarios. La movilización, no obstante, se detuvo en la Secretaría de Trabajo de calle Alem, donde hoy debía sesionar el Consejo del Salario para discutir una actualización del salario mínimo (reunión que fue postergada hasta fin de mes).
Secretaría de Trabajo
Frente a la Secretaría de Trabajo se hizo un primer acto con oradores de organizaciones sindicales y piqueteras. Jorge Adaro, secretario general de Ademys, expresó su solidaridad con la lucha de los docentes de Chubut y denunció que “recién mañana la mayoría va a cobrar el sueldo de agosto”. Criticó también a Alberto Fernández por su reunión y respaldo al gobernador Mariano Arcioni. Planteó la necesidad de un paro nacional docente en apoyo a los trabajadores de la educación chubutenses. Hablaron también una referente de la agrupación Jorge Weisz, Cristina Mena (MTR 12 de Abril), Mónica Sule (MST Teresa Vive), un delegado de ATE Conicet y un compañero de la cooperativa gráfica Madygraf.
Ileana Celotto, secretaria general de AGD-UBA, señaló que tanto Macri como Alberto Fernández comparten una orientación de ajuste y subordinación al FMI. Y cuestionó a las direcciones sindicales. “El operativo de contención se agudizó porque toda la burocracia sindical está con los Fernández-Fernández-Massa, desde Daer hasta Godoy, pasando por Yasky y Moyano”, dijo. Y precisó que la fórmula F-F postula una modificación de los convenios colectivos, una tregua de 180 días entre las patronales y los sindicatos que redundará en un congelamiento del salario, y un dólar a 60 pesos que es “bueno para el agro y los exportadores pero que revienta a nuestros sindicatos”. Por todo ello, concluyó que “es urgente un congreso de delegados con mandato de bases de sus asambleas para discutir cómo enfrentamos este ajuste, cómo salimos adelante con un programa obrero, cómo ponemos en pie un paro activo de 36 horas”.
Plaza de Mayo
La jornada culminó con un acto en Plaza de Mayo en que hablaron referentes de las organizaciones obreras.
“Lo que está desactualizado no es el dólar sino el poder adquisitivo de los trabajadores”, dijo Alejandro Crespo, secretario general del Sutna (sindicato del neumático). A la unidad de las conducciones sindicales para la tregua, le opuso la unidad obrera para la lucha. “Si las centrales se unen para callarnos, los trabajadores nos uniremos para”. Y pronosticó que los trabajadores harán una rápida experiencia con la tregua y el “pacto social” que promueve la burocracia sindical. “La esperanza de una salida a la crisis la ponemos en los trabajadores”, concluyó.
Hablaron también compañeros de la fábrica de baterías Ran Bat, ubicada en el parque industrial de Burzaco, que llevan 18 días de lucha contra el cierre de la planta. Y de la papelera Ansabo, de Quilmes, que hace más de un mes están en lucha en defensa de sus puestos de trabajo.
Eduardo “Chiquito” Belliboni, del Polo Obrero, destacó los piquetes y movilizaciones en 17 provincias que desarrolló durante la jornada el frente de lucha piquetero en reclamo de la apertura y duplicación de los planes sociales; un salario equivalente a la canasta familiar y un seguro al desocupado del 80% de ese salario. “Macri y los F-F han pactado una transición a costa de las reivindicaciones populares”, denunció. Y anticipó un plan de lucha progresivo de las organizaciones piqueteras a partir de la semana próxima.
Hicieron uso de la palabra también Claudio Dellecarbonara (delegado del subte e integrante del Movimiento de Agrupaciones Clasistas) y el referente de la lista Marrón del vidrio y de la lucha de la autopartista Pilkington, Esteban Salvatierra.
Guillermo Pacagnini, secretario general de la Cicop, afirmó que “no somos un sindicalismo neutral, somos un sindicalismo democrático, clasista y de izquierda”. En tal sentido, llamó a dar la pelea para conquistar a los trabajadores que votaron por Alberto Fernández.
Rubén “Pollo” Sobrero, de la Unión Ferroviaria de Oeste, reclamó la libertad para Daniel Ruiz (preso por luchar contra la reforma previsional durante la jornada del 18 de diciembre de 2017) y exigió a las centrales sindicales la convocatoria a un paro nacional.
Participaron de la movilización el delegado del subte Christian Paletti, Jorge Hospital (de la Lista Gris ferroviaria), Pablo Eibuszyc (Naranja Telefónica), choferes de las líneas 540/553, y compañeros de otra más de decena de gremios. Referentes políticos del Frente de Izquierda Unidad (Romina Del Plá, Néstor Pitrola, Gabriel Solano, Nora Biaggio, Vanina Biasi, Guillermo Kane, Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Juan Carlos Giordano y Vilma Ripoll, entre otros) acompañaron la movilización a Plaza de Mayo.
Prensa Obrera
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