miércoles, 16 de julio de 2014

Homenaje en Rosario a la "Negra Celia", militante del PRT y teniente del ERP



En otra enorme batalla ganada por la memoria y la lucha popular, el jueves pasado se inhumaron los restos de lamilitante del PRT y Teniente del ERP, Irma Elena Montenegro, conocida como “la Negra Celia”.
Fue en el cementerio de Puerto General San Martín, al norte de Rosario, donde se dieron cita representantes de organismos de derechos humanos, organizaciones políticas, músicos populares y compañeros y compañeras de militancia de la joven secuestrada y asesinada durante la última dictadura militar. Su hijo, nietos y otros familiares encabezaron el homenaje.
Otra vez la historia se hizo presente demostrando que el pasado está vivo y que no es algo que podrá olvidarse por decreto. No habrá jamás borrón y cuenta nueva y menos aún hasta que no se recupere la identidad de cada militante desaparecido y de cada hijo cuya identidad fue robada y no se enjuicie a cada genocida responsable de las atrocidades realizadas durante la última dictadura militar.
Prueba de ello fue el acto con el que se despidieron los restos, ahora identificados, de la militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y Teniente del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Irma Elena Montenegro, “la Negra”, cuyo nombre de guerra era Celia. Allí, su hijo, sus nietos y otros familiares, junto a sus compañeros y compañeras de militancia, dejaron en claro que el dolor no se olvidó y que sigue siendo absolutamente necesaria la ceremonia del duelo que permita ayudar a cicatrizar nuestra historia. Cómo no darse cuenta de ello al ver caer las lágrimas de los ojos de niños y niñas de no más de 10 o 12 años, probablemente nietos de Irma, al encontrarse con los relatos de mucha gente y los abrazos sentidos de desconocidos que les daban apoyo hablándoles de su abuela.
Montenegro fue, además, compañera de vida del Gringo Ángel Porcu, también militante del PRT y dirigente de la UOM de Villa Constitución. Juntos tuvieron un hijo, Gabriel, que pudo confirmar su identidad hace algunos años, ya que su madre, ante la inminencia del peligro, prefirió dejarlo al cuidado de su hermano, quien nunca le reveló su verdadero origen. Nélida Turlione, una de las compañeras presentes en el homenaje, remarcó que “la Negra estaba muy preocupada por su hijo. O caíamos todos o salvábamos al chiquitito. Fue muy doloroso para ella dejar a su hijo con su hermano”.
Por su parte, el Secretario General de ATE Rosario y de la CTA provincia de Santa Fe, Gustavo Martínez, fue íntimo amigo y compañero de Porcu, por lo que su recuerdo de Irma fue por la vía del relato del Gringo. De hecho, afirmó que a Gabriel lo conoció “a través de la imaginación del Gringo, que se preguntaba cómo sería”.
Quien también tomó la palabra durante el homenaje fue Héctor “la Chinche” Medina, quien en los '70 fue militante de la Juventud Guevarista, la rama juvenil del PRT. “La conocí cuando era muy pibe, cuando iban a Villa Gobernador Gálvez a enseñarnos a organizarnos para pelear por la libertad”, rememoró. Quizás por eso eligió catalogar a la recuperación de los restos de la Negra Celia como “un triunfo” y aseguró que seguirán “peleando para encontrar a cada uno, para saber la verdad y luchando por la memoria, por la verdad y por la justicia, para que todos los genocidas terminen con cárcel común, perpetua y efectiva”.
El “Colorado” Jorge Marcos, también integrante del PRT y el ERP, incluyó en sus palabras un toque de humor y hasta de recuerdos amorosos. Enumeró muchas y enormes cualidades de la compañera Irma, y destacó que “era muy difícil que una mujer pudiera llegar a ser teniente del ERP y ella era muy valiente”. El Colo también recordó que ella fue una de las que custodió a Stanley Sylvester, el gerente del Swift y cónsul inglés en Rosario, secuestrado por el ERP en 1971. Marcos hasta se animó a confesar que se debía haber enamorado de ella. “De las compañeras que conocí yo creo que era la más brillante”, concluyó.
Luego de varios oradores más, un grupo de músicos oriundos del Cordón Industrial interpretó algunas canciones en honor a Montenegro. Después de ellos, un integrante de la actual Juventud Guevarista, “el Mecha”, se ofreció a cantar la zamba “La Guerrillera”, y luego, a pedido, ejecutó la marcha del ERP, que acompañaron varios de los presentes con sus voces y sus puños en alto.
Un profundo silencio acompañó, más tarde, la despedida de los restos hasta el sepulcro, que se quebró con un cerrado y prolongado aplauso. Vale recordar que Irma Montenegro fue secuestrada por un grupo de tareas en la zona sur de Rosario y permaneció desaparecida en el centro clandestino de detención llamado La Calamita, en Granadero Baigorria. Fue asesinada en junio de 1977 en esa localidad, en uno de los habituales simulacros de enfrentamiento perpetrados por los dirigentes de la dictadura, conocido como la "Masacre de Las Verbenas y 9 de Julio".
Finalizado el homenaje, “la Chinche” Medina evaluó la importancia de este hecho y puso sobre la mesa los valores que viene a levantar la recuperación de los restos de Montenegro. “Además de una compañera, recuperamos el cuerpo de una referente, una militante destacada, una revolucionaria que luchaba por el socialismo, que luchaba por los más humildes, puso su compromiso hasta tal punto de dar su vida por una sociedad más justa. Lo que expresaba la Negra era la voluntad de construir una sociedad distinta en representación de los trabajadores y el pueblo argentino”.

rosario@indymedia.org

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