El 7 de febrero se realizó la audiencia pública para “debatir” un nuevo aumento de la tarifa del subte, una instancia que al no ser vinculante no es más que una formalidad, ya que la decisión está tomada: el boleto se va a $4,50. Como ya lo hicimos en la audiencia anterior, nos hicimos presentes para denunciar al gobierno de Macri y la empresa Metrovías, que ya preparaban este nuevo ataque al bolsillo de los trabajadores, señalando también la complicidad del gobierno K y sus legisladores en la Ciudad. Participó también Marcelo Ramal, legislador de la banca del FIT.
Denunciamos que mantienen un secreto total sobre las ganancias de la empresa, mientras la administración PRO aumenta la tarifa para que los únicos que paguemos seamos los usuarios, mayoritariamente trabajadores y estudiantes que todos los días soportamos un servicio pésimo e inseguro. Piccardo, titular del SBASE, sigue mintiendo sobre los supuestos gastos de explotación, anunciando obras e inversiones que nunca se concretan y garantizándole a Metrovías subsidios por más de $1000 millones.
Son estos funcionarios los que después intentan demonizar a los trabajadores cuando peleamos por recomponer nuestro salario; son los mismos que en los últimos dos años le regalaron un aumento de más del 300% en el valor del pasaje a una empresa que lleva años sin invertir un peso en mantenimiento ni en seguridad. Esta desidia no es gratuita: en los últimos 2 años murieron cuatro trabajadores y hubo decenas de accidentes con pasajeros.
Fue también significativa la ausencia de los legisladores kirchneristas en la audiencia, que votaron junto a los macristas el traspaso vergonzoso a la Ciudad en su momento, y luego la extensión de la “emergencia” por dos años más que le otorga “superpoderes” a Macri. Vienen avalando todos los aumentos en los servicios públicos, como está pasando con el de los colectivos.
Tanto el gobierno nacional como el PRO parecen estar de acuerdo en que seamos los trabajadores quienes paguemos los costos de estas empresas monopólicas que desde hace años vienen ganado millones. Esto va en sintonía con el ajuste que el gobierno nacional está llevando adelante mediante la inflación, el enfriamiento de la economía y el intento de poner un techo a las paritarias; ya vimos cuál es su política con el vergonzoso aumento del 11% que le acaban de dar a los jubilados, muy por debajo de la inflación. La frutilla del postre de los K es el anuncio de la entrega de la explotación del servicio de los ferrocarriles Mitre y San Martín a los Roggio, dueños de Metrovías, uno de sus grupos empresarios favoritos.
Está claro que continúan con la política de transformar la Ciudad de Buenos Aires en un paraíso para los negociados, como se vio con las aulas container, los negocios inmobiliarios permanentes y concesiones como la de Metrovías. Ya es hora de que las centrales sindicales convoquen a un plan de lucha en serio por el salario y para detener los tarifazos. Hay que dejar de subsidiar a los parásitos como los Roggio y que el subte sea estatizado y puesto bajo control de los trabajadores y los usuarios, ya que somos los únicos interesados en hacer del transporte un servicio público eficiente y seguro, y en evitar que siga siendo un gran negocio para un grupo de empresarios.
Claudio Dellecarbonara
No hay comentarios:
Publicar un comentario