El gobierno de Mauricio Macri produjo un nuevo y duro ataque que afecta al área de salud; ya lo están padeciendo los trabajadores de los hospitales de la ciudad y el SAME, además de todos los que acuden al sistema de salud pública, es decir los trabajadores y los sectores más pobres no solo de la ciudad, sino también del Gran Buenos Aires. En octubre del año pasado el gobierno porteño aplicó una resolución, la 1657, mediante la cual se reduce la cantidad de horas de suplencia de profesionales en hospitales y programas del SAME. Son 1500 los profesionales (médicos, asistentes sociales, psicólogos) a los que les quitaron horas o dejaron sin trabajo. Así, desaparecieron programas enteros destinados a los sectores de menos recursos, como por ejemplo el que asistía niños en situación de calle. A pesar de que la jueza López Vergara dictó una medida cautelar de no innovar para frenarlo, Macri sigue adelante con el ajuste. Los trabajadores de la salud organizados en la Coordinadora Gremial por la Salud Pública (COGRESAP) vienen realizando medidas en reclamo de la anulación de la resolución 1657 y de la reincorporación de sus compañeros. La próxima medida convocada es un acto para el 19 de febrero. Dialogamos al respecto con Osvaldo Saleh, médico del Hospital Álvarez y vocal de la Asociación de Médicos Municipales (AMM) por la lista opositora Frente de Recuperación Gremial.
¿Cuáles son los efectos de la resolución 1657?
Afecta a profesionales que tenían horas de suplencia de guardia, que se utilizaban como horas de planta. Es decir que médicos que tenían un consultorio de flebología, por ejemplo, dejaron de tener esas horas y el hospital se quedó sin flebólogo. Hoy en el hospital tenemos un sólo nefrólogo, o sea que hay días que no se pueden hacer diálisis; nos quedamos sin cardiólogos infantiles, sin psicólogos que tenían grupos de trabajo de violencia familiar y drogadicción. En el hospital 98 profesionales se quedaron sin trabajo. También se redujo la cantidad de médicos de guardia. A esto hay que sumarle que desde mayo del año pasado los médicos perdimos un 20% de nuestro salario, por un error de facturación, que todavía no arregló el gobierno de Macri.
¿Esas horas de suplencias que se recortaron, que en realidad son especialidades, no se cobran como tales?
Claro. Es un trabajo precario que muchos compañeros tienen durante años. Esas horas se consiguen de acuerdo al consejo asesor de trabajadores de cada hospital, allí se reúnen los jefes de departamento y dicen en qué área necesitan nombramientos suplentes. O sea que es un parche: el profesional necesita trabajar y el hospital necesita esa especialidad. En el Álvarez además se viene de un incendio de hace dos años y están las obras muy demoradas; acá en la guardia se atiende en el pasillo. Si la gente pudiera ver eso se indignaría y diría “yo acá no me puedo atender”.
Más allá de las obras ¿hay mucha falta de recursos humanos?
Estas deficiencias van más allá de la gestión de Macri, vienen desde hace años. No hay una política sanitaria adecuada y se nota que falta personal médico y de enfermería si los comparamos con los estándares de calidad. Como los salarios son bajos, los profesionales trabajan muchas horas, mientras que los funcionarios se votan aumentos del 60%, cuando deberían ganar lo mismo que un maestro o un médico. Buenos salarios garantizan mejor rendimiento y menos errores.
¿Qué responsabilidad tiene el gobierno nacional?
Tiene una clara responsabilidad. Siempre buscan la manera de ahorrar plata. Por ejemplo, en el Álvarez hay contenedores que funcionan como guardias porque hay una empresa que los alquila al Estado, o sea que es un negocio.
LVO
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