¿Qué jubilado puede vivir con $2.757 al mes? La cifra indica lo que recibirá por mes el 71% de los jubilados, condenado a cobrar la mínima, tras el aumento informado por Cristina Kirchner este 4 de febrero. Para los beneficiarios de pensiones no contributivas, lo otorgado no es mucho mejor, el incremento se reduce a $200 mensuales.
La suba de 11,3% en las jubilaciones, que se cobrará recién con los haberes de marzo, en medio de una inflación galopante, es una declaración de guerra contra los trabajadores y confirma que el gobierno pretende fijar topes salariales ínfimos en paritarias, además de otorgar los aumentos en cuotas. La presidenta hasta retó al alcahuete de de la CGT oficialista, Antonio Caló, que había dicho que “a la gente ya no le alcanza para comer”. El Instituto de Estudio de Consumo Masivo detalla que en enero de 2014 hubo una inflación cercana al 4% para los productos de consumo, casi el doble que en el mismo mes de 2013. En este contexto ¿qué nombre habría que darle a la situación de la mitad de los trabajadores cuyo salario es menos de $4000 al mes, o para la inmensa mayoría de los jubilados que apenas logra sobrevivir? ¿No pasan hambre?
La presidenta también criticó a los empresarios porque remarcan los precios. “No vamos a permitir que sigan saqueando los bolsillos de los argentinos” dijo Cristina y llamó a su militancia a “cuidar los precios”. A no confundirse. El gobierno insiste con un discurso que a esta altura no convence a nadie. Como denunciamos desde La Verdad Obrera lo que está en marcha es un ajustazo.
Tras ceder a los exportadores con la brutal devaluación que condujo al dólar a $8 (y disparó aún más la inflación “que saquea los bolsillos de los argentinos”) el camino en el que se afirma el gobierno frente a la crisis del “modelo” es el del ajuste liso y llano. Veamos: el ministro Kicilloff viene de reunirse con el Club de París para volver a endeudarse con los organismos internacionales. Los tarifazos están a la orden del día, política también aplicada por la oposición patronal, como muestra el “boletazo” del radical Ramón Mestre en la ciudad de Córdoba, que obligó a las dos CGT de esa provincia a lanzar una movilización por el salario y el empleo para el 14/2. El reciente aumento de las tasas de los LEBAC (Letras del Banco Central) al 30% dándole la pauta a los banqueros para subir las tasas de interés confirma la vuelta a la “ortodoxia”: encarecer el crédito, lo que lleva al “enfriamiento” de la economía, política que puede, incluso, abrir un escenario más recesivo que avance con las suspensiones y despidos en la industria. La suba de las tasas junto a los "techos" salariales es el único plan de los K para frenar la inflación. Los agradecidos son los bancos y las patronales que, como de costumbre, harán su negocio.
Sin embargo, el panorama político y económico es aún incierto. Aunque el gobierno logró el apoyo de las automotrices, los exportadores agrarios todavía no se contentan con el dólar a $8 para decidirse a liquidar ventas al exterior por 3.500 millones de dólares. El acercamiento a los "mercados" está plagado de incertidumbre, el establishment financiero imperialista puja por más ajuste y una devaluación más aguda. Pese a la reaccionaria política adoptada por los K, todavía está en cuestión, si el gobierno podrá contener la crisis o sobrevendrán golpes de mercado que lleven a una escalada inflacionaria.
Por un Encuentro Nacional de organizaciones obreras, clasista y combativo
Ante el mayor ataque al movimiento obrero en la década, la burocracia sindical se desnuda cada vez más como cómplice del ajuste. La CGT oficialista está por postergar las paritarias. Hugo Moyano vive reuniéndose con los políticos de la oposición patronal. No sólo se juntó con el derechista Mauricio Macri, que le repitió lo mismo que dice a diario la UIA (al igual que Massa o Binner): moderación en los reclamos salariales. La última del camionero fue juntarse con la Sociedad Rural donde recibió cálidos elogios. Ni la CGT ni la CTA oficialistas ni la CGT opositora hablan de medidas de fuerza. Mientras tanto, la CTA de Pablo Micheli decidió lanzar una nueva medida testimonial para marzo.
Para enfrentar el ajustazo es necesario reunir en un gran Encuentro Nacional a todo el movimiento obrero combativo y antiburocrático contra el inmovilismo de los dirigentes sindicales. El Encuentro sería una gran tribuna para impulsar en los gremios de las CGTs y las CTAs la convocatoria inmediata a paritarias, libres y sin techo y para que los paritarios sean elegidos en la base. Ya mismo se puede empezar a convocar a Encuentros regionales para coordinar a los que luchan y para apoyar a los docentes que entran en paritarias con un gobierno que busca usarlos como caso testigo de su política antiobrera y donde su dirigente, Hugo Yasky, juega para el lado del ajuste.
El Encuentro Nacional que proponemos y que es vital que sea impulsado por todos los partidos que integramos el FIT, tiene como fin llevar a cada lugar de trabajo un programa que comience por reclamar un salario mínimo equivalente a la canasta familiar y el 82% móvil para los jubilados, además de una “cláusula gatillo” que indexe automáticamente los haberes según la verdadera inflación. Un pliego de reclamos que se pronuncie por ninguna suspensión, ni despido, por el reparto de las horas de trabajo, sin reducir el salario. Por el fin del trabajo en negro y el pase a planta de todos los precarizados.
Para que no descarguen la crisis sobre nuestras espaldas, el único control de precios que puede pararle la mano a los grandes supermercados y a los remarcadores es el de los propios trabajadores y comités populares. Hay que pararle la mano a las grandes exportadoras de granos que retienen la producción confiscando a las comercializadoras e imponiendo el monopolio estatal del comercio exterior, para decidir qué se exporta y qué se importa en función de las necesidades populares y no de los beneficios de las multinacionales. Para acabar con la usura y la especulación hay que expropiar a los bancos y crear una banca estatal única controlada por los trabajadores que termine con los usureros.
Un gran Encuentro Nacional que levante este programa, permitiría crear un polo frente a todas las alas de la burocracia, para luchar por imponerlo en cada sindicato, exigiendo a las centrales sindicales un paro nacional y un plan de lucha.
Absolución inmediata a los petroleros de Las Heras
CFK terminó su acto hablándole a la militancia kirchnerista. Aprovechó para tirarse contra los “grupos” que cortan calles y rutas aludiendo indirectamente a la izquierda clasista y combativa. Claro, si hacía referencia directa no hubiera podido decir que “son 10 o 20”, porque el FIT viene de obtener 1,2 millones de votos, 3 diputados nacionales, varios diputados y concejales provinciales, y reúne columnas de miles y miles de trabajadores y jóvenes que luchan por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Esta realidad quiere “ningunear” Cristina con sus trillados ataques macartistas.
Al día siguiente de esta provocación partidos de izquierda, organizaciones obreras y estudiantiles cortamos Corrientes y Callao en la Ciudad de Buenos Aires por la absolución de los petroleros de Las Heras. A la tarde una combativa marcha llegó hasta la Plaza de Mayo. En el palco algunos de los oradores fueron el premio Nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, y las madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, Elia Espen y Mirta Baravalle, además de Ramón Cortés, uno de los condenados a prisión perpetua, así como Nicolás del Caño y Néstor Pitrola, diputados nacionales del FIT, la CTA y miembros de la comisión interna de la gráfica Donnelley. El acto reunió a un gran arco de organizaciones obreras y estudiantiles así como a los legisladores del Frente de Izquierda como Christian Castillo y Myriam Bregman.
La campaña por la absolución no sólo toma fuerza en Argentina. En varias ciudades del mundo, en Francia, Alemania, Brasil, Chile, el Estado Español y México se realizan acciones frente a los consulados. En esta edición de La Verdad Obrera reflejamos el conjunto de la solidaridad desplegada por las comisiones internas combativas, la izquierda clasista y el movimiento estudiantil en nuestro país y a nivel internacional.
La pelea por la absolución de los petroleros es parte del programa de lucha de toda la clase obrera y el movimiento estudiantil. No vamos a permitir que el gobierno y la justicia que responde a los poderosos golpee contra los trabajadores castigando con la cárcel perpetua a quienes fueron un ejemplo de lucha.
La solidaridad reunida en defensa de los obreros condenados es una gran herramienta no sólo para lograr la absolución sino también como medida de autodefensa para la clase obrera en un año que se prevé de gran inestabilidad política y económica, donde los trabajadores seguramente, más tarde o más temprano, harán valer sus derechos en defensa de sus condiciones de vida contra el ajustazo del gobierno.
Ruth Werner
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