sábado, 28 de diciembre de 2013
Todos por la patria
En estos días salió a la venta La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina un libro de Pablo Waisberg y Felipe Celesia. Marcha dialogó con uno de los autores sobre los distintos aspectos de este libro que repasa la historia del Movimiento Todos por la Patria (MTP).
Pablo Waisberg es periodista del diario Página 12 y de la revista Crisis entre otros medios. Es coautor de una biografía de Rodolfo Ortega Peña y otra de Mario Firmenich. Su libro más reciente es La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina, escrito en conjunto con Felipe Celesia.
Marcha dialogó con Waisberg sobre los distintos ejes que atraviesan el libro que recorre la historia del Movimiento Todos por la Patria (MTP), responsable del asalto al cuartel de La Tablada el 23 de enero de 1989.
Además de la redacción del libro los autores han digitalizado todos los números de la revista Entre Todos que publicaba el MTP durante la década de 1980 brindando así la posibilidad de un acercamiento mayor a la experiencia de esta particular organización de izquierda de nuestro país.
-Dentro de la historia de las organizaciones de la izquierda argentina el MTP ocupa un lugar cuanto menos incómodo. ¿Eso se replicó a la hora de la recolección documental y testimonial? ¿Qué trabajos previos al de ustedes se pueden marcar como aportes para entender al MTP?
-El asalto a La Tablada quedó como en una nebulosa en la historia reciente. Entendemos que eso no sólo tuvo que ver con que el MTP no terminó de explicar cómo fue ese asalto y el silencio posterior en el que entró la organización sino también con que en la recuperación del cuartel se repitieron, en plena democracia, los crímenes cometidos durante la dictadura: ejecuciones sumarias, torturas y desaparecidos. Esa situación hizo que los sobrevivientes necesitaran un tiempo para poder retomar el tema. Hay varios trabajos previos, como el libro de Hugo Montero (De Nicaragua a La Tablada) o las memorias de Gorriarán Merlo. También un paper de Claudia Hilb.
-Cuando se piensa en el Todos por la Patria inmediatamente aparece una ligazón con los hechos de La Tablada, pero hay una riquísima historia previa, ligada a experiencias de trabajo político bien diferentes ¿Cómo aparece esto en el libro?
-El libro está estructurado en dos ejes: la crónica del asalto y la historia del MTP, que fue un partido que nació con una concepción frentista que intentaba recoger las enseñanzas políticas del proceso sandinista. Esto es un amplio frente político que tomó muy encuentra el rol de los cristianos y de los distintos sectores que podían avanzar en el sentido de la liberación.
-Sintetizar las culturas políticas de comunistas, guevaristas, cristianos, peronistas y hasta radicales de cara a tareas de "Liberación Nacional" aparecía como un eje estratégico de su grupo fundador ¿hasta que punto esto pudo desarrollarse?
-Se desarrolló entre 1986 y fines de 1987 o principios de 1988, cuando se produjo el debate interno que generó un cambio de línea política del MTP. Aunque hay que aclarar que antes de la fundación del MTP, en mayo de 1986, todo el grupo fundador se dio una política de ir sumando distintos sectores que incluyó las experiencias de las revistas Frente a la realidad del país y del mundo (editada en 1982) y Entre Todos, que apareció en noviembre de 1984. Mientras se mantuvo esa línea frentista desarrollaron trabajos en barrios, colegios secundarios y gremios.
-Hay una muy controvertida historia entre el MTP y esa otra experiencia de los ochenta que espera un historiador como lo fue el Partido Intransigente (PI) ¿Qué pudieron averiguar acerca de esto? ¿Cual era la relación con otros espacios, como la Renovación peronista y el MAS?
-El nacimiento formal del MTP arrastró a muchos militantes que hasta ese momento estaban en el PI. En su mayoría eran ex presos políticos que habían buscado en el PI un partido de militancia. Se habían sumado a esa fuerza luego de salir de la cárcel, en los primeros años de la democracia. Pero al poco de andar se dieron cuenta de que ese partido era una forma de volver a conectarse, a reinsertarse políticamente, pero que no era su lugar de militancia. Muchos de ellos terminaron rompiendo, con mayor o menor ruido político, y se sumaron al MTP. Ese proceso está desarrollado en el libro y hay varios casos concretos.
- Entre todos, los comienzos de Página 12 y un extendido trabajo entre los trabajadores de prensa ¿Conforman una serie de intentos de repensar la forma en que se articulaban las tareas de prensa y comunicación en una organización?
- El MTP se dio una fuerte política comunicacional y de relación con los periodistas de los medios de comunicación comerciales. El financiamiento de Página 12 y de otros proyectos editoriales tiene que ver con la necesidad de crear otros espacios de comunicación, con esa línea amplia con la que nació el MTP.
-"Tomar La Tablada para salvar la democracia del golpe" es el razonamiento público de Gorriarán y el resto del MTP para explicar la toma del batallón ¿Encontraron datos que confirmaran esas hipótesis y análisis? antes que esto ¿ven un proceso de militarización del MTP previo y desligado a la amenaza real o hipotética de golpe?
-No había golpe en marcha en el cuartel de La Tablada y la conducción del MTP y todos los militantes que participan del asalto lo tenían en claro. No encontramos un proceso claro de militarización del MTP pero sí un proceso en el que van enfocando toda su política en la idea de que los militares estaban conspirando para un golpe de Estado. Esa idea, en un país con alzamientos militares, no parecía tan descabellada.
-El accionar represivo durante y posterior juicio sobre los hechos de La Tablada forman parte de las páginas más oscuras de la práctica estatal desde el regreso de la democracia ¿Cómo se refleja esto en el libro?
-Durante la recuperación del cuartel hubo asaltantes rendidos que aparecieron muertos. Eso lo denunciaron los sobrevivientes y hay fotos de detenidos que luego tenían varios balazos en el cuerpo, como es el caso de Pablo Ramos. Además, hay otros dos detenidos que están desaparecidos. En el libro tenemos la secuencia fotográfica de esa detención, que tomó el fotógrafo Eduardo Longoni. Pero además, hubo torturas y hay otros dos dirigentes del MPT que estaban vivos al momento de la rendición y permanecen desaparecidos, Pancho Provenzano y Samojedny.
Federico Araya
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