sábado, 21 de diciembre de 2013

César Milani, y un ascenso plagado de acusaciones



El jueves a la madrugada el kirchnerismo consiguió finalmente aprobar el pliego de Cesar Milani, que le permite al Jefe del Estado Mayor General del Ejército, ser Teniente General. La sesión en la Cámara de Senadores se vivió entre la defensa cerrada del kirchnerismo y las duras acusaciones de la oposición. Fuera del recinto Milani era fuertemente crítica por organismos de Derechos Humanos, por su rol durante la última dictadura militar.

En la madrugada del jueves, el Frente para la Victoria logró aprobar en la Cámara de Senadores el pliego de Cesar Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, que le permitió su ascenso al grado de Teniente General, para de esta manera poder continuar como Jefe del Estado Mayor General del Ejército. La sesión no estuvo exenta de roces y chicanas entre los legisladores del oficialismo y la oposición, estos últimos acusando a los primeros tirar por la borda toda la política de derechos humanos del 2003 a esta parte. A las críticas de la oposición se sumaron la de organismos de Derechos Humanos, y el CELS, que cuestionaron fuertemente la promoción de Milani a la máxima jerarquía militar, por su participación en el Operativo Independencia, y la violación a los DDHH en las que pueda estar implicado.
El pliego de Milani recorrió un largo camino antes de llegar al despacho de la Cámara Alta el jueves por la madrugada. Había sido tratado en comisión la semana anterior, obteniendo el kirchnerismo dictamen de mayoría, junto con el resto de los ascensos de oficiales que año a año debe aprobar el Congreso de la Nación. Sin embargo, no era la primera vez que se ponía en discusión el ascenso del entonces General de División.
A mitad de año el kirchnerismo decidió remover al Teniente General Luis Alberto Pozzi, como Jefe del Ejército, tras la asunción del nuevo ministro de Defensa Agustín Rossi. Pozzi, acusado de enriquecimiento ilícito pasó a retiro, y Cesar Milani, hasta ese momento segundo en la cadena de mando dentro de la Fuerza, y Jefe de Inteligencia, ascendió como Jefe del Estado Mayor General del Ejército. Su ascenso a Teniente General, máximo grado dentro del Ejército y necesario para continuar al frente del arma, encontró sendas resistencias tanto dentro como fuera del recinto.
La principal impugnación contra Milani, era en ese entonces y continúa siendo hoy, su participación en el Operativo Intendencia durante el año 1975, en particular su rol en la desaparición del soldado conscripto Alberto Agapito Ledo, y su participación en la represión ilegal llevada adelante en la Rioja por el Batallón de Ingenieros Constructores 141, unidad donde Milani revistaba por aquel entonces.
Junto al caso de la desaparición de Ledo, que se hizo pasar como deserción, está también el del miembro de periódico El Independiente, Plutarco Schaller, secuestrado el 24 de marzo de 1976, y alojado en el Batallón donde Milani revistaba. A estos casos se suman en del Ramón Olivera, ex preso político riojano, secuestrado en marzo de 1977. Quien acusa a Milani de ser quien lo trasladaba al juzgado a declarar por su detención ilegal.
Durante la sesión del jueves Milani fue defendido por el conjunto del oficialismo, quien junto con aliados como el pampeano Verna, y la santafesina Roxana Latorre, sumó 39 votos, contra 30 de la oposición. En defensa de Milani el senador por Santa Cruz Pablo González sostuvo: “¿Milani tiene la presunción de inocencia? ¿O no la tiene porque es militar? Este recinto hoy se ha convertido en un tribunal de enjuiciamiento abreviado. Ya se lo ha juzgado, ya se lo ha tratado de genocida, esto es muy grave”.
En rechazo del ascenso de Milani se pronuncio el radical Gerardo Morales, quien cuestionó: “¿Por qué el Gobierno apoya políticamente a un represor? ¿Por qué abandona la lucha por la verdad y la justicia?”. Por otro lado, el senador cordobés, Luis Juez, agregó “Le están dando el rango del general (José de) San Martín a un asesino. Milani es un represor, nada puede justificar que se apruebe el pliego” y remató “no pasa la prueba de la blancura”.
El ultimo en hablar, y titular de la bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto, finalizó diciendo “Les preocupa que diga que acompaña el proyecto nacional. ¿Qué quieren que acompañe, el de Brasil, de Farabundo Martí o los intereses de Repsol?”.
Los cuestionamientos a la designación de Milani como titular del Ejercito, también vinieron al igual que a lo largo de estos meses desde fuera del Congreso también. Organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos expresaron su rechazo a la promoción del nuevo Teniente General.
El CELS liderado por Horacio Verbitsky, fue uno de los organismos que mayor energía puso para trabar el ascenso de Milani. No solo aportó pruebas que comprometen a Milani por su participación en el Operativo Independencia, y posteriormente en la represión desde el 24 de marzo de 1976, sino que tras un descargo realizado por el propio Milani, al cual el CELS dio a lugar, el organismo concluyo que “Las respuestas no disipan el cuestionamiento anterior, por el contrario, agregan elementos que hacen inconveniente su ascenso y su permanencia como jefe de Estado Mayor del Ejército”.
El CELS sostiene que “César Milani alega desconocimiento sobre los hechos probados por la justicia en fallos firmes”. Estos son la existencia de un Centro Clandestino de Detención en la unidad en la que prestaba servicio y “la situación de detención ilegal en la que se encontraban las personas que eran trasladadas desde el Instituto de Rehabilitación Social (IRS) hasta el juzgado federal, traslados en los que él participó”.
A este “desconocimiento” de Milani habría que agregarle el hecho de que el Batallón de Ingenieros Constructores 141, donde el entonces subteniente fue destinado, era desde 1975 el epicentro de la represión en la provincia de la Rioja, mientras que la participación en acciones civiles realizadas por el Batallón durante el Operativo Independencia, eran la contracara de la represión, la tortura y el secuestro, que se comandaban desde el Comando de Vta Brigada de Infantería en Tucumán.
Con el ascenso conseguido, el nuevo Teniente General del Ejército, fue confirmado en el cargo mediante un acto llevado adelante en Casa de Gobierno, por la presidenta Cristina Fernández, el jueves por la tarde.

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