Durante la sesión del jueves 12 de diciembre, tuvo lugar el primer debate político de la nueva Legislatura, a partir de la crisis policial. El PRO, los K y el Unen presentaron una declaración contra el accionar policial , en línea con el texto aprobado en el Congreso -que contó con el apoyo, además, de Claudio Lozano. Una vez más, el PRO, el Unen y los K votaron unidos en una cuestión de fondo.
El diputado del Frente de Izquierda, Marcelo Ramal, denunció por “encubridora” y “autoexculpatoria” a la declaración que suscribieron en común los tres bloques. “Ustedes critican el accionar de la misma policía y el mismo aparato represivo al que protegieron y contribuyeron a reforzar en todos estos años. ¿Quién nombró a Granados en Buenos Aires? -preguntó Ramal-. ¿Quién colocó a Fino Palacios en la Metropolitana? Ustedes han prohijado a la policía del gatillo fácil y la asociación con el delito. Pero principalmente, la declaración de ustedes omite señalar que estamos ante una crisis económica y social de fondo, que sólo se ha asomado a través del conflicto policial. La carestía galopante, que devora los salarios, está siendo alentada por el gobierno y sus opositores, cuando fogonean la devaluación de la moneda o los tarifazos en los combustibles”.
“En ese cuadro, los mismos partidos y gobiernos que juzgaban ‘demagógico’ o ‘utópico’ un salario que cubra la canasta familiar, hoy en 8.500 pesos, se lo otorgaron a la policía en cuestión de horas. Pero en nuestra Ciudad, un municipal ingresa con 5.000 pesos de bolsillo, y un maestro, con 4.100 pesos para el cargo testigo -o sea, menos de la mitad de la canasta familiar”, señaló el diputado del Frente.
Ramal propuso una declaración alternativa frente a la crisis, que reclama “el establecimiento inmediato de un salario mínimo, vital y móvil de 8.000 pesos para todos los trabajadores sin distinción, y el 82% móvil”. La declaración advierte también contra “cualquier variante de militarización del Estado”, reclama el fin de la criminalización de la protesta social y se pronuncia “por una salida de los trabajadores a la crisis nacional”.
El diputado del Frente de Izquierda advirtió que “los que hoy invocan la democracia están reforzando la militarización del Estado y el protagonismo del Ejército en la vida política, como se manifiesta en el ascenso del represor Milani”.
En el curso del debate, los representantes del PRO, K y Unen se autoproclamaron “las fuerzas de la democracia”, en oposición a quienes no suscribimos la declaración encubridora. En este sentido, Ramal terminó su intervención señalando: “quiero recordarle a ustedes que cuando los partidos que han gobernado o gobiernan este país le prestaban intendentes a la dictadura militar, el Partido Obrero luchaba todos los días contra esa misma dictadura”.
El representante de Alternativa Popular, que venía a profundizar “por izquierda” al kirchnerismo, no intervino en el debate. Se limitó a apoyar el texto mayoritario, sin denunciar el reforzamiento del aparato represivo en curso ni la relación entre los gobernados y las mafias policiales.
Alejandro Bodart tampoco suscribió la declaración de “consenso”. Reclamó el derecho a la sindicalización de la policía, sin establecer cuál es el contenido de ese planteo en la crisis actual. Una parte del gobierno y de la oposición apoyan una sindicalización sin derecho de huelga, y que no cuestione ni a los mandos policiales ni a la función represiva de la policía. Bodart no se delimitó de estas posiciones.
La primera sesión de la nueva Legislatura, convocada inicialmente para debatir cuestiones administrativas o formales, terminó marcando una fuerte delimitación política a su interior.
Prensa Obrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario