Esto se supo por el aviso de los movimientos que los trabajadores del Banco Central le dieron al Sindicato, lo que motivó un pedido de informes por parte del secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, diputado nacional -que todavía no tuvo respuesta.
El ministro Caputo anunció en declaraciones que el oro depositado en el exterior podría rendir un retorno -como si fuera un plazo fijo, se interpretó- pero dado el ínfimo rendimiento anual del metal, fue una lectura descartada por todos los economistas que analizaron la maniobra.
Milei el domingo, en su charla periódica con Fantino, admitió que pensaban utilizar el recurso del “repo” para conseguir liquidez inmediata de dólares. El “repo” consiste en un canje de oro por dólares que se repone a corto plazo, a un precio determinado. En términos concretos, el gobierno busca pagar intereses por la deuda externa sin contar con las divisas correspondientes. El oro no rendirá intereses sino que por el contrario se utilizará para tomar una nueva deuda, que, de no poder pagarla en el plazo estipulado, ejecutará la garantía del oro. Si el cronograma de pago de deuda y reposición salen mal, Argentina perderá el oro. Del precio del canje dependerá el mentado retorno; si el oro sube más que el precio de reposición, el retorno será negativo, o sea pérdida. Los dólares obtenidos podrían ser quemados en los mercados paralelos para subsidiar la fuga de capitales, como ya ocurre. La burguesía, mientras tanto, compra dólares en el MEP, que el gobierno quiere bajar, y los vende en el blue, que cotiza más arriba, a la vista de todo el mundo. Todo con la bendición pública del liberticida Milei, el campeó del emprendurismo patronal y del alejamiento del Estado de la economía.
Como el gobierno -dado que el campo no da señal de liquidar soja con este precio del dólar oficial- no tiene ninguna otra perspectiva que hacer tiempo, ha dejado trascender que espera que Trump gane las elecciones para que FMI acceda a ampliar el préstamo actual en otros 15 mil millones de dólares. Es una tirada a la ruleta sin que se conozca cuánto paga, porque Trump no dio ninguna señal en ese sentido.
Antecedentes
Durante las presidencias de Macri y Alberto Fernández también se tomaron ‘repos’, pero usando títulos y certificados como garantía.
En el caso de Macri, pagó su repo y pateó la crisis para adelante con una subida extrema de las tasas de interés –en ese momento, la tasa de interés más alta del mundo. Ahora que desarmó las Leliq y los pases, para pasarlas al Tesoro, un aumento de la tasa de interés afectaria el pago de la deuda pública, incluída aquella de cortísimo plazo que será depositada en el Banco Central. Caputo ha fracasado en cuadrar el circulo, a pesar de estar rodeado de econometristas, que se encargan de esa tarea. Milei Caputo caminan por la cornisa –desesperados.
Por otra parte, además del evidente riesgo de que ejecuten la garantía si se concreta el préstamo, el oro corre peligro de embargo por los juicios que la Argentina tiene pendientes en los tribunales internacionales que tanto los gobiernos anteriores como el actual reconocieron como autoridad de litigio.
Rusia tiene sus activos embargados por la guerra en Ucrania, Venezuela sufrió la misma suerte mientras Guaido fue reconocido como presidente en el exilio, e incluso a Islandia se le aplicó la ley antiterrorista y fue declarado Estado subversivo por Gran Bretaña para poder embargar sus cuentas en el exterior tras la crisis del 2008. Por lo tanto, si bien la Argentina viene esquivando pedidos de embargos, existe un peligro cierto sobre los lingotes, más aún estando en Londres – donde hay una sentencia contra el país por el cupón PBI y donde el oro espera en tránsito mientras se resuelven las gestiones con otro banco -el de Basilea.
Para más provocaciones, esta jugada se da al mismo tiempo que Gran Bretaña se dispone a realizar operaciones en Malvinas para extraer petróleo, por medio de una compañía de Israel.
Dime de te jactas y te diré de que adoleces
Con Fantino, Milei reiteró la frase, con énfasis, de que “nosotros pagamos como sea”. La semana pasada también había dicho “cero pánico”. Es que la crisis marital con los mercados, post Ley Bases, está reflejada en la suba del riesgo país y en la evidencia de que el gobierno no tiene con qué afrontar los vencimientos de deuda del 2025 y peor aún, ahora mismo no está cumpliendo con los pagos a empresas vinculadas a consorcios internacionales -energéticas e importadores. Desesperado por dar demostraciones de liquidez, depositó anticipadamente parte de los vencimientos de deuda de enero, generando más dudas sobre su solvencia, para hacer frente a todos los demás vencimientos. Por eso, para comprar tiempo, empezó a empeñar lo que le queda.
Y pese a toda la fanfarronada sobre la compra de reservas, el vicepresidente del Banco Central viajó a Estados Unidos para terminar admitiendo que a pesar de tanto “superávit" las reservas netas están 3.000 millones de dólares abajo gracias a una deuda que no para de crecer.
El traslado del oro físico al exterior, es otra aventura liberticida que le va a costar caro al país, pero es parte de las últimas jugadas que le quedan al timbero Caputo.
Aldana González
23/07/2024
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