El gobierno de Milei ha sumado a sus permanentes crisis de gabinete, a sus choques con el movimiento popular y a sus patinadas políticas, el fracaso de su política económica. Dicho de otro modo, empieza a observarse que la brutal descarga de la crisis sobre las masas no alcanza para enhebrar una salida a la bancarrota nacional.
Ha resultado sonora la reacción adversa de los mercados financieros ante la aprobación de la ley Bases, que se suponía el “despegue” del gobierno. Al mago Caputo, ahora “rock star” según el Presidente, le han contestado con una brecha cambiaria del 57%, el riesgo país arriba de 1.500 puntos y la consecuente caída de los bonos. Veníamos de un choque con el FMI que exige devaluación, salida del cepo, aceleramiento de los tarifazos, de exigencias parecidas a coro de Cavallo y cía., del capital agrario que retiene al menos U$S 13.000 millones de la cosecha gruesa y ahora se anota la UIA para reclamar una extensión del Rigi.
Las contradicciones internas están devorando la política económica. La devaluación y la salida del cepo reclamada producirían un salto inflacionario en el único indicador del que el gobierno se jacta, agravando la recesión por la destrucción del poder adquisitivo y con él del mercado interno. Lo mismo los tarifazos necesarios para la reducción de subsidios energéticos que pide el FMI. La salida del dólar blend (80% oficial y 20% financiero), para recomponer reservas porque los dólares financieros no pasan por el Banco Central, reduciría el dólar de exportación agravando el choque con las cerealeras. Con el anuncio de “emisión cero” le han enchufado a los bancos bonos que no saben si cobrarán, incluso aquellos (puts) que tienen garantía de repago por el Central, lo que pone un interrogante no sólo sobre la cobrabilidad de la deuda en dólares, sino también de la deuda en pesos. Esto último se hace más grave porque la recaudación en junio cantó una caída del 14% en términos reales. Y ni hablemos lo que sería la caída de la recaudación con la eliminación del Impuesto País o su reducción en diez puntos como pide gran parte de la burguesía por los costos de insumos de importación. Por otro lado, la eliminación del impuesto país combinada con la reducción de aranceles en distintas ramas agravará la pavorosa crisis industrial que lleva 7 meses de caída.
La recomposición de reservas es trucha porque tiene un pasivo en dólares de la misma magnitud contraído con los bonos Bopreal entregados a los importadores. Además en junio el Central perdió reservas en el umbral del semestre más difícil en materia de comercio exterior. A esto hay que sumarle algunos factores externos como la devaluación del 15% del real en lo que va del año y la reducción de los precios internacionales de la soja y el maíz. El meneado “despeje” del pasivo del Banco Central se está ejecutando mediante un brutal endeudamiento del Tesoro, todo lo cual acentuó el pasaje al dólar de las carteras de inversión, metiendo presión devaluatoria. La UIA y las Pymes se han sumado a los reclamos, celebran la reforma laboral y piden más, pero quieren su propio Rigi porque denuncian la caída de 3.000 Pymes exportadoras en la última década por lo que piden eliminar retenciones y otras exenciones impositivas.
Los facholibertarios acumulan contradicciones explosivas que encaminan el país a un desenlace de devaluación y default o reperfilamiento, es decir a una nueva bancarrota con las consecuencias sociales que conocemos.
Es la deuda, estúpido
Uno de los aspectos más resonantes de este camino hacia “un golpe de la realidad”, como dicen algunos operadores de la City, es la cuestión de la deuda. Después de la licuación que significó el Rodrigazo de diciembre la deuda aumentó en estos seis meses U$S 65.000 millones. El 60% es en dólares y el otro 40% es en pesos, pero el 90% de la deuda en pesos se indexa por CER, o está atada al dólar. El stock total de deuda ya supera al abultadísimo que dejó Alberto Fernández, es de U$S 435.000 millones al 31 de mayo. Eso ya sufrió fuertes incrementos por el pasaje de los “pases” del Banco Central a bonos del Tesoro como los flamantes “Leremo”, las letras de regulación monetaria.
En los próximos dos meses los vencimientos suman U$S 5.900 millones y en el 2025 U$S 17.000 millones (Infobae) si incluimos los Bopreal entregados a los importadores. La deuda en pesos medida en dólares tiene una tendencia aumentar en la medida que la inflación supera el ritmo de devaluación del 2% mensual que Caputo ha reafirmado, incluso presentando un anticipo de Presupuesto Nacional en el que el dólar a fin de año estaría en $1016.
En este cuadro Caputo está pidiendo un nuevo crédito al FMI (al cual le seguimos debiendo U$S 41.000 millones a pesar del pago puntual de intereses) de al menos 10.000 palos verdes para afrontar la situación y llegar el año que viene al levantamiento del cepo. Ni dolarización, ni libertad de capitales, ni reactivación en “V”, a pesar del ajuste criminal del gasto y la licuadora que ha producido centenares de miles de despidos y un país paralizado. Y parece difícil un rescate con más deuda del FMI. Ya el “León” tuvo que hocicar ante el gigante chino para que le renueven el swap, lo cual fue condición del propio Fondo.
La oposición profundiza el rescate a Milei
Desde estas páginas caracterizamos la aprobación de la ley Bases como un rescate del gobierno. Es una política de fondo. Ahora los radicales estuvieron a la cabeza del levantamiento de la sesión prevista para el día 3 de julio por Fonid y Presupuesto Universitario. Parecen haberlo negociado por una frase de compromiso sobre la educación primaria y secundaria en la fiestita del 9 de julio. El Senado, con enorme peso del peronismo, no ha tratado hasta ahora la movilidad jubilatoria que repone un miserable 8% en las jubilaciones, una ley que tiene media sanción de diputados
Han negociado migajas para hacer pasar una ley Bases que delega facultades por un año, entrega de manera colonial los recursos naturales estratégicos, impone la peor reforma laboral en 40 años, restituye Ganancias en los salarios de manera directamente anticonstitucional y dispone un blanqueo a la medida del delito organizado. El peronismo le asoció tres gobernadores a Milei, pero los que posan de opositores aplican su propia motosierra y Cristina en su última aparición abogó por no “desestabilizar” al gobierno. El PRO se divide, los radicales también, LLA gobierna sobre el default de los fragmentos de los partidos que hundieron el país.
Tendremos episodios tumultuosos de la crisis política, no sólo económica. Ya se conoció que al gobierno no le alcanzaría con dos miembros más en la Corte, están pensando en ampliarla, a lo Carlos Menem. Necesitarán una Corte de la servilleta para hacer pasar atropellos como la reposición de Ganancias por una sola cámara, lo cual ya está desatando una lluvia de amparos. Una Justicia que muestra toda su podredumbre junto a la del resto de instituciones del Estado en el caso Loan que tiene en vilo al país, en la maniobra de impunidad para Calcaterra de Casación Penal o en la persecución escandalosa al Polo Obrero, al Partido Obrero y a otras organizaciones piqueteras que nos levantamos contra el hambre desde la primera hora.
Preparemos la intervención masiva de los trabajadores
Nuestro XXIX Congreso ha votado una consigna central que es “Preparemos la huelga general para derrotar a Milei” “y a la motosierra de los gobernadores”. Por eso nos empeñamos en la movilización del 12 de junio para que no pasara la ley Bases y asestar un golpe decisivo al gobierno. Nuestro planteo de paro activo nacional y plan de lucha apunta en la dirección de explotar en favor de los trabajadores la crisis y divisiones por arriba de un gobierno represivo y antiobrero, sus choques y aún su aislamiento internacional como se aprecia ahora en la ausencia en la reunión del Mercosur. El movimiento obrero y popular demostró en estos seis meses que su potencial es enorme, requiere superar la estrategia liquidacionista del peronismo y la burocracia sindical que es derrotar a Milei en las elecciones de 2027.
En estos días se producen focos importantes de lucha en el Sutna que rechazó en asamblea general el Recurso Preventivo de Crisis de Fate, votando el paro general inmediato y todo un plan de lucha. El Inti paró 48 horas contra sus 280 despidos de contratados y se movilizó masivamente a pesar del despliegue policial, en el Posadas una asamblea de Cicop resolvió medidas de acción. Los docentes de Neuquén y Río Negro votaron el no inicio, y en Córdoba hay deliberación en el mismo sentido. Y una importante confluencia de organizaciones piqueteras de derechos humanos y la izquierda ha convocado una movilización por la libertad de los presos políticos por luchar del 12 de junio para el próximo 12 de julio. Se trata de una movilización que tiene que concentrar la lucha contra el hambre, los despidos y la represión que es una sola.
El Partido Obrero enfrenta la feroz persecución judicial y mediática lanzando un manifiesto por la preparación de la huelga general contra el gobierno. Nunca un gobierno triunfó basado en la infantería o la cárcel a los luchadores, tampoco será este el caso.
Néstor Pitrola
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