jueves, 31 de diciembre de 2020
Miseria moral del “periodismo independiente”
Revisando algunos viejos apuntes acumulados en el disco duro de mi computadora encontré una serie de declaraciones de la Academia Nacional de Periodismo de la Argentina manifestando su preocupación por la libertad de expresión y el ataque a “periodistas” como Luis Majul y Daniel Santoro. La institución de marras la preside Joaquín Morales Solá, un señor que finge ignorar la diferencia entre informar y -sobre la base de información confiable y chequeada opinar- y utilizar los medios de comunicación en los que se desempeña para operaciones propagandísticas presentadas ante su indefensa audiencia como si fueran “periodismo independiente”.
En una reciente emisión de su programa Desde El Llano el presidente de la ANP “entrevistó” a la señora Elisa Carrió quien se despachó con una serie interminable de disparates ¡sin que el supuesto periodista atinara a balbucear una sola repregunta! No fue una entrevista periodística sino un caso de propaganda política subliminal, probablemente remunerada. Es decir, una estafa a la teleaudiencia. Lo mismo había hecho unos días antes Carlos Pagni, otro representante del “periodismo serio” en la Argentina, cuando “entrevistó” durante poco más de media hora a Juan Guaidó que, como lo haría Carrió después con Morales Solá, derramó enormes cantidades de “bullshit” ante un impasible Pagni, que no hizo el menor comentario o formuló pregunta alguna para poner a prueba los dichos de Guaidó. El objetivo, claro está, era brindarle al esperpento venezolano una plataforma para difundir su proyecto político. En ambos casos un espacio supuestamente periodístico parecería haber sido alquilado para promover la agenda política de una autoproclamada candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires, retornada a las lides políticas pocos meses después de haber anunciado su definitivo retiro; o la de un pelele orgulloso de haber sido designado “presidente encargado” de su país por Donald Trump. Todo esto, repito, ante la actitud complaciente de los aquiescentes “entrevistadores.” En resumen, gran parte de eso que llaman “periodismo independiente” no es otra cosa que una tapadera para que algunos mercaderes trafiquen con su espacio comunicacional y lo subasten (ellos o sus patronos) al mejor postor. ¡Y encima se dan el lujo de pontificar sobre la libertad de expresión, la república y la democracia!
En fin, esta es la dura realidad del periodismo que en nuestro tiempo se autocalifica como “serio y profesional”, y no sólo en la Argentina y Latinoamérica. Europa o Estados Unidos tampoco están a salvo de este flagelo que es una de las mayores amenazas que acecha a la democracia en el mundo moderno. La ANP salió en defensa de dos personajes de la cloaca mediática como Luis Majul y Daniel Santoro cuyo “periodismo de investigación” es producido por un singular equipo cuyos puntales son los servicios de inteligencia y un manojo de jueces y fiscales corruptos, unos y otros en abierta violación a las leyes de este país. Esta operación no tiene nada que ver con el periodismo. Su objetivo es obtener instrumentos y supuestas pruebas para perseguir, acosar y eventualmente extorsionar a rivales políticos y sectores ligados en este caso al oficialismo.
Lo de la ANP no es una excepción; tampoco lo son los grandes conglomerados mediáticos argentinos (que incluyen prensa gráfica, radio AM y FM, televisión abierta y por cable, granja de bots, etc.) como Clarín, La Nación o Infobae. Pero por su gravitación mundial el diario El País de España se lleva los laureles en lo que hace a la prostitución del periodismo convertido en un nauseabundo house organ al servicio de los ricos y poderosos de todo el mundo. Por eso no sorprendió que a mediados del año pasado Antonio Caño, exdirector de aquel diario entre 2014 y 2018, publicara una nota titulada nada menos que “El error de llamar a Assange periodista.”[1] En ella arguye que el fundador de Wikileaks es un “impostor” porque, según él, “los periodistas no roban información legalmente protegida, no violan las leyes de los Estados democráticos, no distribuyen los documentos que les facilitan los servicios secretos sin haberlos verificado” tarea que Caño confía, corporativamente, al buen saber y entender de periodistas profesionales. ¿Periodistas profesionales, como quiénes? Puede ser, en algunos poquísimos casos, pero ¿por qué no confiar en gente con mayor formación específica para evaluar los datos divulgados por Assange como politólogos, sociólogos, internacionalistas, historiadores, semiólogos y expertos en materias militares o en inteligencia? Pero además, muchos de los amigos y colegas latinoamericanos de Caño lo que hacen es justamente eso: roban información que “debería” estar legalmente protegida, violan a destajo las leyes de los estados democráticos, y distribuyen los documentos que les facilitan los servicios secretos o funcionarios corruptos del poder judicial para acosar y/o destruir a sus adversarios políticos. En su angelical candor, o diabólico cinismo (cuestión que las y los lectores deberán discernir), el ex director de El País dice que los periodistas profesionales “cuidan de no causar daños innecesarios con su trabajo, les dan a las personas aludidas la ocasión de defenderse, buscan la opinión contraria a la que sostiene la fuente principal de una información, no actúan con motivación política para perjudicar a un Gobierno, un partido o un individuo. Los periodistas no defienden más causa en una sociedad democrática que la del ejercicio de su trabajo en libertad.”
Releo estas líneas de Caño y me rectifico: no creo que sea el suyo un caso de infantil ingenuidad. Digámoslo con todas las letras: es la sutil estratagema discursiva de un impostor de alta gama que sabe que en el ejercicio del periodismo hegemónico, ese que él llama “profesional”, aquellas reglas tan prístinas que él enunciara son violadas con premeditación y alevosía; que los autodenominados “periodistas independientes” causan intencionalmente daños a las personas o instituciones víctimas de su persecución; que no les dan ocasión de defenderse; que jamás buscan una opinión contraria a la línea que les bajan sus jefes o patronos y nunca aceptan debatir con quienes sostienen puntos de vista contrarios; y siempre actúan con motivación política para perjudicar a un gobierno, partido o individuo. El caso de Agustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio de Chile es una muestra paradigmática de lo que hacen los periodistas defendidos por Antonio Caño y por el presidente de la ANP, Joaquín Morales Solá. Por eso después más de cincuenta años de prostitución periodística en buena hora el Colegio de Periodistas de Chile lo expulsó de sus filas, precisamente por haber hecho exactamente eso que Caño dice que los periodistas profesionales no hacen.[2] Si en la Argentina existiera una institución con los mismos valores y valentía de sus colegas chilenos la cantidad de operadores políticos disfrazados de periodistas que serían expulsados de sus filas llegaría fácilmente a medio centenar.
Justamente a causa de esta degradación moral es que no sorprende el estruendoso silencio de la ANP ante caso de Julian Assange, injustamente encarcelado por haber informado al público sobre los crímenes de guerra, la corrupción y el espionaje global del gobierno de Estados Unidos. Ni una palabra en defensa de un verdadero campeón de la lucha por la libertad de expresión, que mentirosamente la ANP dice defender; ni un gesto de solidaridad ante un periodista retenido en una cárcel de máxima seguridad, en confinamiento absoluto, sin contacto con nadie, sin ver sino por unos minutos la luz del sol una vez a la semana, sometido a maltratos físicos y psicológicos de todo orden pese a la precaria condición de su salud. Pero al haber revelado los secretos del imperio y sus mandantes -que el sicariato mediático oculta bajo siete llaves- para la ANP Assange es un traidor, un “impostor” como dice Caño, que no merece solidaridad alguna. El próximo 4 de enero la jueza Vanessa Baraitser dará a conocer su sentencia en el juicio por la extradición del australiano a Estados Unidos. Pese a la debilidad de las pruebas aportadas por el querellante el acusado fue privado de su libertad y enviado a la cárcel. Cunde la indignación entre los periodistas de verdad de todo el mundo, advierte el laureado cineasta y periodista británico John Pilger, quien asegura jamás haber visto una farsa tan grotesca como el juicio celebrado en Londres. El lawfare se extiende como una mancha de aceite, y de la Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y Ecuador ya arribó a Europa y Estados Unidos. Pero la ANP no cree que exista tal cosa porque, según sus dirigentes, el lawfare es una maligna invención de una izquierda totalitaria, populista, chavista, castrista, y por lo tanto desestima olímpicamente la denuncia de Pilger.[3] La inmoralidad de esa institución no tiene límites.
Este negacionismo también se revela en relación a la situación de los periodistas en Estados Unidos. Desde el estallido de las protestas del Black Lives Matters con motivo del asesinato a sangre fría de George Floyd por la policía de Minneapolis, 322 periodistas fueron agredidos (salvo contadas excepciones, por las “fuerzas del orden”); 121 fueron detenidos, a 76 les destruyeron sus equipos (cámaras fotográficas o de video, teléfonos celulares) o instalaciones (salas de prensa) y 13 fueron querellados y sometidos a proceso judicial.[4] La misma fuente informa que en 2018 cinco periodistas fueron muertos a balazos en Estados Unidos. Pero esto no fue ni jamás será noticia en los medios hegemónicos, apropiadamente caracterizados por sus críticos como la Bullshit News Corporation porque la mayoría de la información que difunden es eso, basura; mucho menos será motivo de preocupación o denuncia para la ANP, obediente hasta la ignominia antes los menores deseos del amo imperial. La institución defiende a sus mercachifles de la comunicación, no a estos pobres diablos acosados por el poder en Estados Unidos que pagan con sus vidas su lealtad a la profesión que eligieran. En cambio si un periodista, ¡aunque sea sólo uno!, hubiera sido detenido en Venezuela o sufrido la destrucción de su equipo de trabajo la gritería del sicariato mediático mundial habría sido ensordecedora. Su doble estándar moral los convierte en sujetos despreciables.
Conclusión: el autocalificado “periodismo independiente” no es otra cosa que una organización criminal porque, como lo recordara Gilbert K. Chesterton en tiempos de la Primera Guerra Mundial, “los periódicos comenzaron para decir la verdad y hoy existen para impedir que la verdad sea dicha.” Para ello cuentan con cuatro armas principales: promover la “posverdad”; mentir y usar las fake news a destajo; utilizar el blindaje informativo (por ejemplo, no decir jamás nada sobre la interminable matanza que a diario desangra Colombia o sobre las revelaciones de los Panamá Papers que involucran al ex presidente argentino Mauricio Macri) para proteger a socios y/o amigos; y el linchamiento mediático de líderes “molestos” a las cuales es preciso satanizar para que luego jueces y fiscales culminen el proceso enviándolos a la cárcel o inhabilitándolos para competir por cargos públicos. Por eso hoy esa prensa, así de corrupta, constituye una de las principales amenazas a la democracia, y si la sociedad no reacciona a tiempo probablemente acabe no sólo con lo poco que resta de libertad de expresión sino que acentúe aún más la asimetría entre una prensa hegemónica que domina sin contrapesos el espacio mediático y el periodismo verdaderamente independiente, que sobrevive a duras penas ante tan desigual competencia. Pero lo que está en juego no sólo es la libertad de expresión; también el derecho de los pueblos a acceder a información verídica y comprobable, legalmente obtenida. Y por supuesto, la democracia también está en peligro porque para sobrevivir requiere que el espacio mediático sobre el que reposa sea efectivamente democrático y plural y no esté amordazado por la dictadura del pensamiento único. La democracia se vacía de contenidos, se degrada y finalmente sucumbe cuando el sustrato comunicacional sobre el que se apoya es una tiranía informativa. Evitar que esto suceda será una de las grandes e impostergables batallas que deberemos librar una vez derrotada la pandemia.
Atilio A. Boron | 30/12/2020
Notas:
[1] Su nota se puede encontrar en: https://elpais.com/elpais/2019/05/15/eps/1557937168_850658.html
[2] Toda le info puede verse en https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/04/21/el-fin-de-un-intocable-colegio-de-periodistas-decide-expulsar-a-agustin-edwards/
[3] https://independentaustralia.net/life/life-display/john-pilger-eyewitness-to-the-agony-of-julian-assange,14374
[4] Datos de la U.S. Press Freedom Tracker, en https://pressfreedomtracker.us/ y también en https://www.worldpoliticsreview.com/articles/28908/more-journalists-are-being-assaulted-in-the-u-s-tarnishing-america-s-image
La fuga de capitales equivale a un PBI argentino
Así lo estima un informe del Indec, que muestra la falsedad de la premisa oficial acerca de la "falta de dólares".
La premisa de la política económica del gobierno nacional es que el país padece una escasez de divisas y, por lo tanto, su misión sería crear las condiciones para recaudarlas, de manera de cumplir con el repago a los bonistas y el FMI «con crecimiento». Esta carencia de dólares es, además, el pretexto oficial para explicar la inestabilidad cambiaria. Sin embargo, un reciente informe del propio Indec permite demostrar que esta premisa es falsa y que solo sirve a los fines de justificar la postración ante el imperialismo y el gran capital extranjero, mientras se fugan los capitales delante de sus narices. En otras palabras, es la excusa para descargar sobre los trabajadores el peso de la crisis.
El informe del Indec sobre la balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa del tercer trimestre de 2020 estima en más de 336.200 de dólares lo que residentes privados del país tienen declarado en el exterior o fuera del sistema financiero local. Esto es equivalente al Producto Bruto Interno (PBI), es decir a toda la circulación económica anual del país. La fuga de capitales se multiplicó en la última década, lo que es otro síntoma de la decadencia del capitalismo argentino.
El centro de estadística oficial calcula que de esos activos que se encuentran en el extranjero o fuera del sistema la mayor parte (más de 231.500 millones de dólares) corresponde a depósitos en bancos en otros países y moneda atesorada en cajas de seguridad o «abajo del colchón», una cifra que desde la asunción de Alberto Fernández creció cerca de 5.000 millones de dólares. Luego, cuenta más de 66.000 millones invertidos en activos financieros en el exterior y 39.000 millones en inversión directa como propiedades en otros países. Esto, no hay que olvidar, es lo que tienen declarado los residentes de Argentina, pero, por supuesto, los montos reales son bastante mayores.
La cifra total es unas ocho veces y media las reservas internacionales brutas del Banco Central y equivalente a toda la deuda pública. Un país con semejante nivel de fuga de activos difícilmente pueda evitar las sucesivas devaluaciones de su moneda y el default, pero,como se ve, el problema no es ninguna «restricción externa» (como denominan los economistas oficialistas a la falta de dólares). De hecho, estos relevamientos evidencian que, en esencia, Argentina es acreedora neta y no deudora.
La paradoja de un país acreedor en quiebra se explica porque los capitalistas no reinvierten sus ganancias sino que las sacan del país o incluso las colocan en títulos de deuda que los convierten en acreedores de la propia nación. Es esta clase social parasitaria la responsable de los sucesivos defaults de Argentina y de las recurrentes crisis cambiarias, y, por supuesto, entonces del empobrecimiento general de los trabajadores.
No es un problema de «modelos», como gusta presentar el kirchnerismo. La fuga de capitales durante el gobierno de Macri superó los 86.000 millones de dólares, es cierto, pero en los tres mandatos de Néstor y Cristina Kirchner fue de más de 102.000 millones. Como vimos, este saqueo continúa con Alberto Fernández en la presidencia. Esto, y el religioso pago de los vencimientos de deuda externa al FMI y otros organismos internacionales explican el agotamiento de las reservas del Banco Central que, conforme el Indec, perdió en el tercer trimestre del año más de 3.000 millones de dólares por el flujo de la balanza de pagos. A su vez, mientras se pagaron entre julio y septiembre 2.125 millones de dólares de deuda externa, el stock de la misma aumentó en 1.147 millones de dólares.
Según los economistas burgueses, la solución a esta encerrona sería bajar el costo laboral mediante una reforma flexibilizadora y reducir los impuestos que gravan a los capitalistas para incentivar la inversión. Sin embargo, la devaluación del peso de los últimos años implicó un abaratamiento fenomenal de los salarios argentinos, mientras se sucedieron los beneficios tributarios a las patronales, pero la estampida se agravó. Es decir, que la presión de los empresarios por incrementar la tasa de ganancia no redunda en una mayor reinversión, sino en una mayor fuga. Un aspecto central de este asunto es que en las ramas estratégicas de la economía nacional predominan los pulpos extranjeros, que giran sus utilidades al exterior hacia sus casas matrices.
Esto nos lleva al punto nodal, que es la postración colonial de la burguesía nacional y de su Estado. El pacto que Martín Guzmán intenta cerrar con el Fondo Monetario agravará esta situación, y de ningún modo la resolverá, porque pone al organismo del imperialismo a monitorear la política económica del país. Una expresión de ello la vemos ya ahora, cuando la irresolución de la cuestión cambiaria se ha convertido en una traba para avanzar en las negociaciones. La devaluación que se abre camino a pesar de la resistencia del gobierno -por sus potenciales efectos hiperinflacionarios- es una muestra de la incapacidad para dotar a la economía nacional de un rumbo diferente.
La reversión de este saqueo solo puede ser obra de la clase obrera, derrotando el pacto con el FMI y repudiando la deuda externa usuraria, nacionalizando la banca y el comercio exterior, de manera de poner un punto final a la incesante fuga de capitales. La reinversión de la riqueza en un desarrollo nacional requiere de la ruptura con el capital imperialista y la expropiación del gran capital parasitario.
Iván Hirsch
miércoles, 30 de diciembre de 2020
Derecho al aborto: una victoria histórica que abre nuevos surcos
Las conquistas o reclamos populares suelen arrancarse de un modo tortuoso y hasta contradictorio. La conquista del derecho al aborto es el fruto de una lucha de cuatro de décadas de la mujer, con el apoyo del movimiento obrero combativo. La conquista de la legalidad del aborto, con todas las limitaciones que ha impuesto el gobierno del FdT y de sus compinches de la oposición, en la madrugada de este miércoles 30, es inseparable de la nueva transición política, inaugurada en forma conjunta por el agotamiento del anterior gobierno K y por el derrumbe veloz de la tentativa macrista, o sea de una crisis de régimen político, en el marco de una lucha popular incesante. La victoria de las mujeres de Argentina abre un fuerte horizonte revolucionario a la mujer de América Latina.
La “ola verde” integra al ciclo de movilizaciones que acompañaron al ascenso y al colapso político del macrismo – su bancarrota económica y financiera. Esa saga estuvo integrada por las ocupaciones de fábricas de 2017, la gigantesca -absolutamente gigantesca- movilización contra el 2x1 a los genocidas; la rebelión diurna y nocturna del 18 de diciembre contra la reforma previsional y, finalmente, las jornadas por el aborto legal.
A comienzos de 2018, ya acosado por los cimbronazos financieros y por la reacción popular, el macrismo echó mano de la cuestión del aborto, sin medir el alcance de su maniobra, ni tampoco sus contradicciones. Los pañuelazos, cada vez más masivos y recurrentes, aceleraron su tratamiento parlamentario. Una verdadera rebelión de las mujeres recorría al sistema educativo, e incluso en los colegios confesionales los uniformes comenzaban a adornarse de pañuelos verdes.
La cuestión del aborto penetró en las fábricas y en las organizaciones obreras, en sus debates y controversias. La reivindicación ganó también a las barriadas. Argentina asistió a un levantamiento no declarado contra uno de los grandes bastiones del orden social dominante, la Iglesia Vaticana y las corporaciones religiosas, en especial las evangélicas.
Las movilizaciones que tuvieron lugar frente al Congreso tampoco registraron antecedentes. Al votar contra el aborto legal en 2018, el Senado reveló la catadura reaccionaria de las camarillas históricas de los partidos capitalistas de Argentina. Pero el régimen opresor y clerical había recibido una herida furibunda, alcanzando a su propia base popular. Quienes hoy formamos el PO (Tendencia) caracterizamos a ese golpe como “definitivo” - contra quienes, entre ellos los apóstoles del aparato partidario, se apresuraron a anunciar la “derrota” del movimiento por el aborto legal. Ea un argumento más que sumaba a la tesis del “planchazo” popular mundial, para justificar la política de la rutina electoral.
Los Fernández y el aborto
En un reportaje reciente, Alberto Fernández se jactó de impulsar el aborto legal como “promesa de campaña” - una “promesa de campaña” que no hubiera existido sin aquella movilización inmensa. El aborto legal es una concesión -tal vez la única- del gobierno FF al movimiento de luchas que precedió al derrumbe del macrismo. El mismo día en que el Senado votaba el aborto legal, el gobierno le asestaba un nuevo zarpazo a la movilidad de los haberes jubilatorios, y también en ese día el sindicalismo de las empresas exportadoras imponía su reivindicación de salario mínimo, 90 mil pesos, igual al costo de la canasta familiar. La maniobra de un gobierno en crisis fue el resultado, primero, de la ola verde, e históricamente de una acción consecuente de años y décadas del puñado de compañeras que, en conexión con el socialismo y con la izquierda, batallaron por el aborto legal.
El carácter manipulador y reaccionario de la aproximación oficial al aborto legal se aprecia en las modificaciones introducidas al proyecto original, en primer lugar, la objeción de conciencia personal e institucional, que legaliza la coacción de las instituciones privadas y clericales sobre sus profesionales. La reglamentación de la ley restringirá, a su vez, las posibilidades de aborto, luego de la semana catorce, aunque se encuentre amenazada la salud de la mujer. En el hospital materno infantil de Salta -ver en esta misma web- el 95% de los médicos se han declarado “objetores”, lo que constituye un baldón al derecho al aborto legal en esa provincia.
Senado
En efecto, el Senado de la Nación, el gobierno abrió la puerta para nuevas y graves concesiones al clero y la reacción política. El rionegrino Wretilneck y senadores del macrismo justificaron su voto favorable en nombre de la reglamentación futura de la ley, con la promesa de que eliminará la interrupción con una gestación superior de 14 semanas por razones de “salud integral”. En este caso, se eliminaría el concepto de “integral”, que alude a la salud psíquica de la mujer que lleva un embarazo no deseado – una cuestión decisiva.
En el debate del Senado abundaron las alusiones a “una nueva realidad” o “un reclamo del electorado”. El ala “pro-abortista” del kirchnerismo recurrió al argumento de que la ley “no obliga a nadie a abortar” – que sólo provee “los instrumentos legales a quien decida hacerlo”. Pero además se necesitan ´los instrumentos´ de salud pública, que es una obligación del Estado, y cuya falta o ausencia podría reducir a la nada el ´instrumento legal´.Todo apunta a convertir al aborto legal en un nicho reservado a (ciertos) hospitales públicos, rodeado de trabas para su concreción.
El derecho, bajo la sociedad capitalista, está siempre condicionado al poder político de la clase dominante. Mientras se discutía el aborto, la mismísima Cristina Kirchner y las principales cúpulas sindicales salían a pregonar una ´reforma del sistema de salud´, dirigida a recortar las prestaciones básicas y reforzar la subordinación del sistema público y de obras sociales, desfinanciados, a la salud privada. La interrupción legal del embarazo, ¿ingresará en el nuevo PMO? ¿Qué dirá la ´reglamentación´?
Finalmente, la hostilidad del poder político al aborto legal se puso de manifiesto en la exposición final de José Mayans, nada menos que el jefe de bloque oficialista. Mayans destacó que el aborto legal es contradictorio con “la vida desde la concepción”, según su interpretación de la Constitución nacional y el Código Civil. Con ello declaró abierto un período de impugnaciones judiciales, que siempre han sido acompañadas de movilizaciones fascistoides. La cláusula que invoca Mayans fue introducida por la reforma constitucional ´progresista´ de 1994, un producto incestuoso del ´pacto de Olivos´ entre Menem y Alfonsín. Una de las reformadoras fue Cristina Fernández de Kirchner, acompañada de Zaffaroni. La sanción del aborto legal es un clavo molesto incrustado en la coalición ´nacional y popular´. Por eso, el movimiento popular tiene una enorme lucha por delante para hacer valer al aborto legal de un modo efectivo. Esa lucha volverá a enfrentarlo con los partidos que ayer votaron forzados esta ley.
F y F sueñan con serpientes
Pero la especulación de que la sanción del aborto legal podría aportarle un respiro al gobierno acosado por el derrumbe social, la pandemia y el hipotecamiento económico, no duró siquiera la noche misma del Senado. Como le ocurrió al torturado poema de Silvio Rodriguez, “Sueño con serpientes” - “la mato y aparece una mayor”.
En esa misma tarde, una virtual huelga general de 20 días en el cordón agroindustrial de Santa Fe -el corazón económico del país- arrancaba un salario igual a la canasta familiar, junto con otras reivindicaciones. Detrás de ellos, los portuarios, marítimos y otros gremios de la zona avanzan ahora por las mismas conquistas. Es un golpe concreto al acuerdo que el gobierno quiere firmar con el FMI, y una lección de cómo se lucha contra el FMI – por medio de la lucha de clases, no del palabrerío nacionalista; por medio de la acción directa, no de los discursos parlamentarios.
Los pañuelazos integran una lucha de alcance histórico de los obreros y trabajadores de Argentina y de la mujer y del movimiento obrero internacional. Con esta comprensión, hemos participado de la movilización y la vigilia que, entre el 29 y el 30, concentró a miles de compañeras y compañeros frente al congreso nacional.
Marcelo Ramal
30/12/2020
martes, 29 de diciembre de 2020
Roberto Lavagna, la decadencia argentina y la falsa alternativa a la grieta
El excandidato presidencial de Consenso Federal, Roberto Lavagna, ganó algo de protagonismo en los medios de comunicación con la publicación de una carta abierta de fin de año en la que postula una vía de salida a la «acumulación de 10 años de estancamiento, incluso retroceso económico», que consistiría en una superación al «fracaso de las políticas populistas por un lado, o de ajuste por el otro», los «dos modelos que definimos -por consenso- como partes de ‘la grieta'». Sin embargo, insiste en viejas recetas e ignora en qué consiste la incapacidad para terminar con la tendencia decadente del capitalismo argentino.
En su texto, Lavagna sostiene que el objetivo central debe ser la creación de trabajo privado, «incorporando a la mayoría que hoy está excluida, sin derecho alguno, a formas modernas de empleo». Es decir que brega por una reforma laboral que legalice la precarización, bajo el eufemismo de considerar la flexibilidad como una forma «moderna» de contratación.
También destaca la necesidad de «dar equidad al sistema jubilatorio (…) de modo de reducir las abismales diferencias que hoy existen entre la mínima y los sistemas de privilegio», incluyendo «inevitables cambios en sistemas provinciales, ampliamente deficitarios y cargados de privilegios». Esta forma de plantearlo no puede interpretarse si no como una igualación hacia abajo y un achatamiento de la escala de haberes, en base a barrer con las conquistas previsionales de importantes colectivos de trabajadores y a la llamada armonización de las cajas provinciales con Anses. En suma, sería una reforma previsional como la que se encuentra ejecutando el gobierno de Alberto Fernández, robando la movilidad a los jubilados.
Otro punto de su propuesta es empezar con un proceso de «bajar los costos de funcionamiento del sistema político», con reformas de las cámaras legislativas en los tres niveles del Estado, y sobre todo «desarmar progresivamente el sistema de subsidios». Es un programa bastante clásico de ajuste fiscal en base a reducir la planta de trabajadores estatales -y flexibilizar las condiciones del resto- y encarar un camino de crecientes tarifazos en los servicios públicos, todo con la mira puesta en reducir los impuestos a los capitalistas.
Hay poco de innovador en este punteo. De hecho, es intencionalmente acorde a las exigencias del Fondo Monetario para firmar un nuevo acuerdo, porque significa que se candidatea como carta de recambio en caso de un naufragio del gobierno de Alberto Fernández. Pero la cuestión es que este rosario de reclamos del gran capital no garantiza ningún proceso de expansión económica, ni siquiera un crecimiento de la inversión y de la búsqueda de productividad, que según Lavagna deben ocupar «un papel central en la solución al estancamiento y empobrecimiento de los argentinos».
Resulta que el énfasis que se pone sobre el costo laboral y la cuestión fiscal retrata el anhelo de los empresarios por incrementar el margen de ganancias a costa de las condiciones de vida del pueblo trabajador, por lo cual los mayores beneficios no resolverán si no que agravarán la pobreza. La declinación de la inversión es consecuencia de la predilección de los capitalistas por la colocación de sus ganancias fuera del país, en colocaciones financieras o incluso «abajo del colchón» para quitarla del sistema y evadir impuestos. Gran parte de esta fuga de capitales se opera mediante el pago de la deuda externa fraudulenta, y Lavagna carece de receta para revertirlo.
Es por ese motivo que asigna el estancamiento del país exclusivamente a la última década, para autoexculparse de su gestión como ministro de Economía durante la presidencia de Néstor Kirchner, cuando negoció el canje de deuda externa con los bonistas y terminaron pagando el efectivo al FMI. Ese presunto modelo, basado en precios de la soja récord y un «dólar recontraalto», terminó con el proceso inflacionario que padecemos hasta hoy, una extraordinaria fuga de divisas y un endeudamiento mayor al recibido. En conclusión, quien hoy se presenta como una superación de la grieta, con un programa típicamente fondomonetarista, es parte de los responsables que deben ser sentados en el banquillo de los acusados por el empobrecimiento de los trabajadores de nuestro país.
La decadencia del capitalismo argentino fue caracterizada en el XXVII Congreso del Partido Obrero como una tendencia secular, que se agrava con cada variante capitalista de salida a la crisis que no hace más que exacerbar las contradicciones de la estructura colonial del país. La verdadera salida alternativa pasa por romper con el FMI, repudiar la deuda externa usuraria y fraudulenta, y nacionalizar la banca y el comercio exterior bajo control obrero. Esa es la vía para invertir la riqueza en un desarrollo nacional sobre nuevas bases sociales, es decir descargando el costo de la crisis sobre los que la generaron.
Iván Hirsch
Las Paso y la guerra por el control del PJ bonaerense
El kirchnerismo largó la iniciativa de propiciar un recambio forzoso de las autoridades del PJ de la provincia de Buenos Aires, para imponer como presidente a Máximo Kirchner. Esto implica adelantar el recambio de autoridades que debía realizarse a fin de 2021 y quebrar el acuerdo de alternancia entre el actual presidente, Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, y Fernando Gray, de Esteban Echeverría, que vienen alternando el liderazgo.
El choque del kirchnerismo con los intendentes por el control del partido en la provincia de Buenos Aires viene desarrollándose desde principios de diciembre y fue escalando y tomando estado público. Este domingo, el mismo Alberto Fernandez respaldó implícitamente a Máximo en una entrevista radial. Previamente, las negociaciones para garantizar el recambio venía llevándolas adelante el ministro del Interior y militante camporista Wado de Pedro.
La asunción adelantada de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense sería una señal política de cara al armado de las listas de 2021. Y tiene una implicancia nacional, porque se toca con el debate de las Paso.
La suspensión de las Paso en 2021, más allá de la oposición de Larreta y Vidal, debía chocar con un escollo interno en el PJ: la necesidad de garantizar un ordenamiento de candidaturas en 2021 entre los sectores integrantes del Frente de Todos. Desde el principio de la embestida de los gobernadores para suspender las Paso, circularon versiones de la posibilidad de referentes camporistas de armar listas para competir con los intendentes actuales del Frente de Todos.
El nombramiento de Máximo Kirchner como jefe del PJ colocaría el armado de listas más directamente bajo control K en la provincia de Buenos Aires, al mismo tiempo que comenzaría a definir los términos de un acuerdo interno en el Frente de Todos. Si se suspenden las Paso, las candidaturas pasan a ser definidas directamente por los organismos de dirección partidarios.
¿Allanará esto la resistencia K a eliminar las Paso? Lo que es cierto es que todavía queda en pie el escollo más importante para la suspensión de las primarias. Por la negativa de Larreta y de la mayoría de Cambiemos en el Senado de la provincia de Buenos Aires, habría Paso en CABA y para cargos provinciales de PBA. Por lo tanto, una gran parte del electorado debería concurrir igual a votar en las internas. Por el peso de Capital y PBA, se trataría de una encuesta con capacidad de ordenar a la oposición en los distritos de mayor peso electoral. Así, el oficialismo cargaría con el costo de la suspensión de las Paso sin que, realmente, sean suspendidas.
De todas formas, el reclamo de los gobernadores, con aval del Ejecutivo, sigue su curso, y es posible que Fernández incluya el tema en el temario de extraordinarias del Congreso de la Nación.
En cualquier caso, el debate sobre la suspensión de las Paso muestra cómo los partidos del sistema manipulan el régimen electoral en función de sus propias conveniencias. Cambiemos, cuya cúpula actualmente rechaza la suspensión, la había propuesto contra el PJ en 2019, con un proyecto de Pablo Tonelli.
Juan García
Cristina Kirchner y la reforma del sistema de salud
La lectura de la “letra chica” del último discurso de la vicepresidenta dejó entrever varias otras cosas más allá de sus reclamos de blindaje judicial. Lo más jugoso se relaciona con el llamado “a repensar todo el sistema de salud en la Argentina para hacer un uso más eficiente de los recursos". Cristina volvió sobre la cuestión de los tres subsistemas´ -hospitales públicos, obras sociales y prepagas-, para plantear unsistema nacional integrado`. La jefa del kirchnerismo asoció esa mención del sistema sanitario a la pandemia, anticipando que “no será la última”. Pero la conclusión elemental que dejó el Covid 19 es el pavoroso vaciamiento del sistema de salud, y la necesidad de un reforzamiento decisivo de los recursos, comenzando por el salario y el nombramiento de trabajadores, los cuales fueron exprimidos hasta el límite de sus fuerzas.
Por el contrario, la conclusión de CFK empalmó con la línea estratégica que los Estados capitalistas y el Banco Mundial promueven en materia sanitaria. La vice señaló que “Argentina es el país de América Latina que más invierte en salud” –se gasta “demasiado”, no demasiado poco. Sin decirlo, apuntó a lo que todos los gobiernos capitalistas vienen promoviendo - la supuesta racionalización del gasto sanitario, que tiene dos líneas maestras: por un lado, el recorte de prestaciones; por el otro, la “integración” del sistema en términos de la subordinación del” d hospital pùblico a las necesidades del capital privado.
En lo que tiene que ver con el ajuste de las prestaciones, el plan oficial tiene un socio estratégico en la burocracia sindical, que quiere enjugar la quiebra de las obras sociales a costa de la salud de los afiliados. Por eso, y según relata la misma fuente, la cùpula de la CGT propondría una “canasta prestacional” que reemplace al Programa Médico Obligatorio (PMO), al cual los dirigentes acusan de generar un déficit de 1500 millones de pesos mensuales (La Nación, ). Para enjugar esas pérdidas, la nueva “canasta” debería incluir menos prestaciones que el actual PMO.
La burocracia sindical ha reforzado una asociación de intereses con los dueños de las prepagas, en la medida que muchas obras sociales han tercerizado en éstas últimas los servicios a sus afiliados. Ahora, ambas estarían reclamando que las prestaciones por discapacidad –que se financian con un fondo especial constituido con aportes de las obras sociales- pasen a ser costeados por el Tesoro Nacional. Con seguridad, este traspaso implicará también recortes.
El planteo de la “canasta prestacional” y el sistema sanitario “integral” promovido por Cristina, se parecen demasiado al plan pergeñado por el macrismo en 2017, para imponer una Cobertura Universal de Salud (CUS). El corazón de este planteo es limitar las prestaciones en el hospital público, que quedarían acotadas a un cierto número de consultas y prestaciones anuales. Cada persona sin cobertura de salud recibiría una chequera o voucher equivalente a las atenciones médicas previstas por la CUS, la cual se igualaría a las prestaciones sin cargo de las obras sociales o prepagas en sus planes o coberturas mínimas. La “integración” del sistema habilitará a los hospitales a recibir a pacientes de obras sociales con su respectiva chequera, algo que actualmente se encuentra restringido a las emergencias. El sistema “integrado” convierte al hospital pùblico en un apéndice de la salud privada. A su turno, se plantearía una competencia entre hospitales por la captura de la demanda, con sus consecuencias en términos de concentración general de la salud, de un lado, y sobre el régimen laboral, del otro. La “autogestión hospitalaria” ha sido promovida por las administraciones seudoprogresistas de todo el continente –no sorprende que Cristina Kirchner apunte ahora para el mismo lado. Ni qué decir que una “canasta” degradada y limitada de prestaciones es un ataque al derecho al aborto legal.
Los K y una tendencia mundial
La instalación, en la postpandemia, de un planteo general de recorte sanitario, es reveladora de las tendencias mundiales en la materia. Mientras los expertos en salud recomiendan un salto sustantivo en el esfuerzo sanitario de los Estados, la tendencia que la OMS y el Banco Mundial propugnan es la de la “reasignación del gasto”, es decir, el financiamiento de los gastos pandémicos (vacunas por ejemplo) a costa de recortes en otras áreas. La medicina prepaga, que es a esta altura una derivación del capital financiero, ya se sirvió de la pandemia para avanzar en recortes sustanciales, por caso, el reemplazo de las consultas médicas presenciales por un régimen de consultas on line, que multiplica el “rendimiento” los profesionales de la salud.
Es revelador que Cristina Kirchner se haya encargado de tomar esta posta en la Argentina.Ciertamente, la cuestión de sus salvoconductos judiciales sigue siendo prioritaria en sus cartas y discursos. Pero esta referencia a la reforma del sistema sanitario pone de manifiesto sobre qué bases sociales está dispuesta a tramitar aquel salvoconducto. Es decir, multiplicando los compromisos con el capital financiero.
Que el capital privado invertido en salud exija el rescate del Estado por múltiples vías, muestra su inocultable parasitismo. La única integración que cabe es la que resulta de la nacionalización del sistema de salud, bajo un plan y una dirección común de sus trabajadores.
Marcelo Ramal
28/12/2020
Flores: Cámara de Comerciantes manda patotas contra los manteros
El martes 22, los manteros de la Avenida Avellaneda, en el barrio porteño de Flores, fueron atacados por un grupo de personas con fierros y palos. La situación se dio a conocer por medio de imágenes que se viralizaron, en las cuales quedó registrado el ataque a un grupo de vendedores ambulantes senegaleses que terminó a las trompadas, patadas y fierrazos en medio de la gente que hacía sus compras.
Desde la organización Vendedores Libres apuntaron contra la Cámara de Comerciantes de Avenida Avellaneda, los comercios de Flores e hicieron responsable de la violencia organizada a Fecoba (Federación de Comercio de Buenos Aires) y Came (Cámara de la Mediana Empresa). El mismo día del ataque, desde la entidad dirigida por Omar Guaraz señalaron: “Repudiamos los incidentes de hoy en Avenida avellaneda y el centro comercial de Flores, provocados intencionalmente por comerciantes que contrataron barras bravas muy violentos para provocar los incidentes de hoy” (Data Conurbano.net, 22/12)
Al mismo tiempo, desde Vendedores Libres denunciaron que estas Cámaras empresarias y de Comercio, por medio de financiamiento y coimas a la policía y comisarías de la zona, -principalmente la 7° (ex 50), afirman- ha encabezado “la cruzada con la venta ilegal”... que ha dejado millares de detenidos, heridos de gravedad, torturas en comisarías y muertos entre manteros” financiando “el terrorismo estatal” contra los vendedores ambulantes.
La connivencia entre las cámaras empresarias y las fuerzas policiales quedó en evidencia el 12 de noviembre pasado, cuando efectivos de la Comisaría Vecinal 7 C de la Policía de la Ciudad protagonizaron un brutal operativo represivo de desalojo contra manteros instalados en avenida Avellaneda y Helguera, golpeándolos y confiscándoles la mercadería. El ataque terminó con heridos y cuatro detenidos, entre ellos un testigo que intentó defender a los manteros y resultó golpeado salvajemente por diez efectivos. Entre los detenidos hubo dos senegaleses que, según testigos, además fueron víctimas de insultos xenófobos de parte de los efectivos policiales. Luego de la represión, manteros y vecinos del lugar se concentraron hasta lograr la libertad de los detenidos, que habían sido trasladados a la comisaría N°50.
Frente a la violencia empresaria enlazada con la violencia estatal que se despliega palazos limpios y represión como única respuesta a la carestía y a la desocupación, se impone una lucha de conjunto entre trabajadores ocupados y desocupados por el derecho al trabajo, el reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios, vivienda y por todas nuestras reivindicaciones.
Ana Belinco
28/12/2020
lunes, 28 de diciembre de 2020
Cerremos el año conquistando el aborto legal y rechazando el robo a los jubilados
Panorama político semanal.
La última semana del año va a condensar en buena medida las grandes tensiones que cruzaron a este 2020.
La legalización del aborto entra en su recta final en el Senado, donde se redoblan las presiones del clero, que tiene sus agentes en todos los bloques políticos. Cobra fuerza el planteo del aliado del oficialismo, el exmandatario rionegrino Alberto Weretilnek, de incorporar nuevas modificaciones regresivas que obliguen a una vuelta a Diputados, los cuales violentan a las mujeres y niñas víctimas de una violación. El requisito de contar con una denuncia penal previa apunta a exponerlas al desprecio en las comisarías y el sistema judicial para desalentarlas, y el reemplazo del concepto de «salud integral» por el de «salud física» tiende a restringir el acceso a este derecho.
Es decir que está en crisis la apuesta del gobierno de dar sanción al proyecto de ley antes de fin de año. Esto se debe, sencillamente, a su alianza con las iglesias como herramienta de contención en medio de una aguda crisis social. La clave para conquistar el aborto legal y su implementación efectiva estará en las calles, como siempre, en la potencia de la ola verde.
En Diputados el oficialismo replicará la maniobra de aprovechar la ocasión para concretar un robo a los jubilados, imponiendo una movilidad «desindexada» en medio de una aceleración inflacionaria. Solo el Frente de Izquierda levantó una tribuna política para denunciar esta confiscación, que es una ofrenda en la mesa de negociación con el FMI.
Es por ese camino que lograron recortar el déficit fiscal de este año por debajo de las proyecciones, y prometen un ajuste mayor al presupuestado para el año próximo. Pero como explica en su editorial Eduardo Salas, con eso no alcanza para cerrar un acuerdo. El gobierno demuestra a cada paso su improvisación y desorientación, que son a su vez expresión de las contradicciones que enfrenta su bonapartismo de default.
Cristina Kirchner reclamó en el acto «unitario» del Frente de Todos un ajuste a su manera, lo cual no implica un cuestionamiento al rumbo fondomonetarista ni a la ofensiva sobre salarios y jubilaciones, sino lubricarla mediante la postergación de los tarifazos. Como eso requiere mayores subsidios la ecuación no termina de cerrar, más en medio de la persistencia de las presiones devaluacionistas y de la sequía de las reservas del Banco Central. Las preocupaciones de la vice son esencialmente dos: la viabilidad del ajuste, y su situación judicial. La confirmación de la sentencia a Julio De Vido por la masacre ferroviaria de Once refuerza el apriete de la segunda. Por lo demás, la «sintonía fina» de la última época kirchnerista culminó en un vaciamiento energético fenomenal que obligaba a importar miles de millones de dólares en energía… y un tarifazo también descomunal.
Otro retrato de fin de año es la aceleración de las tratativas para poner en marcha el acuerdo porcino con China. Esta política sería desastrosa no solo en términos ambientales y sanitarios, sino que expresa un rumbo de reprimarización económica al servicio de la penetración de capitales extranjeros. Es, sin embargo, lo que hasta el momento no pudieron imponer en Chubut, donde Arcioni -a pesar de las coimas– no logró sancionar la zonificación para habilitar el desembarco de los pulpos mineros.
Mientras tanto, se recrudece la crisis sanitaria. Subieron súbitamente los contagios de coronavirus en Capital y el Gran Buenos Aires, cuando el gobierno no puede ocultar que no tiene garantizada la llegada de la vacuna. La persistencia de las luchas de los trabajadores de la salud evidencia la impostura de los gobiernos bonaerense, porteño y nacional de cargar las tintas sobre las reuniones de fin de año para encubrir su ruinosa política sanitaria. Esto sucede cuando no se avizora aún el pico de la segunda ola en Europa.
El cuadro es por lo tanto bastante sombrío, más cuando se completa la sanción de los presupuestos 2021 de ajuste en las provincias, como el que Juntos por el Cambio le votó a Kicillof. Se trata de una «ley de leyes» al servicio de los bonistas, con los cuales tiene pendiente el canje por más de 7.000 millones de dólares -un agujero que no solo preocupa al gobernador bonaerense.
A la par, en la Ciudad de Buenos Aires, un fallo del Tribunal Superior de Justicia reinterpretó capciosamente la Constitución porteña para concluir que el Estado “no tiene la obligación inmediata de proveer una vacante a todo aquel que la solicite con independencia de su condición social o de sus posibilidades de procurarse una vacante en el subsistema privado”, colocando al sistema público como receptor exclusivo de quienes puedan presentar un certificado de pobreza y convirtiendo al sistema privado en el ámbito natural de los menores de tres años. Es un fallo a medida del recorte presupuestario del gobierno de Larreta, incompatible con la satisfacción del cupo de vacantes en las escuelas porteñas. La reacción fue inmediata, y un amplio sector de la comunidad educativa salió a reclamar el juicio político al TSJ.
Esta reacción ante la ofensiva contra una vapuleada educación pública, así como la de los trabajadores de la salud, muestran en escena al movimiento obrero, a pesar de la integración de las distintas alas de la burocracia sindical al gobierno de Alberto Fernández. Este aspecto es parte importante de la situación que domina este fin de año, que termina con el 80% de los trabajadores con ingresos de pobreza, y uno de cada cinco por debajo del misérrimo salario mínimo fijado por el Estado. La impresionante huelga de los aceiteros, el paro de los obreros del Sutna en Bridgestone que impuso la conciliación obligatoria con los dos despedidos adentro, los metalúrgicos de Gri Calviño que frustraron el acuerdo inconsulto firmado por la conducción de la UOM, o la tenaz resistencia de los trabajadores del Parque de la Costa, son expresiones contundentes. Hay que jugarse por entero a su triunfo, como al de la ola verde, para comenzar un 2021 de grandes batallas.
Buen último domingo del 2020.
Iván Hirsch,
Editor de Prensa Obrera.
«La cotización del agua de California en Wall Street ha sido un ensayo publicitario»
Entrevista al ecologista Antonio Brailovsky
Sobre la cotización del agua en Wall Street y otros temas ecológicos nacionales e internacionales.
M.H.: El agua ahora cotiza en Wall Street.
A.B.: Esto ha sido sobreactuado en los medios como una manera de ver si alguien más se engancha con todo este modelo neoliberal. Porque en última instancia lo que está cotizando es el precio del agua para riego en California. Que es completamente distinto que el petróleo que cotiza en todo el mundo. Aquí es el riego en California y nada más. De modo que la pregunta no es por qué cotiza el agua, sino para qué han hecho todo este ruido.
Yo creo que es para convencernos de que las cosas funcionan mejor cuando se mete el mercado. Y ya sabemos que generalmente funcionan peor, cuando el mercado se hace cargo de asignar los recursos. Yo creo que tenemos que plantear que el agua para consumo humano es un derecho humano y que primero hay que asegurar el agua para los usos humanos inmediatos y el resto pasa a ser un recurso natural y hay que discutir cómo asignar el agua que queda. No toda el agua, sino la que no se usa para los seres humanos.
En ese punto hay dos ideas, unos piensan que el mercado es un buen asignador de recursos, yo creo que un recurso escaso no se puede dejar en manos de los especuladores, sino que es mejor que el Estado asigne prioridades.
Pero esto ha sido más que darle un valor de mercado al agua, ha sido un ensayo publicitario para que la gente empiece a acostumbrarse a la idea de que van a seguir intentándolo. Mucho más peligroso es lo que ha ocurrido en Chile con Pinochet y todavía no se ha corregido, que han privatizado los ríos. Los ríos corresponden a cierta empresa que hace plata como quiere con esos ríos. Eso es mucho más escandaloso por supuesto.
M.H.: La idea que tenía era que de pronto la cotización del agua californiana podía ser un paso hacia esto que usted comenta respecto de Chile en torno a la privatización del agua.
A.B.: Por supuesto, es un intento, a ver quién se prende, a ver qué dicen los medios, si es una buena idea o si es horrible. Yo pienso que es horrible. Pero ha habido mucha movilización pública en rechazo. Así que supongo que se quedarán con el agua de California y no mucho más.
M.H.: Este mes tuvo lugar una cumbre virtual convocada por la ONU, Reino Unido y Francia en alianza con Chile e Italia, en el 5° aniversario del acuerdo de París cuyo propósito es la adopción de medidas para combatir la crisis climática global, cinco años después parecería que sus compromisos no vinculantes no han tenido mayores efectos ¿Qué nos puede comentar al respecto?
A.B.: Que el acuerdo de París es el resultado de una de las reuniones por el cambio climático veintitantas, cada dos años se reúnen para decir que tienen que hacer algo para frenar el cambio climático, firman cosas y no las cumplen. Entonces vuelven a hacer otra reunión, firman nuevas cosas, se sacan la foto, no las cumplen, vuelven a hacer otra reunión y así sucesivamente.
Después de muchos años de esta dinámica, después de muchas reuniones por el cambio climático, decidieron hacer un anuncio escandaloso, firmaron una vez más, nadie piensa cumplir eso y efectivamente no lo cumplirán. Pero esto es lo habitual en ONU, la foto, los discursos grandilocuentes y poca realidad. Mucho más cuando hay intereses en juego.
Aquí hay que tocar a las petroleras, cerrar pozos de petróleo, restringir el uso del gas y la nafta. Hasta aquí el único país que se lo tomó en serio es Dinamarca que para el 2050 va a eliminar la producción de petróleo. Pero países como Argentina están expandiendo la producción de petróleo y gas, inclusive están subsidiando a las multinacionales.
Una cosa con la que obviamente uno está de acuerdo, que es el impuesto a las grandes fortunas, una parte de ese dinero va a ir a subsidiar a las petroleras en Vaca Muerta. Con lo cual, así no vamos a mejorar la situación del cambio climático, mientras se sigan tirando gases a la atmósfera.
M.H.: En esta reunión el gobierno argentino presentó lo que considera un compromiso más ambicioso de cara al 2030 revisando sus contribuciones a nivel internacional a través del gabinete de cambio climático que integran contradictoriamente los mismos responsables de planes extractivistas y el impulso a los combustibles fósiles y al fracking a través de Vaca Muerta. ¿Cómo se entiende esto?
A.B.: Yo creo que tiene la misma lógica que tiene la ONU. La gente quiere una foto y un discurso. La gente se lo cree. A la gente le encanta que se aprueben leyes, aunque después nadie las cumpla. Un ejemplo son las Leyes de Bosques y Glaciares, mucho entusiasmo y después nadie intentó cumplirlas.
M.H.: O con la Ley de humedales que parece que estuviera cajoneada.
A.B.: Con lo cual yo no tengo ningún entusiasmo en que se apruebe una ley más que no quieran cumplir. Yo creo que pasa algo parecido, hay intereses concretos que impiden que esto avance y si no puede avanzar en el mundo real que avance en el discurso.
La Ciudad de Buenos Aires está haciendo un plan de acción climática muy sofisticado, con mucho apoyo de los científicos, pero al mismo tiempo está urbanizando la costa del Río de la Plata que se va a inundar con el cambio climático. Me refiero a Costa Salguero.
Entonces, por un lado, hay grandes compromisos internacionales, unos libros preciosos que están por editar y, al mismo tiempo, se hace un desarrollo inmobiliario irresponsable en la costa del río.
M.H.: Quiero retomar un tema, el etiquetado a los alimentos envasados. He leído que el nutricionista Sergio Britos señala que si el Proyecto de ley se sancionara tal como está un 92% de los alimentos que consumimos aparecerían desalentados, con un sello negro o varios. Y no es cierto que el 92% de los alimentos envasados en nuestros comercios sean poco saludables.
A.B.: Eso puede obligar a la industria a envasar alimentos más saludables. El hecho de que todos o la mayor parte de los envasados tenga demasiada sal, azúcar o grasa es cierto. Tendrán que empezar a producir más sano. Eso es lo que les preocupa. Y, por otro lado, ya se sabe que cuanto menos envasado coma la gente mejor, más sano va a ser.
M.H.: He leído últimamente algunas notas sobre la llegada de Bill Gates a nuestro sistema agroalimentario.
A.B.: Yo creo que Bill Gates no importa, solo se menciona porque es una persona conocida. Lo que importa es un modelo productivo que satura el campo de productos químicos, que tiene una contaminación no solo química sino biológica porque han aprobado el trigo transgénico, inclusive en contra de los que venden cereales.
El trigo transgénico puede contaminar genéticamente al trigo tradicional por insectos que polinicen. Con lo cual el trigo tradicional pasa a ser trigo transgénico o por lo menos contaminado y hay muchos mercados que no aceptan transgénicos o trigo tradicional contaminado con transgénicos. Con lo cual se da la paradoja que se introduce una tecnología nociva y contaminante y que además es antieconómica. Es perjudicial desde lo económico para el país, no solo desde lo ambiental.
De modo que hay que parar con esta ilusión de que todo lo que ofrece la tecnología es lo mejor que hay. Ya hay un colectivo importante de científicos que rechaza este “trigo limpio”. Búsquenlo en internet que están rechazando con argumentos científicos diciendo que esto no hace falta.
M.H.: Esta va a ser nuestra última comunicación de 2020 me gustaría que les dé un mensaje a nuestros oyentes.
A.B.: No soy muy bueno dando mensajes, pero quiero recordar que va a haber una presión muy fuerte utilizando como pretexto la pandemia para aprobar o impulsar proyectos que significan daño ambiental. Tanto el fracking como la megaminería que en este momento están impulsando la gran minería contaminante en Chubut, como proyectos de construcción en la costa de CABA, como las megagranjas criadoras de animales, como más transgénicos y demás con la idea de que hay que salvar la economía.
Hay que estar alertas ante esto porque una vez que estén hechas las granjas para cerdos y el compromiso con una potencia importante como China va a ser muy complicado dar marcha atrás cuando se vea el daño que producen.
Mario Hernandez | 28/12/2020
¿Qué está pasando con la nueva mutación del coronavirus?
En los últimos días, se detectó un aumento significativo en el número de casos de Covid-19 en Londres y el sudeste de Inglaterra que sugería la existencia de una nueva cepa del virus con mayor tasa de transmisión, es decir, que se contagiaba más rápido. Al analizar el genoma (ARN) de muestras de pacientes, se confirmó que el virus circulante presentaba mutaciones respecto al virus que venía circulando en esa zona.
¿Qué implica esta mutación?
Si bien todos los datos son preliminares (y en ese sentido hay que evaluarlos con cautela), la variante detectada en Reino Unido, llamada B117, presentaría un R0 o tasa de reproducción superior. El R0 estima la cantidad media de personas que se contagiarían a partir de una persona infectada y da idea del potencial de transmisión de una enfermedad. Es decir, que la nueva cepa se transmitiría más fácilmente que otras anteriores. Sin embargo, al no haber aún estudios moleculares no se conoce el mecanismo por el cual esto ocurre. No se puede descartar, sin embargo, que haya también otras variables epidemiológicas que hayan aumentado el número de contagios. En principio, no parecería que la nueva cepa provoque síntomas más graves o mayor mortalidad.
¿Es la primera mutación del virus causante de Covid-19 que se conoce?
No. Ya se detectaron más de 4.000 mutaciones en cepas circulantes de SARS-CoV-2, el virus causante de Covid-19. Lo que ocurre es que no todas las mutaciones tienen consecuencias directas en la capacidad de transmisión u otras variables epidemiológicas. Muchas mutaciones no tienen ningún efecto sobre la performance del virus, lo que se conoce como mutaciones neutras.
¿Por qué tiene tantas mutaciones este virus?
El SARS-CoV-2 es un virus formado por ARN, uno de los dos tipos de material genético existentes (el otro es el ADN). La enzima encargada de copiar ese material genético para reproducirse es la ARN polimerasa que, a diferencia de la que copia el ADN, tiene una tasa de error muy alta. Es decir, cuando va copiando el material genético se equivoca pero no tiene un mecanismo de corrección como sí ocurre con los virus formados por ADN. Las mutaciones que van apareciendo son los errores que va cometiendo la ARN polimerasa.
¿Podría ocurrir que las vacunas disponibles no protejan contra esta cepa?
Se cree que no pero se sabrá con certeza cuando se completen los estudios a nivel molecular que nos muestren qué modificaciones concretas en la partícula viral presenta esta nueva cepa respecto de las anteriores. Las vacunas contra Covid-19 están diseñadas para generar anticuerpos contra la proteína viral S (spike) que es la que interactúa con el receptor celular ACE-2 para ingresar las células del sistema respiratorio. Al vacunarse, la persona desarrolla anticuerpos y células de memoria del sistema inmune que logran unirse a esta proteína viral, neutralizándola e impidiendo que infecte a las células. La clave estará en ver si las mutaciones afectan esta proteína y si esas potenciales modificaciones implicarían que los anticuerpos desarrollados contra ella dejan de ser efectivos. Por ahora, no parece un escenario probable.
Lucía Maffey
Bióloga.
domingo, 27 de diciembre de 2020
29D: todos al Congreso por el aborto legal y contra la reforma previsional
Una misma pelea.
Esta semana se inició el debate por la contra reforma previsional en la Cámara de Diputados. Ni lentos ni perezosos, apostando a una maniobra de “río revuelto”, el oficialismo busca convocar a sesiones simultáneas especiales el próximo 29 de diciembre para tratar, simultáneamente, en el Senado, la ley de legalización del aborto, y, en Diputados, el saqueo a los jubilados. La nueva “fórmula de movilidad”, que pretende ajustar por debajo de la inflación, es sólo un aspecto de este robo, porque, de otro lado, consagra la confiscación de los aumentos por decreto de 2020, sobre cuya base se calcula la nueva ‘des-movilidad’.
Mujeres trabajadoras
Ya en julio, el informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía sostenía que “sólo el 11,2% de las mujeres en edad jubilatoria -entre 55 y 59 años- cuentan con más de 20 años de aportes”. Por lo tanto, al cumplir 60 años, es decir, la edad para jubilarse, solamente 1 de cada 10 mujeres habrá reunido los 30 años de aportes requeridos para acceder a la jubilación. En la actualidad, el 87% de las que se jubilan lo hacen a través de una moratoria. Este informe oficial señala que las mujeres son quienes enfrentan mayores niveles de informalidad y desocupación, con brechas de género de entre 20 y casi 30 puntos porcentuales con relación a la participación en el mercado laboral y sobre los ingresos que perciben respecto de los varones. Las mujeres, además, sufren una mayor precarización laboral, ya que ganan, en promedio, un 29% menos que los varones, brecha que se amplía al 35.6% para las asalariadas informales. Las jóvenes de hasta 29 años superan el 22% de desempleo mientras los varones del mismo rango etario el desempleo ronda el 17,9 por ciento.
Todos estos indicadores empeoraron sensiblemente como consecuencia de la gestión capitalista de la pandemia, durante la cual se produjo una transferencia enorme de recursos hacia los grandes empresarios y los especuladores financieros. En las últimas semanas se han dado ha conocer distintos informes que dan cuenta de la pauperización social creciente que atraviesa la clase obrera de Argentina con un índice de pobreza del 44,2% y uno de 10,1% de indigencia. Estos estudios, también trazaron el impacto de esta situación sobre las mujeres trabajadoras.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) (https://politicaobrera.com/politicas/3547-casi-el-50-de-los-hogares-del-amba-perdieron-ingresos-durante-la-pandemia) hubo pérdidas de ingresos en el 49,3% de los hogares, el 40,3% de dichos hogares incluían, por lo menos, un miembro con problemas laborales – sea por despidos, suspensión o disminución de ingresos y el 33,8% de los hogares consultados debieron reducir el consumo de al menos un alimento. Este informe señala que “analizando el universo de hogares con presencia de menores de 2 a 17 años que aumentaron las tareas de apoyo escolar a partir de la pandemia, se obtuvo como respuesta que el 74,2% de los hogares consultados declaran que la dedicación principal está a cargo de las mujeres”. Las tareas de reproducción de la vida de la familia, en muchas ocasiones, se añadió a las tareas laborales, significando una sobrecarga enorme para las mujeres trabajadoras.
Según el informe presentado por la Dirección de Estadística y Censos porteña (https://politicaobrera.com/politicas/3530-uno-de-cada-tres-portenos-es-pobre) en los hogares encabezados por mujeres la incidencia de la pobreza equivale a 32,7%, frente al 28% de los que tienen jefe varón.
La lucha por la vivienda que se despliega a lo largo y ancho del país y que es respondida con desalojos y represión por parte del Gobierno de los Fernández, tiene a la cabeza a las mujeres de las familias obreras que no se resignan a una vida de miseria. Guernica es un gran ejemplo de esta realidad acuciante para las trabajadoras.
El derecho al aborto se enlaza con el derecho al trabajo, el salario y una jubilación digna.
El 29, todas y todos a la calle
La lucha por el derecho al aborto legal, por el derecho a decidir cuándo y cómo ser madres en caso de desearlo, impone unir la lucha del movimiento de mujeres con la lucha del movimiento obrero de conjunto por la lucha en defensa de las jubilaciones, el salario, el trabajo, la salud y la vivienda porque se trata de una misma lucha: la pelea por una vida plena y digna que hoy ha quedado en evidencia que el sistema capitalista no puede garantizar.
En los sindicatos, las comisiones internas en cada fábrica y lugar de trabajo así como en los centros de estudiantes los trabajadores y la juventud tenemos que deliberar, pronunciarnos e imponerle a las conducciones sindicales integradas al Estado una gran huelga para que este 29 de diciembre, en la calle, nos plantemos contra el saqueo a las y los jubilados y les arranquemos el aborto legal, seguro, gratuito y sin restricciones a medida del oscurantsimo clerical.
Ana Belinco
26/12/2020
sábado, 26 de diciembre de 2020
Jubilaciones, la gran caja del gobierno, las patronales y el FMI
Con el concurso de los diputados de Córdoba y del ´interbloque´ que encabeza el mendocino Ramón, el Gobierno arrancó el dictamen de comisión para llevar al recinto su proyecto de ´reforma jubilatoria´, que ya cuenta con media sanción del Senado. Su tratamiento, previsto para el 29 de diciembre próximo, coincidiría con la votación de los senadores sobre la legalización del aborto. Juntos por el Cambio y el Frente de Izquierda presentaron sendos dictámenes por minoría, con 36 y 2 firmas, respectivamente. El del oficialismo juntó 42. l proyecto oficial establece una actualización trimestral de los haberes basada 50% en la recaudación y 50% en la evolución de los salarios registrada por el índice RIPTE. No incluye un piso de actualización vinculado a la inflación, pero sí un tope de 3 puntos de incremento respecto de la recaudación, en caso de que la evolución de los salarios sea mayor.
La ´nueva fórmula´ representa un retorno a la que rigió durante buena parte de los gobiernos K. El kirchnerismo fue el gran liquidador del régimen previsional argentino, aunque el relato kirchnerista diga lo contrario e incluso pinte a Boudou como un abanderado de los jubilados, por la estatización de las AFJP cuando era ministro de Economía. La estatización convirtió al Fondo de Garantía de Anses en el tacho de basura de la deuda externa a cambio de dólares y pesos frescos, según el bono, lo que ha ocasionado una pérdida de 50 mil millones de dólares al sistema previsional.
Los gobiernos K generalizaron una jubilación mínima de indigencia -hoy en $19.000-, que actualmente cobra el 75% de los jubilados. Las sucesivas moratorias incorporaron a millones de trabajadores y trabajadoras al sistema, que no pudieron completar los aportes por desocupación o trabajo no registrado, en estos niveles asistenciales. Esta política acható la estructura de ingresos – el mínimo, que cobraba el 20% de los jubilados en 2005, hoy abarca al 85 por ciento. El sector superior se vio gravado por el impuesto a las Ganancias. Asimismo, los funcionarios de la ANSES dilataron por años la ejecución de los fallos judiciales favorables a los jubilados en materia de ajustes. Todavía se acumulan decenas de miles de sentencias favorables pendientes de cobro.
Con la estatización de las AFJP, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad se convirtió en la caja de los acreedores internacionales. Los aportes patronales derogados por el menemismo nunca fueron repuestos. Como consecuencia de todo esto, Anses se financia en forma creciente por medio de impuestos, y ha pasado a integrar el Presupuesto, o sea dejado de ser un sistema autónomo, dirigido por jubilados y trabajadores. La recaudación de la ANSES, esencialmente fiscal, financia la moratoria y todas las prestaciones asistenciales del periodo hasta hoy, como es el caso de la Asignación Universal por Hijo y todas las demás. De este modo, el régimen previsional ha desaparecido; en su lugar hay una caja de asistencia. Asimismo, el FGS se convirtió en el principal financista del Estado, que llenó sus arcas de papeles y bonos sin valor de un Tesoro quebrado. Los funcionarios caracterizaban a este vaciamiento como una deuda ´intra-estatal´, que podría ser refinanciada infinitamente. Ahora ni esto: han dejado de refinanciarse a valor par a su vencimiento, para ser vendida a valor de mercado – un 65% inferior al valor de face o nominal.
La derogación y reemplazo de la fórmula K, durante las agitadas jornadas de diciembre de 2017, fue acordada entre el gobierno Macri y los gobernadores. Actualizaba los haberes por inflación, pero salteaba un periodo su aplicación, lo cual representó un manotazo de $100.000 millones a los fondos jubilatorios. Encima de esto, el desborde de la inflación representó otra merma a los jubilados, que cobraban por inflación pasada. Al asumir el binomio FF, la ecuación macrista fue suspendida. Desde entonces, la actualización fue reemplazada por sumas fijas. Como resultado de esto, los jubilados llevan acumulada una pérdida del 15 al 20% de su poder de compra y se disparó una nueva tanda de litigios. La ´nueva fórmula´ apunta, además, a frenar los reclamos judiciales. Apenas fue designado como ministro de Economía, Martín Guzmán selló el hundimiento de las jubilaciones, al decir que su ajuste “es inflacionario”.
Los argumentos del oficialismo para defender esta enésima confiscación siguen siendo vergonzosos. El banquero estalino-kirchnerista Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto, dijo que “Argentina necesita salir de dos trampas que son la indexación y la dolarización. No hay dudas (¿?) que en este gobierno se van a generar salarios que le van a ganar a la inflación y va haber incremento de la recaudación impositiva por la vía del crecimiento y de la reforma impositiva” (Clarín, 24/12). A pesar de esta convicción se ha negado a indexar por inflación en el caso de que los índices de la nueva ley, incluido el salario, marquen debajo de ella. Ocurre que también los salarios se indexan por debajo de la inflación, por ejemplo en las paritarias, 7 por ciento, sumas fijas y no remunerativas en los gremios privados.
La burocracia sindical no ha dicho una palabra sobre este atropello. Por el contrario, cuando ha abierto la boca, ha sido para proclamar su apoyo. Es el caso del jefe de ATE Nacional, “Cachorro” Godoy. A diferencia de 2017, ninguna de sus vertientes ha convocado a movilizar en su repudio.
El activismo autoconvocado, las comisiones internas, seccionales y sindicatos combativos que han protagonizado luchas muy significativas -en los gremios de la salud, metalúrgicos, plásticos- aun bajo la pandemia; la huelga victoriosa de Minerar contra Loma Negra; la vigorosa huelga de los obreros de las agroexportadoras en los puertos santafesinos, son los destacamentos de avanzada de la clase obrera en las luchas que preanuncia el 2021.
El 29, todos a las calles – por el aborto legal y por la derrota de la ´contra-reforma previsional´.
Jacyn
26/12/2020
Héctor Celano y la poesía contra el bloqueo
Una antología de 130 poetas cubanos, italianos, venezolanos, ideada en Italia para decir ya basta de medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos que han decidido ser libres.
Así escriben las y los coordinadores: “Con muchas voces diferentes, la poesía italiana se posiciona a favor de una postura fuerte y radical contra el bloqueo económico, mantenido incluso en plena emergencia Covid, impuesto a naciones como Venezuela y Cuba simplemente porque no corresponden a los parámetros del capitalismo sin salida en el que nos encontramos sumergidos, y del cual ahora corremos el riesgo de morir. Por el contrario, el encuentro con la poesía cubana y venezolana hace de este eBook, un ejemplo de lo que debe ser el diálogo entre los pueblos”.
Héctor Celano figura en la antología con el poema “Isla hembra”. Lo agradecemos por dedicarnos un poco de su tiempo por esta entrevista.
–En tu muy rico currículum como intelectual argentino-cubano, la publicación de libros y antologías comienza a principios de los años 80. ¿Qué te pasó primero? ¿Qué hiciste durante la dictadura cívico-militar? ¿Cuál fue tu historia política?
-Soy el hijo menor de un matrimonio de trabajadores. Mi madre costurera y mi padre transitó diversos oficios. Comencé a laborar a los 11 años como aprendiz de “Tallador Artístico de Cristales” en un taller donde compartía algunas horas luego de las mañanas de escolaridad. Ese oficio (rudo, pero de hermoso producido) hizo que me ganara el sustento por bastante tiempo. Mientras, fui jugador de fútbol semi-profesional, estudiante de filosofía, economía y teatro -en distintos momentos de esa etapa- Antes de los 20 años de edad me vinculé con el Partido Comunista Argentino, ingresando primero a la Federación Juvenil Comunista. Junto con esas labores, además de practicar con fruición la amistad y transcurrir una vida amatoria como todo joven, la poesía y la escritura en general, pujaban dentro mío por ocupar un espacio en la superficie e intentar descubrir zonas de relaciones existenciales con esa llave hermosa que ha desarrollado lo mejor del ser humano. En importantes sectores de la juventud, los años 60 y gran parte de los 70 tanto en Argentina, como en otras regiones de Latinoamérica, los encuentros se concretaban en peñas, guitarreadas, bailes caseros y, allí, despuntaba la música de nuestro país y del continente. Yo escribía desde la infancia y a su vez comenzaba a desplegar la labor de Recitador, entonces, en aquellas citas, dejaba mis incipientes poemas.
La última Dictadura Cívico Militar (en Argentina fueron varias desde la primera de 1930) tramada en lamentable contubernio con importantes líderes políticos, se instaló, entre varios objetivos atroces, para decapitar aquellos fuertes movimientos que se habían arraigado especialmente en las barriadas populares. Antes de instaurarse la Dictadura, ya la Triple A -Alianza Anticomunista Argentina- dirigida por quien fuera el último secretario de Perón y su esposa Isabel Martínez, había asesinado cerca de tres mil militantes del campo popular. Todos quienes mantuvimos nuestras convicciones, de una u otra forma, padecimos aquel tiempo plagado de crueldad. La cifra de 30.000 quizás quede corta. El daño fue hasta la urdimbre del tejido social.
–¿Cómo comenzó tu relación con Cuba y cómo se desarrolló?
-Mi relación con Cuba Socialista, comenzó en los primeros tiempos de actividad en la “Fede” (F. J. C.) cuando el Partido Comunista lanzó la campaña por conseguir dinero para enviarle uno o varios tractores al archipiélago revolucionario. Luego en 1997 recibí la convocatoria de un concurso en Santa Clara referido al 70 aniversario del nacimiento del Che. El poema “Sol de Polen” obtuvo el primer premio y fui a recibirlo junto a mi hija Violeta Libertad que contaba con 20 años. La UNEAC -Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba- me entregó el galardón en la cima del Escambray, exactamente el 14 de Junio de 1998, día que el Che hubiese brindado por sus siete décadas.
–¿Cuáles fueron las etapas e influencias culturales de tu carrera artística y profesional?
-Pudiera decir que cada década de mi vida significó un escalón. La adolescencia, compartiendo trabajo y estudio, me fue nutriendo de conocimientos porque la lectura siempre ocupó un espacio destacado. Luego, pasados los 20 años, entre facultad y estudio teatral se fue forjando mi amor por el hecho artístico y la escritura comenzó a imponer condiciones a mi gula creativa. Trascendiendo los 30, en ciernes de publicarse mi primer libro -“Identidad”- conozco a grandes escritores y artistas en general. Participé de diversos Movimientos que se fueron creando en la medida que muchos de ellos regresaban del exilio y otros volvían a tener algunos resquicios para expresarse.
Allí, aunque no abandoné la prosa, mi poesía encontró el ámbito propicio para los primeros espectáculos poético-musicales. La profunda amistad con Armando Tejada Gómez y otras/os creadoras/es de gran valor, colaboró a afianzar la convicción que el arte, la cultura, la educación, son elementos imprescindibles para los cambios profundos que necesitan nuestras sociedades y para que una vez ocurridos se consoliden definitivamente.
Recuerdo con enorme nitidez las acciones que desplegamos para que se concretara la primer visita a la Argentina de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés (sus canciones se escuchaban de modo clandestino) El abrazo en el Aeropuerto y las actuaciones que debieron prolongarse por muchos días, fue motivo de gran felicidad para quienes comenzábamos a amar el arte de ambos.
–Cuéntenos cómo surgieron los libros que considera más importantes para usted.
-Creo que ningún escritor podrá olvidar la emoción que acontece cuando llega a sus manos el primer libro. En mi caso “Identidad” -Ediciones Amaru, Buenos Aires, 1984
Luego todos, los individuales y los que he compartido con otras/os escritores, poseen un lugar destacado en mi conciencia. Aunque debo decir que, “Umbral de la Palabra” publicado por el Ministerio de Cultura de Cuba -florilegio reunido de 11 libros-, con el prólogo de un ser que me honró con su amistad, Jesús Orta Ruiz “El Indio Naborí”, ocupa en mi memoria un sitio de enorme privilegio.
–También eres periodista, actividad que los comunistas practicaron a menudo durante el gran siglo XX, casi como un complemento evidente a la actividad de un cuadro político dirigente. Fidel fue uno de los mayores ejemplos, pero tampoco faltan ejemplos en Argentina. ¿Qué significó esta actividad para usted y qué cambió después de la caída del campo socialista y la expansión del posmodernismo en los países capitalistas desarrollados?
-Comencé a desplegar el Periodismo Cultural a partir de algunas publicaciones barriales, pero fundamentalmente cuando di forma a mis programas radiales: “Contraseña Cultural” y “Secretos del cordón de la vereda”. Pasé por distintas emisoras hasta dar con Radio Argentina que, repentinamente, el gobierno de Menem privatizó, digamos “regaló” hasta que le quitaron el lugar de privilegio en el dial y la hicieron prácticamente desaparecer. Radio Argentina fue la primera emisora en el mundo en difundir un programa radial con la Ópera Parsifal de Wagner.
–¿Cómo se desarrolla hoy tu compromiso político-cultural?
-Pienso que las personas de buena madera que de jóvenes adhieren al marxismo jamás abandonan la concepción dialéctica de análisis a partir de este hallazgo filosófico, tan joven en la historia de la humanidad, pero que representa un punto de inflexión imprescindible para cualquier abordaje del pensamiento, sea histórico, contemporáneo o con proyección hacia el futuro.
El compromiso que asumo jamás se aparta de mi origen: barrios de trabajadores humildes como mis padres, gente solidaria… Allí di con el Partido Comunista, que a pesar de haber cometido importantes errores en Argentina, ha sido señero en la lucha y dejado mucha sangre en el camino a partir del 6 de enero de 1918. Siendo el primer PC de América sigue enarbolando la hoz y el martillo que es símbolo de lucha y sabrá enmendar circunstanciales falencias.
Entonces, los brazos de Cuba, distintos países de América y Europa, donde mi poesía fue convocada, tal vez hayan absorbido un pedacito de todo lo que sueño política, social y artísticamente.
Reflexiono: si el ser humano se encuentra moliendo los granos seculares de la vida desde la caverna cuando vivía comunitariamente hasta hoy, aunque parezca utópico ¿porqué no puede volver al estadio comunitario con un desarrollo de conciencia que haga placentero su tránsito, por ahora muy fugaz, sobre el planeta? El imperio se encargó en instalar en amplios sectores el resquemor por el término COMUNISTA, que en esencia es una palabra que encierra algo tan noble: ¡vivir en COMUNIDAD!
–¿Cuál es tu análisis del momento que vive América Latina en esta pandemia y el papel de Cuba?
-Desde abajo: se desnuda cada vez más la desigualdad y la injusticia. Desde arriba: La ONU es inoperante, endeble, debe mejorar muchísimo, pero es la entidad que puede ser el germen de un futuro donde existan auténticos acuerdos entre los distintos continentes.
América Latina es uno de los territorios más castigados, pero que posee en su seno signos de rebeldía y dignidad.
Estados Unidos aprovecha cierta situación donde los traidores de sus pueblos se encaramaron en el poder para volver con mucho ímpetu intentando dominar a su antojo nuevamente este territorio pletórico de riquezas materiales y culturales y bastante puro aún.
Cuba sigue siendo la bandera de los seres que aman la soberanía y la dignidad.
Enfrenta no solo las amenazas sino los hechos concretos que intenta “goliat” para desestabilizarla. A la vez continúa brindando hermandad y ejemplo.
–Cuba sigue siendo un faro de resistencia y solidaridad, y la propuesta al Premio Nobel de la Brigada Médica es un reconocimiento que no alcanza a todo lo que ha logrado hacer también por aquellos países que no se han movido lo suficiente contra el feroz bloqueo económico que el imperialismo le impuso. Sin embargo, la propaganda de los medios imperialistas intenta menospreciar el valor de esta solidaridad, y Trump ha venido a revivir la ley que incita a los médicos cubanos a traicionar. ¿Cuál es tu análisis?
-Ninguna potencia capitalista puede estimular a las personas que trabajan en el ejido de la salud a que abandonen semejante impulso de genuina entrega. La formación socialista, comunitaria, desde la infancia, es capaz de lograr semejante gesta. En ella, quien labora para sanar, adquiere la conciencia de curar o redimir en cualquier circunstancia.
El Nobel a la Medicina Cubana es un pedido de amplios sectores que debiera tener un reconocimiento exitoso.
El odio del poder hacia la auténtica solidaridad es constitutivo del desenfreno de la propiedad privada contra la propiedad comunitaria.
–¿Qué cree que podría pasar antes y después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos para países atacados como Cuba y Venezuela?
-A riesgo de equivocarme, creo que el verdadero poder en el imperio no lo tiene un hombre o una mujer. Las multinacionales con sus tentáculos generan personajes que a veces cumplen roles patéticos, pero son simples marionetas de los intereses concentrados en manos macabras que solo quieren apropiarse de bienes, haciendas y gentes.
Los cambios profundos en las entrañas del monstruo los dará su propio pueblo que se está manifestando en ciertos bolsones con llamativa contundencia. Hasta creo que intuitivamente el ser humano común mira las elecciones con indiferencia porque sabe, en su inconsciente colectivo, que es un escenario plagado de utilería.
–¿Cuál es tu opinión sobre el socialismo bolivariano en Venezuela?
-Opino que el Socialismo es un sitio a llegar donde la igualdad de oportunidades y el reparto equitativo devienen premisas basales de una nación. Existen varios caminos para arribar a ese lugar. La dirección del gobierno venezolano en consuno con gran parte del pueblo ha elegido uno. No debe ser muy errática esa senda para que los gobiernos yanquis y sus acólitos busquen denodadamente truncarla.
“Al imperialismo ni un tantico así” dijo uno de los más grandes patriotas latinoamericanos. Hay una correlación de fuerzas difíciles para sostener la revolución; hasta gobiernos que se dicen progresistas cuando los amos aprietan se tornan peligrosamente “indecisos”.
Enfrentar al imperio más cruel y poderoso de la humanidad es una tarea del pueblo bolivariano que debe justipreciarse con honestidad. A mí me emociona.
Geraldina Colotti.
Resumen Latinoamericano, 8 octubre 2020.
El significado de una huelga que puede hacer historia
En las vísperas de Navidad, los mentideros políticos reparten su interés entre las peleas de gabinete, los entuertos judiciales y la llegada de la vacuna Sputnik. Pero ocultan puntillosamente el hecho más trascendente de la situación política. Nos referimos a la huelga que sacude al cordón agroexportador del sur de Santa Fe, y que ya involucra a la casi totalidad de sus gremios: aceiteros, recibidores de granos, transportistas, portuarios y marítimos, entre otros.
Aunque las patronales lograron imponer un par de acuerdos parciales -en las aceiteras de ACA y ADM- la huelga en su conjunto se mantiene firme, con concentraciones y piquetes como el que se sostiene frente a la planta AGD, en Timbués.
La rechazada propuesta patronal incluía un aumento no remunerativo (no sujeto a aportes previsionales) del 10% para el año en curso, que recién pasaría a la categoría de remunerativo en enero; luego, CIARA (la cámara aceitera) ofrece otro aumento no remunerativo del 25% pero fraccionado en tres cuotas hasta julio 2021, y la promesa de una “revisión” para el mes de agosto. Finalmente, propuso una actualización del 35% en el bono o pago anual, y estaba en discusión otro bono “por única vez”, a pagar en cuotas.
Los sindicatos impugnaron esta oferta por tres razones: en primer lugar, porque el 10% propuesto para el 2020 no recompone la pérdida salarial generada por la inflación del año que termina. En segundo lugar, porque el aumento prometido para el año 2021 es escalonado y consagra la evasión de las cargas patronales. Habría que agregar que el aumento del 25% -escalonado entre enero y julio- tendrá lugar en un año donde se prevé una inflación del 50%. La “revisión” prometida para agosto, por lo tanto, anticipa un conflicto similar al que se vive hoy, donde la paritaria oportunamente pactada ha sido pulverizada por la carestía.
Un golpe a toda la política anti-salarial
La impugnación de los gremios aceiteros a esta oferta salarial podría muy bien extenderse a TODAS las “políticas salariales” que las patronales y el propio Estado han pergeñado en el año que pasó, y que piensan reforzar en el 2021. Por un lado, aumentos escalonados, donde el salario corre todo el tiempo “detrás de la inflación” y perdiendo, en cada tramo, porciones importantes de su poder adquisitivo. En cambio, la progresiva liberación de precios y tarifas –en parte ya producida, en parte prevista para los próximos meses del 2021- debería ser enfrentada con un aumento inmediato y sustancial de los sueldos, y, luego, con su indexación mensual. Los aumentos “en cuotas”, por el contrario, apuntan a consolidar esa pérdida salarial.
El abanderado de esta política de liquidación del salario es el propio Estado, que dispuso aumentos del 7% y ahora va por un “escalonado” enero-abril que no cubrirá la inflación prevista para ese período. El Estado es un beneficiario indirecto de la inflación, porque la recaudación de los impuestos al consumo aumenta con la liberación de precios.
El carácter no remunerativo de los aumentos, que los sindicatos también han denunciado, es otra línea estratégica de la política salarial. Por esta vía, se legaliza el vaciamiento de los recursos previsionales. Es la contrapartida necesaria de la política de “desindexación” de las jubilaciones que, en estas horas, se tramita en el Congreso. La señal de largada de esta política tuvo lugar bajo la “emergencia económica” dictada con la pandemia, que permitió a las patronales eludir el pago de los aportes previsionales de sus trabajadores. Con el dinero que dejaron de pagarle al Anses, las aceiteras -y otras patronales- compraron dólares baratos para remitir utilidades, cancelar préstamos anticipados o, sencillamente, dejaron en el exterior las divisas obtenidas con sus exportaciones.
La cuestión de la huelga general
A partir de la huelga aceitera, se ha conformado una intersindical que involucra a la mayoría de los sindicatos relacionados con la actividad: además de la Federación y del sindicato aceitero, están los apuntadores marítimos, serenos de buques, los portuarios, los marítimos y hasta los gastronómicos de la zona. Por lo tanto, se ha planteado en el cordón agroexportador una situación similar a la que tuvo lugar en 2011, cuando se impuso el COPA, es decir, un salario mínimo o de piso para el conjunto de los trabajadores del cordón, y un golpe feroz a las desigualdades salariales impuestas por la tercerización laboral.
Esto significa que en el centro económico del país, los trabajadores están encarando una lucha a fondo y extendida por el salario, cuando todas las usinas patronales y políticas -sin grietas- han colocado el centro de sus esfuerzos en la “desindexación” del salario y las jubilaciones. Todas las maniobras oficiales y patronales apuntan a ese objetivo, incluyendo a las que se proponen la tarea imposible de que el tarifazo a los combustibles, las telecomunicaciones y todos los servicios privatizados resulte “indoloro”. Pero si de servicios se trata, la perspectiva de los aumentos está elevando la temperatura salarial entre los ferroviarios, los telefónicos y otros gremios. Ni qué decir de la enorme lucha de los médicos y enfermeras en la CABA, que recorre una nueva semana de huelgas, autoconvocatorias y movilizaciones.
A la luz de todo lo anterior, queda claro el porqué del cerrojo mediático sobre la gran lucha del cordón. Es una tarea del activismo obrero y de la izquierda desarrollar una agitación decidida en todos lados por la victoria de la lucha aceitera; por asambleas y plenarios que incorporen sus reclamos en todos los gremios: 50% de aumento inmediato de salarios y jubilaciones; salario mínimo equivalente a la canasta familiar; hoy en 90.000 pesos, indexación mensual del salario; abajo la reforma jubilatoria.
Extendamos a todos lados el apoyo a esta lucha y a estos reclamos, en la perspectiva de una huelga general por el salario y las jubilaciones.
Marcelo Ramal
26/12/2020
Suscribirse a:
Entradas (Atom)