viernes, 1 de junio de 2018

Lo que dejó la Marcha Federal



La Marcha Federal organizada por el triunvirato San Cayetano (CTEP, CCC y Barrios de Pie) finalizó esta tarde con un acto multitudinario en Plaza de Mayo. En la previa, varios colectivos fueron parados y requisados por las fuerzas represivas, que además saturaron de vallas el centro porteño.
Si bien la estación terminal del recorrido era originalmente el Congreso, para presionar por la sanción de cinco leyes sociales, el cambio del recorrido hacia el corazón del poder político fue precipitado por el veto de Macri a la ley que limitaba los tarifazos y que aprobó el Senado en la madrugada del jueves. Frente a este giro, el Partido Obrer, crítico de la orientación conciliadora del triunvirato San Cayetano, participó de la jornada en la columna independiente que formaron las organizaciones del Frente de Izquierda y el sindicalismo combativo, en la cual estuvieron presentes –entre muchos otros- trabajadores del subte, INTI, docentes universitarios y de Cresta Roja.
El salto en la crisis del modelo económico oficial no sólo ha provocado un choque al interior de la “coalición del ajuste” entre Macri y los gobernadores peronistas sino que tiene también su impacto en la relación del gobierno con los movimientos sociales. El triunvirato, que supo compartir una mesa de diálogo con la ministra Carolina Stanley y representantes de la Iglesia, ha debido asumir una actitud más opositora. Daniel Menéndez (Barrios de Pie) dijo en su discurso que “el veto (presidencial) es una señal muy complicada porque rompe todos los puentes de diálogo”.
El triunvirato de la CGT estuvo en el acto y también formaron parte de él Pablo Moyano y Sergio Palazzo (que dirigió un saludo a los presentes), Hugo Yasky y Roberto Baradel, y un sector del PJ (Gustavo Menéndez, titular del PJ bonaerense, y el intendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde, entre otros). La Pastoral Social de la Iglesia avaló el evento. En el palco también estuvieron Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. Baradel anunció el paro de las CTA para el 8 de junio. La burocracia de la CGT, en tanto, anunció que habrá una medida de fuerza, que tendría fecha en los próximos días, pero que en caso de concretarse sólo sería concebida como un modo de descomprimir la inmensa bronca popular ante el tarifazo y la devaluación de estas semanas.
Menéndez, de Libres del Sur, se pronunció en su discurso por un paro nacional, pero los oradores del triunvirato sostuvieron la política de contención que tiene esa formación influida por el clero. En ese sentido, el líder de Barrios de Pie reprochó al gobierno “poner en peligro la paz social”. Por su parte, Esteban “Gringo” Castro, de la CTEP, dedicó buena parte de su intervención de cierre a elogiar a la Iglesia y resaltó que el motivo central de la convocatoria era la lucha por la aprobación de las cinco leyes (Emergencia Alimentaria, Urbanización de Barrios Populares, Infraestructura Social, Agricultura Familiar y Ley de Adicciones).
Solamente el Frente de Izquierda, de manera independiente, levantó el planteo de un paro activo nacional para quebrar el veto de Macri y el pacto con el FMI.

Prensa Obrera

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