sábado, 23 de junio de 2018
La bancarrota del Frente Progresista de Santa Fe
A propósito del voto del diputado Luis Contigiani contra la legalización del aborto.
El diputado nacional por Santa Fe Luis Contigiani renunció al monobloque Socialista que encabezaba en el Congreso y pidió renombrar esa banca como Frente Progresista Cívico y Social para poder votar en contra de la legalización del aborto en la Argentina.
El cambio del nombre de la bancada es un intento de cubrir al Partido Socialista. Contigiani ya había adelantado tempranamente su voto en contra y salió a justificarse diciendo que la dirección del PS sabía de su postura cuando lo eligió como candidato. Es decir que estamos en presencia de una estafa electoral por partida doble: el PS catapultó al cargo a un hombre extrapartidario que no acordaba con su plataforma –en la que había inscripto el aborto legal–, mientras que él como cabeza de lista hizo campaña a sabiendas de que estaba en marcha un fraude contra el electorado socialista.
En su alocución en el Congreso, el ex ministro de Producción de Santa Fe justificó su voto en contra porque estaríamos “ante dos vidas perfectamente individualizadas, como ya lo demostró la biología y genética”, calificando esta caracterización reñida con la idea de la mujer en tanto persona como “la posición más revolucionaria que hay”. Su fe religiosa llevó Contigiani a sostener una contradicción flagrante entre la caracterización de la actual situación de “angustia (…) los riesgos de la mujer que aborta en la clandestinidad (…) la falta salud pública, la vida que se nos va en una bolsa de residuos” con el hecho de que con su voto vino a sostener todo el estado de cosas que provocan esas consencuencias.
El vicegobernador santafecino, que responde a la UCR, aprovechó la oportunidad para minar aún más el frente de gobierno con el socialismo; “yo pienso igual que él” dijo, en relación al voto de Contigiani. La UCR nacional está presionando fuertemente para que los funcionarios provinciales rompan con el gobierno del FP y se pasen a Cambiemos. El intendente de la capital provincial y presidente de la UCR, José Corral, amenazó con expulsarlos sino lo hacen.
“Pasión militante” por el aborto clandestino
Contigiani no sólo vota en contra del aborto legal, sacó un largo escrito de 23 puntos cuyo contenido expresa el populismo clerical que respalda su postura o como él lo caracteriza, su “oposición al aborto desde el campo popular”.
Entre los argumentos, aparece como referencia el veto a la ley de legalización del aborto en Uruguay que hizo el presidente del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, en 2002, con lo que demuestra que la suya no es una posición novedosa. La fundamentación del mismo sería “el juramento hipocrático”, sin reparar que según la línea de que este debe regir para “salvar las dos vidas” deja de aplicarse en la práctica en muchos casos para la mujer. Así sucedió con Ana María Avecedo, a quien le denegaron el tratamiento contra el cáncer en Santa Fe porque estaba embarazada y terminó falleciendo luego de un largo padecimiento, junto con la criatura.
El resto del escrito le sirve al diputado para alinearse de punta a punta con la encíclica “Laudato si” del papa Bergoglio, lo que termina de inscribirlo en el cuadrante político clerical. Contigiani viene sosteniendo hace rato una presencia sistemáticamente en distintos armados peronistas de ese cuño, desde la Mesa sindical kirchnerista, hasta la Marcha Federal de los “Cayetanos”.
Un ´progresismo´ liquidado
El ex gobernador Bonfatti salió al rescate de Contigiani, defendiendo su postura como “una posición personal que hay que respetar”. También fue respaldada por la mesa nacional del PS, ante la exigencia de un grupo de intelectuales de que Contigiani renuncie a la banca. Por su parte, las juventudes del MNR no tomaron ninguna medida por el aborto legal, seguro y gratuito que defiende abrumadoramente la juventud estudiosa progresista y luchadora de Santa Fe.
El gobernador Lifschitz le pidió a Contigiani “que revea su postura”, pero días después participó de la toma de posesión canónica del flamante Arzobispo de Santa Fe. La “grieta” al interior del PS no tiene que ver con el laicismo. Lifschitz viene de reunirse con el gobernador de Salta, clerical converso, Juan Manuel Urtubey, para explorar un acuerdo político.
La lucha por el aborto legal es incompatible con la unidad con la Iglesia. La “unidad entre pañuelos verdes y celestes”, a la que llamó Contigiani en el Congreso, es un llamado a una ´unidad´ reaccionaria con el Vaticano.
El gobierno santafecino hace gala de sus banderas progresistas con fines demagógicos, para luego postrarse frente a las patronales, sus partidos y la Iglesia católica.
Carla Deiana
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