La diseminación de bonos y exenciones de impuestos personales son una confesión de la amplitud alcanzada por el derrumbe social. Después de anunciar beneficios para los trabajadores en relación de dependencia, los funcionarios de Massa se dieron cuenta que quedaba afuera la mitad de la fuerza laboral. El 'alivio' de ganancias para monotributistas, que beneficiará a profesionales y muchos trabajadores con relación laboral encubierta, es solamente una “actualización de escala”.
Hay, sin embargo, otro paquete, que no es anunciado. Sólo por la compra de bonos del Tesoro a “precio conveniente” a los acreedores privados, el Banco Central lleva emitidos 2,5 billones de pesos, a 350 pesos el dólar. Son 6.2 mil millones de dólares. Esta fuga de la deuda en pesos del Tesoro anuncia una nueva corrida cambiaria; el gobierno perderá los 5 mil millones de dólares que ha invertido para contener la suba. Sobre esto último no abren la boca quienes critican como “inflacionaria” la eliminación del impuesto a la 'ganancia' de la cuarta categoría. Lo cierto es que la hiperinflación en marcha anulará las medidas sociales que benefician al trabajador y potenciarán las de los que han recomenzado la acumulación de dólares.
Desenlace
El reboleo de medidas sociales de Massa es una movida que pretende remontar la cuesta del derrumbe electoral. Pero el ministro-candidato no desconoce el cimbronazo devaluatorio e hiperinflacionario que se ha desatado desde la devaluación de agosto. Por de pronto, el escenario de agosto se repetirá en noviembre, antes de un eventual balotaje, cuando el desembolso prometido por el FMI tendrá como condición, de nuevo, la megadevaluación. En cuanto a las tarifas, después del congelamiento por 90 días, se prevé un piso del 20% de aumentos para después del balotaje. Mientras critican a lo que llaman el “despilfarro” electoral, Bullrich y Milei prometen salidas que lucen inviables. Al desplome de la deuda local se suma el de la deuda externa, que ha caído un 14% desde su nivel de 30 centavos por dólar. Junto a la suba de la tasa de interés internacional, estas caídas inviabilizan una dolarización ‘indolora’, como sería si pudiera financiarla, y la convierte en catastrófica, porque le queda solamente la hiperinflación. De otro lado, la suba de los seguros contra defolt aumenta la presión de quienes ganarían sumas enormes de dinero con un cese de pagos de Argentina Los especuladores descuentan un concurso de acreedores con el debut del nuevo gobierno, trátese de Massa, Bullrich o Milei.
La burocracia se ha servido de las medidas sociales para reforzar el apoyo al gobierno y a su candidato. El apoyo a Massa significa un mayor cerrojo a la movilización de los sindicatos. Quienes piden ese apoyo en nombre del ‘mal menor’, desprecian el ‘mal mayor’ que provoca contra la lucha de los trabajadores. Mientras tanto, Barrionuevo y Cavalieri apuestan a una victoria de Milei. Es que la burocracia no tiene otro partido ni bandera que la hostilidad a los trabajadores.
Massa intenta disimular el verdadero alcance de la crisis y de sus perspectivas. Por cierto, lo que tenemos por delante no es un horizonte de reformas sociales, sino un choque de carácter decisivo entre el Estado y el capital, de un lado, y la clase obrera, del otro. Las elecciones sólo serán un peldaño de esa crisis.
Marcelo Ramal
26/09/2023
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