Los últimos días, los ojos del mundo están sobre la región latinoamericana. El escenario de guerra contra los pueblos y la naturaleza se hace ver en las quemas, criminales en la región amazónica brasilera, orquestadas por los agentes del agronegocio. Seguros de la impunidad, terratenientes y sus socios internacionales no pensaron dos veces antes de avanzar sobre la selva amazónica, dejando con ellos un rastro de destrucción que viene siendo rechazado en todo el mundo.
El gobierno autoritario y ecocida de Jair Bolsonaro, sin embargo, parece haber inspirado al presidente argentino Mauricio Macri. Presionado por el apetito de las gigantes semilleras, Macri anunció un decreto que tiene el objetivo de modificar la Ley de Semillas. El texto, que ya había sido rechazado en el Congreso, tiene como objetivo concentrar el control de las semillas en las manos de las corporaciones —además de garantizar la utilización del paquete tecnológico—. Tal decisión, si es llevada adelante, significará la criminalización de los movimientos campesinos y de los/las agricultores/as y sería una fuerte amenaza a la soberanía alimentaria en el país, ya que las semillas determinan como se producen los alimentos.
Argentina se encuentra hoy en una profunda crisis que, en gran medida, tiene sus causas en la administración fallida de Macri y su equipo. Hecho que se evidenció en las urnas en las últimas PASO. El mismo gobierno que fue electo democráticamente y cumplió su mandato —más allá de todos sus problemas de mala administración que llevaron el país a números importantes de desocupación, endeudamiento y pobreza— se olvidó de los valores republicanos que tantas veces resaltó para garantizar que no fuera desestalibilizado.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que saca el presidente para hacer valer, de forma forzosa, una Ley que no avanzó en las instancias correspondientes, desvela los intereses involucrados en la gestión del mismo. Frente a este hecho, los movimientos sociales que hacen parte del Foro Agrario han sacado un documento denunciando su carácter autoritario y calificándolo como “un insulto a la democracia” y se comprometen en “redoblar esfuerzos en los espacios de diálogo y en las calles”.
Tal vez sea demasiado tarde para adoptar la táctica bolsonarista de desprecio a la voluntad popular y el uso de los medios de comunicación hegemónicos para hacer parecer amigable y rentable la entrega de los bienes comunes a las transnacionales. Sin embargo, el intento dice mucho sobre los planes de las corporaciones para América Latina.
Vanessa Dourado
Virginia Bolten
Referencias:
Declaración del Foro Agrario: http://foroagrario.org/macri-el-presidente-de-las-corporaciones-se-burla-del-congreso-de-la-nacion-y-del-pueblo-argentino/
No hay comentarios:
Publicar un comentario