domingo, 10 de junio de 2018

Facultad de Medicina, una pulseada contra el Vaticano



La lucha contra la formación “objetora de conciencia” y el oscurantismo.

Durante los últimos meses, la lucha por el aborto legal se colocó en el centro de la escena en todo el país y sacudió especialmente a los secundarios, terciarios y a las universidades.

En la Facultad de Medicina de la UBA, el debate está atravesado íntegramente y ha consolidado un movimiento que no sólo entiende la necesidad de conquistar un derecho para las personas gestantes, sino que también cuestiona el abordaje de esta problemática durante la formación de los futuros trabajadores de la salud.
Los resultados de un plebiscito impulsado por la FUBA, realizado por El Frente (UJS-PO) al interior de la facultad, arrojaron que un 85% de los estudiantes, docentes y trabajadores no docentes están a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Varios fueron los pañuelazos que se organizaron entre estudiantes, docentes e investigadores en medio de clases públicas pintando de verde las escalinatas de la facultad.
Cientos son los estudiantes que hoy portan el pañuelo, símbolo de esta lucha, y que hicieron sentir su voz en las movilizaciones masivas del 8M y del 4J.
Desde el primero hasta el último año de la Facultad se expresó un pronunciamiento de la juventud que se organiza para conquistar este reclamo. Tanto es así, que en las últimas Juras (entregas de diplomas de carreras como Medicina), evento muy importante para todo graduado de la Facultad, un gran número de médicos y médicas se organizaron para recibir su título con el pañuelo verde, y desplegar banderas por el “Aborto legal, seguro y gratuito”. Lejos de ser una simple anécdota, es todo un hito que da muestra de la perspectiva que quieren tener los futuros profesionales de la salud.

Oscurantismo declarado, la lucha política en la Universidad

En respuesta al crecimiento de la ola verde en la Facultad de Medicina, se han presentado distintos grupos pro-aborto clandestino, representantes de la Iglesia Católica que desarrollaron una campaña en la Facultad y sus alrededores con grafitis llamando “asesinos” a quienes defienden el derecho de la persona gestante a decidir sobre su propio cuerpo.
Aun así, lo burdo de las intervenciones en las paredes de la Facultad, es sólo un capítulo del debate de fondo en la facultad. En las audiencias públicas llevadas a cabo en el Congreso, el Secretario Académico de la Facultad, el Dr. Carlos Reyes Tosso, comparó el aborto con la “desaparición forzada de personas”. Esto no sólo equipara el ejercicio de un derecho con el genocidio de la última dictadura cívico-militar, sino que expresa la posición y el oscurantismo de quiénes hoy tienen la responsabilidad sobre la formación de los profesionales de la salud.
El Frente, como minoría estudiantil en el Consejo Directivo presentó cuatro veces el proyecto para que la Facultad se pronuncie a favor del tratamiento y aprobación del proyecto de ley de la Campaña nacional por el derecho al Aborto Legal, y tanto las autoridades como la actual conducción del centro de estudiantes, Nuevo Espacio (Franja Morada), se negaron a pronunciarse al respecto.
Es decir, quienes co-gobiernan la Facultad, a tono con la Iglesia y bajo su ala, están a favor del aborto clandestino y son quienes definen la orientación de la formación de los futuros profesionales de la salud, sin tener, hoy en día, una perspectiva al servicio de las necesidades de la población, sino para formar objetores de conciencia sujetos a los intereses del clero y el Estado. Así, disciplinan a los trabajadores y trabajadoras de los centros de salud y utilizan la política del aborto clandestino como sometimiento de las mujeres más pobres.
Ejemplos sobran. Durante toda la carrera no se habla de cómo se debe abordar la práctica de un aborto seguro, aun existiendo en nuestro país el protocolo para abortos no punibles. Enseñan que una persona que aborta es criminal. Esa es la orientación integral que mantienen en los planes de estudio las autoridades de nuestra universidad y que rechazan las y los estudiantes que se pronuncian a favor de la vida de las personas gestantes. El acceso a la salud de las y los trabajadores no puede quedar supeditado a la doctrina de la Iglesia Católica.

Todas y todos a las calles

El próximo miércoles 13 de junio se votará el proyecto de ley en el Congreso. En medio de las crecientes presiones de la Iglesia y las maniobras para degradar los alcances de la ley, incluyen como carta principal no sólo la figura de objeción de conciencia del trabajador de la salud, sino también la objeción de conciencia institucional como mecanismos del clero para regimentar íntegramente a los centros de salud y bloquear el acceso al aborto legal.
Estudiantes, docentes, no docentes e investigadores e investigadoras de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA se organizarán para participar masivamente de la jornada en el Congreso. Sumémonos todos y todas a la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito.

Agustina Larsen
Consejera por El Frente UJS Medicina, y Diego Ant

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