lunes, 6 de mayo de 2013

La corrupción punguea 9.000 millones de dólares

El Gobierno Nacional prevé endeudarse por 9.000 millones de dólares para la realización de la hidroeléctrica Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en tierras del empresario Lázaro Baez. Corrupción, deuda y política detrás de obras públicas.
El presupuesto de gastos para la Nación Argentina, sancionado mediante Ley 26.784, establece la autorización al Poder Ejecutivo Nacional de “operaciones adicionales” de crédito público por 35.340 millones de dólares (MD). Financiamiento a proyectos específicos que están desagregados en el listado del anexo al artículo 36. Allí figura la autorización al Gobierno a endeudarse por 9.000 MD para la realización de obras hidráulicas en el Río Santa Cruz (Provincia de Santa Cruz), y la construcción de las represas Néstor Kirchner (ex Cóndor Cliff) y Jorge Cepernic (ex La Barrancosa), la mayor de su tipo en los últimos 30 años.
Según informa la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio de Planificación Federal de Nación, el proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico permitirán producir 5.246 Gwh/año, el 4,7% de la energía del sistema eléctrico nacional. Las represas forman parte de las obras energéticas estructurales llevadas a cabo por el Gobierno Nacional entre 2003 y 2013, como la finalización de Yacyretá y Atucha II. Estas fueron priorizadas dentro del Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas desarrollado por la Secretaría de Energía. Las represas tendrán 75,5 y 43,5 metros de altura respectivamente, generando 2 embalses con una superficie total de 47 mil hectáreas.
Grandes superficies serán inundadas para la utilización de la obra. El empresario kirchnerista Lázaro Baez realizó fuertes compras de tierras desde el año 2006 que quedarán sujetas al proyecto hidroeléctrico. El gobierno dio a conocer el proyecto en el año 2005 a partir de publicaciones en el Boletín Oficial. El negocio es suculento. Compra de tierras baratas e indemnizaciones pertinentes al momento de las expropiaciones por parte del Estado. Pero el fraude no termina aquí. El beneficio económico grande está en las empresas constructoras que ganen la licitación. Las empresas adjudicatarias podrán sobrefacturar la obra que ya cuenta con 9.000 millones de dólares de endeudamiento público autorizado.
La ley de Presupuesto de Gastos de la Nación para el año 2013 permite al Gobierno endeudarse por 9.000 MD para la construcción de la represas, con plazo mínimo de amortización de tres años y dos meses. No sólo se financiará con emisión directa sino también con avales del Estado. Se consigna que el ente avalado será el Banco de la Nación Argentina o el “vehículo de financiamiento elegido para la concreción de la obra”. Así, estas represas se encuentran dentro del rubro “operaciones de crédito adicionales” por un monto total de 35.340 MD. Cabe recordar, que dicha cifra se suma a la autorización de endeudamiento público por más de 48.000 MD que habilita la ley.

Proyecto Cóndor Cliff y La Barrancosa

El proyecto e idea de las represas surgió en la década del veinte. Sin embargo será en la década del setenta donde toma cuerpo la idea y sus proyecciones técnicas a partir del impulso dado por Jorge Cepernic, Gobernador de Santa Cruz en el año 1973. La secretaría de Obras Públicas asegura que “en la década del 70 fueron promovidas como proyectos estratégicos por Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado, pero hasta el Gobierno de Néstor Kirchner no pudieron desarrollarse porque no existían las condiciones de infraestructura energética para realizarse, ni la decisión política para resolver la situación”. Según lo denunciado en el programa televisivo de Jorge Lanata, en el año 2005 se publica en el Boletín Oficial de la Provincia de Santa Cruz la reapertura y desarrollo del proyecto. A partir del 2006, el empresario Lázaro Baez, sindicado el testaferro de Néstor Kirchner, comienza la compra compulsiva de tierras.
En el año 2007 Gobierno Nacional y la Provincia de Santa Cruz firmaron un convenio para ejecutar la obra, y en abril de 2008 fueron recibidas las ofertas técnicas y económicas para la realización del proyecto. El proyecto inicial fue adjudicado al consorcio liderado por IMPSA del empresario Pescarmona, Corporación América de Eurnekian y Camargo Correa. Por falta de financiamiento se deja sin efecto el proceso. En 2010, el Gobierno renueva la licitación, incorporándose a la competencia el empresario Lázaro Baez con Austral Construcciones SA, Cristóbal López, Iecsa (Calcaterra, sobrino de Franco Macri) y Electroingeniería SA de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreira.
Nadie quiere perderse el negocio. También adquirieron sus nuevos pliegos las brasileñas Camargo Correa, Odebrecht, OAS Ltda. y Andrade Gutiérrez; la rusa Inter RAO Export y la española Corsan-Corviam Construcciones. Las dos represas ya llevan tres licitaciones. La obra tenía un costo inicial de 16.000 millones de pesos. Cinco años más tarde, en 2012 pasó a estar valuada en 24.358, y en 2013 se estima un endeudamiento por más de 45.000 millones de pesos, equivalente a los 9.000 millones de dólares establecidos en el presupuesto nacional.

Corrupción y deuda

En estas últimas semanas la corrupción kirchnerista fue la protagonista del espectáculo. De la mano de Jorge Lanata se visibilizó prácticas de lavado de dinero y corrupción de antaño. El caso “Fariña Gate” puso al desnudo las vinculaciones de negociados políticos con la obra pública y la farándula nacional. Sin embargo, el endeudamiento público no fue puesto en el ojo de la tormenta. Tampoco se denunció que el lavado de dinero es la forma clásica que tiene el sistema de legalizar el dinero sucio para su valorización en el proceso productivo.
Allí está la denuncia del delincuente de guante blanco Hernán Arbizu, ex directivo de JP Morgan, explicando cómo la misma operatoria del caso “Fariña/Baez Gate” la realizaba el prestigioso banco internacional. Con más discreción, el JP Morgan lavó dinero del “empresariado nacional”. La corrupción y sus vinculaciones con el capital financiero mundial fueron puestas en evidencia. Grupo Clarín, Bulgheroni, Constantini entre otros fueron denunciados por el arrepentido Arbizu de fugar dinero sucio. Ni más ni menos que transferencia de plusvalía y capitales de clases burguesas desde el tercer mundo a los centros operativo internacionales del capital, con la complicidad del Estado y el sistema bancario nacional y extranjero.
Como sostiene el intelectual marxista Rolando Astarita en “Corrupción y Capitalismo”, el fraude, el robo y la apropiación violenta de riqueza, jugaron y juegan un papel central en la acumulación. La corrupción siempre estuvo presente en el sistema capitalista. Es más, el pillaje fue parte vital de la creación de las condiciones de existencia del capital como modo de producción, lo que se denominó como “acumulación originaria”: concentración de los medios de producción en clases dominantes, y la generación de la clase trabajadora libre. En la actualidad el proceso se repite como repartija entre fracciones dominantes para acceder a las vías de enriquecimiento rápido.
La corrupción es un fenómeno generalizado en el mundo. No es distintivo nacional. Tampoco retrasa o impide el desarrollo económico, como creen la bienintencionada socialdemocracia mediática. Se puede tener crecimiento productivo, inclusión y fuerte corrupción. No son incompatibles. Afirma Astarita que la corrupción genera transferencias de riqueza pero no implica necesariamente estancamiento. Por eso no se puede mostrar resultados economicistas de crecimiento como efecto de bienestar, entereza moral y rectitud ética en la administración pública. Puede crecer la producción nacional y agudizar más las diferencias sociales y de clases. Se puede crecer, ser más corrupto y solventar la tesis popular de “roban pero hacen”. Las consignas como “la corrupción mata” son estériles. Productos de fantasías burguesas de “capitalismo serio y responsable”. El problema no es la corrupción, el problema es el sistema.
La deuda mata, como mata el capitalismo como estructura productiva de mercantilización de relaciones sociales basada en la explotación del trabajo y la acumulación de lo producido. Y la corrupción ayuda en la disputa de clases dominantes en la acumulación. Es decir, juego su rol secundario en la injusticia mayúscula que vive el planeta. Las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic son un cabal ejemplo del fraude, el robo y la apropiación violenta que implica nuestra deuda pública. Corrupción puesta al servicio de pujas interburguesas, y deudas como mecanismos de transferencias de plustrabajo.
El fabuloso negociado del “empresariado nacional” (Baez, Pescarmona, Eurnekian, Macri, Cristobal López, entre otros), los bancos y el Gobierno no es más que un intento rastrero de burguesías atrasadas de insertarse en la mundialización financiera. La contrapartida, miles de millones de dólares de deuda que cargará en sus desvencijadas espaldas el pueblo argentino. Así, y como un acto civilizatorio, la burguesía nos punguea (1) 9.000 millones de dólares.

Facundo Gutiérrez Galeno (AL DORSO)

Nota:
1) Punguear: (Lunfardo Argentino) Robar o hurtar
*) AL DORSO es un proyecto político de comunicación alternativa que integra diferentes expresiones en torno a un eje articulador: el estudio de la deuda externa. Al Dorso se emite los sábados de 13 a 15 hs. por FM La Tribu, 88.7 (CABA- Argentina), y en más de 100 radios del país.

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