sábado, 26 de marzo de 2011
Los otros desaparecidos
Desapariciones en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela.
Colaboración del periodista: Federico Gabriel Sequeira
La lista de nombres y datos aportada por la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Quilmes, respecto de los desaparecidos oriundos de los tres distritos que componen su ámbito jurisdiccional, Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, incluye cuarenta y seis nombres sobres los que no hay mucha información.
Se sabe, sí, que todos ellos eran vecinos de alguno de los tres distritos, pero que fueron secuestrados en sus lugares de trabajo, en otras localidades, o en sus lugares de militancia.
María Mangone de Rapela, bibliotecaria de 34 años, fue secuestrada el 20 de julio de 1977, mientras que sobre Porfirio Acuña y Teodosio Acuña, no hay mayores informes, excepto que al segundo de ellos lo secuestraron en Ramos Mejía.
Al quilmeño Eugenio Cabib, obrero de Camea, lo secuestraron en la Capital Federal el 11 de noviembre de 1976. Y al obrero textil Nelson Cabello lo secuestraron el 9 de abril de 1976.
A las hermanas Myriam (24) y Norma (21) Coutada, las secuestraron en octubre de 1976 y septiembre de 1977, respectivamente. Se sabe que a la primera en Zárate. NO hay datos sobre la segunda.
Tampoco hay datos respecto de Luciano Scimia, desaparecido desde el 3 de marzo de 1977, ni de Patricio Slamon, detenido en Capital Federal, o de Rubén Tejerina, un estudiante de medicina desaparecido en La Plata, como tampoco Marcos Vázquez.
Al botellero Horacio Zapata, de 56 años, lo secuestraron en agosto de 1976 en la localidad de San José.
En La Plata fueron secuestrados Rubén De Angelis, un médico de 28 años, Ambrosio De Marco (23), que se desempeñaba como empleado. También fue el caso de Patricia De Marco de Dell'Orto (21).
De Gragois Dauthier, Pedro Espinoza, el paraguayo Mario Giménez y Eva Núñez son otros cuatro desaparecidos de la región, respecto de los que no hay datos.
A Nora Cagni de Silvestri (24), estudiante de psicología, la secuestraron en La Plata. Y el 4 de enero de 1977, fueron secuestrados los hermanos Rodolfo y Julio Merediz, en Remedios de Escalada.
El 12 de abril de 1978 secuestraron al obrero de Saiar José Ferreyra.
Otro obrero, pero del vidrio, Juan Fernández Blanco, fue secuestrado en Mendoza en 1977.
Diana García era estudiante de psicología cuando la secuestraron en la Capital Federal, y Luján Papic era docente e integrante del gremio CTERA, cuando la secuestraron en Adrogué el 6 de diciembre de 1976.
José Godoy, un obrero metalúrgico, fue detenido en Avellaneda. Y al estudiante de ingeniería Roberto Lázara lo detuvieron en la Ciudad de Buenos Aires.
José Lépore era empleado de una empresa de transporte cuando lo detuvieron en Ramos Mejía, en 1978. A Nerio Gillie lo secuestraron en el Edificio Libertad cuando fue a realizar gestiones por un familiar desaparecido, y Ricardo Garibaldi desapareció mientras realizaba el servicio militar en Zárate.
En Capital Federal desaparecieron Miguel Lizardo, el estudiante de medicina José Poce junto a su esposa Graciela Perna Martino de Poce, empleada y también estudiante. También fue el caso de Silvia Miranda, y del chileno José Poblete.
A Adriana Haidar la secuestraron en el Hospital Finochieto, de Avellaneda, al igual que a Néstor Leyes.
En Ituzaingó desaparecieron José Mangone Romeo, junto a su esposa. El hijo de ambos nació en cautiverio .
Del médicos Luís M. López, del delegado de ALFA Abel Mateo y de la chilena María Pinto Rubio no hay mayores datos, mientras que acerca de César Maza se pudo establecer que desapareció en Témperley.
Finalmente, Oscar Miller, que con 22 años realizaba el servicio militar en Hospital Naval, desapareció el 17 de abril de 1977.
Informe especial - Parte I
Casi la mitad de los desaparecidos de la región son de Quilmes.
Sobre un total de 274 desapariciones y nacimientos en cautiverio registrados en el ámbito de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, 119 casos pertenecen al primero de los tres distritos.
Ciento diecinueve de los 274-desaparecidos durante la última dictadura en la región corresponden a Quilmes, se suman 60 que fueron detenidos en otras localidades, y el resto se reparten entre Berazategui y Florencio Varela.
Los datos permiten conocer con quiénes, cuándo, y cuánto se ensañó la última dictadura militar que en la región fue violenta en la represión, y contó con varios centros clandestinos de detención del llamado "Circuito Camps".
La Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Quilmes difundió la información.
En Bernal, suman 23 los detenidos - desaparecidos durante la última dictadura de que se tenga registro, siempre sin contar los casos de quienes eran de otra zona y fueron secuestrados en esa localidad.
Paradójicamente, no fue el primero de los años de la dictadura el que más víctimas se cobró en la zona de Bernal, sino el segundo de ellos. En 1977 desaparecieron 13 bernalenses, mientras que un año antes habían llegado apenas a siete. En 1978 desaparecieron los últimos tres de quienes se tenga datos.
LOS PRIMEROS
El 27 de marzo de 1976, apenas tres días después del golpe militar, se produjo la primera desaparición en la zona: la de Carlos Falcón Ganzalez, un obrero electricista de 32 años. Le siguieron, en mayo, el carpintero Héctor Tomé y el metalúrgico de 31 años Estanislao Kowal. En julio de ese año desapareció el arquitecto Alfredo Bernabé Pazos.
Las últimos tres desapariciones del año llegarían en octubre. El primero fue Dante Guede, de 48 años, a quien como era práctica de la dictadura, habían secuestrado el día 7, para forzar a su hijo a entregarse. A Héctor Guede, estudiante de ingeniería, lo detuvieron tres días más tarde, el 10.
El último de ese año fue Gerardo Moreyra, un empleado gráfico y estudiante de agronomía de 24 años, desaparecido desde el 28 de octubre.
Las desapariciones de Bernal se completan con las del ebanista Ricardo Dirienzo, de 27 años, el 16 de marzo de 1978, seguida por la de Andrés Bravo, oriundo de Bernal Oeste y de 38 años, el 12 de abril, y la de Carlos Garzón, de 23, empleado gráfico a quien se llevaron el 17 de octubre.
EL AÑO MAS SANGRIENTO
Sin duda, el año más sangriento para Bernal fue el de 1977, con sus trece desapariciones registradas, comenzando por la de Vicenta Ramírez de Orrego Meza, una paraguaya de 26 años, casada, a quien un comando de tareas se llevó el 14 de marzo de 1977.
Ese mismo año desaparecieron un hombre de Bernal Oeste identificado como Charo, el "Gordo José" y una mujer apodada Daisy, todos secuestrados el primer día de enero de ese año, en la zona de La Cañada.
También desaparecieron Silvio Vallini, José Miño, los obreros Yolanda Giribaldi de Olivera, de 24 años, el papelero Jorge Giménez, de 26, Raúl Bardelli, empleado de Codaca, María Castrogiovani de Tortrino, de 29 años, y empleada de un estudio jurídico, y la oficinista Olga Luteral, de 24 años.
La lista se cierra con los nombres de Vicente Báez y de la estudiante de derecho María Cristina Lefteroff.
El caso de Lefteroff, incluyó también el secuestro, inicialmente, de su madre María Kubik Markoff de Lefterroff, ambas el 25 de enero de 1977. La madre recuperó la libertad el 4 de febrero, y años después narró que entre sus captores, había uno que le proponía insistentemente matrimonio a su hija, y le aseguraba que cuando ella salieran se casarían. Esas "consideraciones" no habían sido suficientes para evitar que la tortura casi destrozara la cara de María Cristina, a quien consolaba en la celda otra detenida que luego sería tristemente famosa: Silvia Isabella Valenzi.
EZPELETA Y DON BOSCO
Fuera de Quilmes Este y Quilmes Oeste, donde más se ensañó la dictadura, en Don Bosco se produjo la desaparición de Nora Suárez, de 29 años, y pedicura de profesión, 4 de febrero de 1977, la única de esa localidad de que se tenga registro.
En Ezpeleta, en cambio, fueron ocho los desaparecidos. Luís Monzón, de 23, Manuel Sánchez, un técnico electricista de 22 y Daminga Monzón de Suárez, una estudiante de 23, corresponden al año 1976.
En 1977 desaparecieron tres personas de las que se tenga registro: la delegada de Segba Guillermina Vázquez, de 31 años, la maestra Graciela Duarte de González, y la traductora de nacionalidad francesa Francois Dauthier, de 31 años.
La trágica lista de la localidad se completa con el obrero Ricardo Poce, de 22 años, y quien además era estudiante en ese momento, y Hugo Luna, un docente y maestro mayor de obras de 35 años, ambos casados.
Informe especial - Parte II
La dictadura se ensañó con Quilmes para desaparecer personas
En Quilmes Este y Quilmes Oeste, corazón del distrito, el año 1977 fue el que más ensañamiento registró durante la última dictadura militar. Cuarenta y ocho de los 68 desaparecidos registrados en el distrito, pertenecen a ese año.
A diferencia de otras localidades del distrito, en Quilmes hubo detenidos-desaparecidos también en 1979 y 1980, de los que se tenga registro documental. Así lo demuestran los datos con que cuenta la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Quilmes.
El registro da cuenta de un total de 68 desapariciones durante la última dictadura, sólo en Quilmes Este y Quilmes Oeste, sobre un total de 119 que corresponden al distrito.
Otra de las particularidades del registro de los abogados es que el año 1977 constituyó un verdadero baño de sangre en la ciudad, ya que en él se dieron cuarenta y ocho de las sesenta y ocho desapariciones documentadas. Es decir que en ese lapso de doce meses, la sanguinaria garra del terrorismo de Estado cosechó más de dos tercios del total de vidas que cegó en Quilmes.
Los últimos dos casos de que haya registro fueron los de Verónica Cabilla, una estudiante de 16 años, ocurrido en marzo de 1980, y en abril del año anterior, el de Francisco Romeo, de 39.
En el primer año de gobierno militar, 1976, hubo nueve desapariciones. La primera de que se tengan datos documentales fue la de Nelson Mezquida, un profesor de literatura de 40 años, que desapareció el 22 de abril.
El 16 de junio desapareció Ramón Campos, y el primer día de ese mes había sido secuestrada María Rodríguez, de 23 años.
Octubre y noviembre fueron meses duros. En el primero de ellos, fueron secuestrados el empleado Guillermo Allamprese, el español Manuel Coley Robles, empleado de Rigolleau, de 42 años, el metalúrgico Juan Fund Fernández, de 22, y el papelero de nacionalidad italiana, Francisco Ringa, de 30, operario de la firma Saipe.
En noviembre, se dio el secuestro y desaparición de dos obreros de la firma Saiar, en la misma jornada del día 29, el chileno Luís Jaramillo era delegado, mientras que Héctor Pérez se desempeñaba como obrero.
Nueve también fueron los desaparecidos en 1978, la artista Ivonne Cappi, de 33 años, el obrero y estudiante de 21 años Mario Cabassi Mongan, el obrero metalúrgico Horacio Seillant (23), el concripto Ernesto Fatuzzo (20), y el obrero textil Antonio Godoy (24).
La nómina de ese año se completa con otros cuatro nombres: Eduardo Durato Lugo, de 30 años, y de profesión técnico químico, el chileno Guida Saavedra Inostrosa, electricista, Raúl Llanes, de 44, que se desempeñaba como empleado de la Municipalidad de Quilmes, y Roberto Laporta, de 22.
EL AÑO SINIESTRO
La acción de la dictadura en Quilmes fue ampliamente descrita tras el retorno de la democracia en 1983, y sucesivos juicios llevados adelante desde entonces han sacado a la luz a las víctimas y a sus verdugos. Cada caso ha sido emblemático para las familias que sufrieron el desgarro de uno o más seres queridos, pero aún incluso hubo casos que fueron emblemáticos para la sociedad toda.
Uno de ellos fue el nacimiento de Rosa Isabella Valenzi, el 2 de abril de 1977, en el Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes. La bebé de entonces, que hoy tendría 33 años, sigue siendo buscada por las familias de ambos padres.
Había nacido en el nosocomio cuando su madre, detenida desde el 22 de diciembre anterior, y alojada en el Pozo de Quilmes, había sido llevada por un grupo de policías, a las órdenes del médico policial Jorge Bergés.
Como consecuencias inmediatas de ese caso, y por la solidaridad con que quisieron correr los mantos del oscurantismo, fueron secuestradas dos empleadas del Hospital de Quilmes ese año: la enfermera Genesora Fratassi el 14 de abril, y la partera María Luisa Martínez de González, el 7 de abril. Los restos de ambas fueron identificados este año por el Equipo Argentino de Antropología Forense, y sepultados en Quilmes.
Además, ese año, fueron secuestrados el empleado de Ferrum, Wolfang Achtig, de 32 años, Ana María Aguirre, una obrera de 32, y el médico Luís Aguirre.
Omar Cherif Ainie Rojas, un estudiante de química y obrero metalúrgico, junto al delegado de AOT y empleado de Ducilo, Juan Asato, fueron dos de los obreros secuestrados en 1977, un año que se ensañó particularmente con el mundo del trabajo y sus dirigentes. El obrero de astilleros Hugo Carzolio se sumó a la lista dedesaparecidos.
También los de Carlos De Lorenzo, técnico de Rodhia, el del metalúrgico Alfonso Molinas, y el del obrero de Pitsburg y Card, Luis Santilli, de 27.
Los empleados también fueron víctimas de la dictadura. Tales son los casos de Sebastián Borba, un paraguayo de 31, que trabajaba como portero, o el Julio Cagni, de 23, estudiante y empleado.
Los Cavallo sufrieron dos pérdidas. La de Alebrto, de 21 años, empleado y estudiante, y la de Héctor, de 29, estudiante y electricista.
La lista de ese año incluye, también, a Marta Ginés de Scotto, Inés Sosa (18), Roberto Vallini, Gustavo Zampiacchiatti (20), empleado y estudiante, y el empleado municipal de 32 años, Omar Suárez.
Informe especial - Parte III
Florencio Varela suma casos emblemáticos a la lista de desaparecidos.
El distrito tiene varios casos en los que fueron secuestrados grupos de hermanos, y de matrimonios con hijos. Casos emblemáticos como el de los mellizos Reggiardo Tolosa, apropiados por un ex comisario, forman parte de la lista de desaparecidos varelenses.
Oficialmente, la lista de casos documentados correspondiente a Florencio Varela y presentada por el Colegio de Abogados de Quilmes, hace referencia a 31 desapariciones durante la última dictadura.
Sin embargo, a ellas se suman muchas otras en las que los varelenses desaparecieron al ser secuestrados en otras localidades, en algunos casos, en los lugares de trabajo.
El albañil de 45 años Leocadio Pintos fue secuestrado junto a su hijo Miguel, de 24, y quien se desempeñaba como su ayudante. El hecho se dio el 5 de febrero de 1977.
Otro caso emblemático es el de los hermanos Daniel y Raúl Albornoz, secuestrados en la localidad de Bosques, el 26 de septiembre de 1977.
El matrimonio de Rosa Taranto, de 20 años, y de Horacio Altamiranda, delegado gremial de la cristalería Rigolleau, constituye otro caso paradigmático en Florencio Varela. Los dos fueron secuestrados en su casa el 13 de mayo de 1977, y la mujer, embarazada, dio a luz en cautiverio.
También de Florencio Varela eran oriundos los padres de los mellizos Reggiardo-Tolosa, apropiados, nacidos en cautiverio, y apropiados por un ex comisario. A María Tolosa, docente de 24 años, la secuestraron en La Plata, el 8 de febrero de 1977, y un día más tarde, a su esposo Juan Reggiardo, de profesión obrero, quien fue interceptado en Lanús Este. Junto con su nuera, ese 8 de febrero, desapareció en Florencio Varela Antonia Oldani de Reggiardo, de 57 años.
El hijo de Angel Iula (21), un empleado al que detuvieron en Ramos Mejía junto a su esposa Silvia Schand de Iula, ama de casa, el 26 de mayo de 1978, también nació en cautiverio. La familia era oriunda de Florencio Varela.
Otro matrimonio secuestrado en Florencio Varela fue el del dibujante independiente de 28 años Hugo Corsiglia, y su esposa María Mura de Corsiglia, pediatra del Hospital Italiano, de 27. Ambos fueron secuestrados de su domicilio el 10 de agosto de 1977.
Tamara Arce estuvo secuestrada y logró reencontrarse con sus familiares en septiembre de 1982.
Enrique Ardeti (43), Laura Vera, Juan Gómez, Rodolfo Gómez, el estudiante de medicina Daniel Demaestri (27) y Elba Gándara Castromán son algunos de los nombres que componen la lista de varelenses desaparecidos.
A ella se suman Sergio, Claudio, y Alejo Zurita, tres de los cuatro hijos de un reconocido médico varelense, que fueron secuestrados en forma separada en Berisso, Mar del Plata y la Ciudad de Buenos Aires. Y los también hermanos varelenses Horacio y Julio Gushiken, ambos desaparecidos en el año 1978.
TRABAJADORES
La nómina que ofrece la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Quilmes, se completa con otros quince nombres, todos ellos pertenecientes a hombres y mujeres que se desempeñaban como obreros o empleados.
Enrique Barry (28) fabricaba ropa, el italiano Francisco Bartucci (29), era obrero de Segba, Marcos Bruno se desempeñaba como sereno en una fábrica, Marta Caro (24) era obrera en Alpargatas, y y Víctor Ventura (27), obrero de la automotriz Mercedes Benz.
Enrique Rolón (35) era empleado en un establecimiento rural de La Capilla, Enrique Garay (27) era obrero mecánico, y Orlando Godoy (22), obrero de la construcción.
Rosana D'Onofrio (21) era empleada de FIFA, la fábrica de película para cámaras fotográficas, mientras que Graciela Echeverría (23) se desempeñaba como obrera en Alpargatas. Hugo Jerez (39) era empleado del ferrocarril Roca, Domingo Giménez (19) obrero de la Cervecería Quilmes, y Miguel Orieta un obrero electricista, de 25 años, a quien secuestraron en su casa de la localidad de Zeballos.
Informe especial - Última parte
Berazategui: 67 desaparecidos y varios casos emblemáticos.
Uno de los hijos de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, es uno de los casos emblemáticos que registra Berazategui entre sus casi setenta desaparecidos, así como la desaparición de varios matrimonios en sus domicilios, y de hermanos o familiares, llevados en un mismo operativo.
Suman sesenta y siete los desaparecidos en Berazategui durante la última dictadura militar, y también allí el año 1977 fue aquel en el que más violencia se desplegó, y que suma mayor número de desapariciones.
Berazategui, un distrito con fuerte presencia industrial en la década del '70, sumó a varios desaparecidos que eran obreros de profesión.
Otra particularidad del distrito es que, a diferencia de lo que ocurrió en sus vecinos, hubo desapariciones durante todos los años de dictadura, incluso hasta 1982.
Mario Di Spaltatro, agente de la Policía Federal, de 22 años, desapareció en Berazategui en febrero de 1977, y en mayo del mismo año desapareció el conscripto Néstor Luna.
Uno de los hijos de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, desapareció en Berazategui el 6 de diciembre de 1977. Raúl Alfredo Bonafini Pastor era estudiante y además trabajaba como obrero cuando se produjo su secuestro, a los 24 años.
Quizá por uno de los "errores" que cometían los grupos de tareas, en la misma jornada fueron secuestrados dos empleados y dirigentes de Luz y Fuerza, de 37 y 38 años, que compartían el mismo nombre. Uno de ellos era Rodolfo Fernández Soto, el otro, Rodolfo E. Fernández.
Algo similar se dio con Carlos Ramírez y Carlos Ramírez Montenegro, secuestrados 18 de enero de 1977.
Por su parte, la familia Cugura sufrió dos desgarros. El 11 de octubre de 1977 fue secuestrado Juan, y el 10 de diciembre del mismo año, José.
Para los García, las dos pérdidas: Raúl y Ricardo, se dieron en la misma oscura jornada del 22 de mayo de 1977.
El matrimonio de Catalina Ochiuto de Ruiz y Celso Ruiz fue secuestrado el 15 de noviembre de 1976. Y a Oscar Fernández y su esposa María Moreira de Fernández los desaparecieron el 6 de julio de 1978, en la casa en que vivían, en Ranelagh.
A la docente y gremialista Blanca Ortiz de Murúa, de 25 años, la secuestraron el 28 de octubre de 1976. Un año más tarde se llevaron a Daniel Murúa.
El caso del maratonista Miguel Sánchez ha trascendido el partido de Berazategui, donde vivía y era empleado del Banco Provincia, y en su homenaje se corren maratones en varios lugares del país y del mundo. Su secuestro se dio el 8 de enero de 1978.
Completa la lista de casos emblemáticos de Berazategui el del matrimonio de Alfredo Moyano y María Artigas de Moyano, quienes fueron secuestrados en su domicilio el 30 de diciembre de 1977. Él era argentino, y estudiante, cuando desapareció a los 21 años. Ella, de nacionalidad uruguaya, tenía 26 años, y además de estudiar se desempeñaba como empleada en la textil Ducilo. María estaba embarazada, y el hijo del matrimonio nació en cautiverio.
POCOS DATOS
Sobre Ernesto Rivera, Juan Almada, José Amato, Luis Angellini, Luis Aquino, Adriana Barcia, Miguel Barreto, Víctor Ávila, Miguel Gauto, Angel Godoy, Jorge Gabilondo, Dora Greco, Jorge Guidi, Lucía Swica, Tulio Cecoli, Ricardo Cenzabello, y Norma Cortéz no hay mayores datos.
De la misma manera, la lista aportada por el Colegio de Abogados de Quilmes suma sólo la fecha de desaparición para Juan Manuel Carabes, Ángela Dos Santos, Héctor Cuello, Héctor Klosowski, José Quiñones, Jorge Quiroga, Carlos López, Hernán Nuger, Nelly Mur, Hugo Pérez, Luis Medrano, Mario Lovey y Hugo López.
OBREROS, EMPLEADOS Y PROFESIONALES
De Luís Barassi (33) se sabe que era oriundo de Ranelagh, y trabajaba como empleado. Y empleado era también Carlos San Martín, de 19.
Hugo Sánchez tenía 37 años cuando fue secuestrado, y el comerciante Juan Flores tenía 28 al momento de su desaparición.
Alfredo Balcarce se desempeñaba en la cristalería Rigolleau, donde desapareció, aunque era oriundo de San Francisco Solano. También se desempeñaba como obrero el estudiante Carlos Blanco, y Jorge Bohn, de 39, era obrero en Alpargatas.
Edilberto Chamorro Vera era oficial yesero, Alfredo Soto Valcarce trabajaba como obrero en Rigolleau, mientras que José Suárez se desempeñaba como obrero en Peugeot. También era obrero Mario Revoledo.
Rodolfo Borroni era médico y tenía 25 años cuando fue secuestrado en marzo de 1977, mientras que Alejandro Estigarribia era estudiante secundario y tenía 19 años en mayo de 1977, cuando desapareció.
Mónica Quinteros era docente, y María Rodríguez Moralejo, que también se desempeñaba como dirigente del gremio de la sanidad. A Alicia Lisso de Balbuela (23) la secuestraron en Hudson junto a su esposo, Enrique Balbuena. Él recuperó la libertad, ella sigue desaparecida.
Una veintena de ausencias en San Francisco Solano.
La localidad de san Francisco Solano era, al promediar la década del '70 era un tranquilo paraje alejado de su actual desarrollo, y casi rayano en lo rural, no escapó. Pese a sus características, no escapó al zarpazo salvaje que la dictadura infligió en la región.
De los veinte desaparecidos de San Francisco Solano, seis llegaron en el primer año de la dictadura, a partir del mes de mayo de 1976, cuando fueron secuestrados el estudiante secundario Hugo Prieto, el delegado de peugeot Luis Pender Gross, y el estudiante de arquitectura Carlos De la Fuente.
El director del periódico "La Voz de Solano", Santiago Servín, un hombre de nacionalidad paraguaya y 51 años de edad, fue secuestrado el 7 de septiembre del mismo año, mientras que en octubre fue el turno de Carlos Cordero, de 20 años, empleado de una agencia laboral. La lista de ese año se completa con el obrero metalúrgico Walter Amarilla.
EL AÑO MAS FEROZ
1977, al igual que en otras localidades de Quilmes, fue el más feroz de los años de dictadura, con nueve desapariciones, casi la mitad de las que se han registrados datos.
Entre los secuestrados en ese período están el obrero de Rigolleau Alfredo Balcarce, el obrero gráfico de Massuh Osvaldo Bringas, el obrero mecánico Luis Furto, el obrero de la construcción Héctor Cerulo, el electricista Juan H. Paz, el delegado y obrero de Bagley, Marcos Gómez, y el albañil de nacionalidad chilena, Reinaldo Pinto Rubio.
Sobre Miguel Cordero, de 22 años, no hay datos acerca de sus actividades laborales, mientras que la lista se completa con Dora Vargas, una estudiante de veterinaria de 22 años.
EL AÑO DE LOS MELLIZOS
1978 se cobró cinco vidas, de las que al menos se tenga registro, en San Francisco Solano, pero dos de ellas se recuerdan especialmente en la localidad, y son las de los mellizos Armando y Arnaldo Cáceres, de 17 años, a quienes se llevaron un 23 de febrero.
Ese año también desaparecieron el estudiante de agronomía Jorge Brinoli, de 27 años, el plomero Román Quevedo, de 20, y el peruano Helmer Castro Cuba Muñiz, de 32 años,que estudiaba medicina.
La lista interminable
El repaso de la lista de nombres correspondientes al año 1977 parece no tener fin, debido a la enorme cantidad de desaparecidos quilmeños de ese año, en el que se registró otro caso de nacimiento en cautiverio, el del bebé Garín-De Angelis, hijo de María De Angelis de Garín, una médica de 29 años, que fue secuestrada estando embarazada, el 13 de enero de 1977.
También en cautiverio se produjo el nacimiento de Leonardo Ortega Fossati. El niño era hijo de un obrero metalúrgico secuestrado el 21 de enero de 1977, Rubén Fossati, y de Inés Ortega de Fossati, una obrera textil de 21 años.
También fueron secuestrados ese año Rodolfo Simón, estudiante de ingeniería de 24 años, Graciela Di Piazza, una empleada de 18 años que trabajaba como cosmetóloga, y el chofer de la Línea 582, Roberto Figueredo. Dos conscriptos que realizaban ese año el servicio militar también desaparecieron ese año: José Della Flora, un joven de 22 años, y Omar Farías, también de 22 años.
Dos integrantes de la familia Gines, Emiliano y Juan, fueron secuestrados ese año, en la misma fecha, el 12 de octubre. Lo mismo ocurrió con dos integrantes de la familia Gillie: Douglas, de 39 y su hermano Mario, un médico de 37, quienes desaparecieron el 30 de septiembre de ese año.
La lista incluye al italiano Enzo Fiore, obrero y delegado de Smata, Mirta Gerelli una docente de plástica de la Universidad de La Plata, Graciela López, el empleado de bazar, Daniel Munne, de 23, y el ama de casa Gladis Musante, de 19.
El matrimonio de Elena Rinaldi de Pocetti (26), quien trabajaba como docente en la Escuela Nº 2 de Florencio Varela, y del estudiante de agronomía y empleado municipal de Quilmes, Enrique Pocetti (27), también cayó bajo las garras de la dictadura, ambos el mismo día: 2 de febrero de 1977.
El empleado del ferrocarril Roca, Carlos Rodríguez, de 23, el ingeniero Tarcisio Pisoni (23), el empleado y estudiante de enfermería Raúl Mattarollo (23), el obrero de Deriplom Luís Laporte (46), Carlos Hodl, un técnico químico de Massuh y Fermín Jeanneret, un comerciante de 68 años, cierran la lista de desaparecidos de Quilmes en 1977, de acuerdo a los datos documentales registrados.
ASESINADOS Y DESAPARECIDOS ANTES DEL GOLPE
Ana María Estevao de 22 años de edad, era una periodista de la “Voz de Solano”. Vivía en la calle 856 Nº 347 de Solano. Estudiaba en la Facultad de Humanidades de La Plata y era pro-secretaria de la Agrupación de Entidades de Bien Público “12 de Octubre”, que nucleaba a 32 entidades de Solano y La Florida. Desapareció el lunes 21 de octubre de 1975 a las 21 hs cuando caminaba con un joven Raúl Gregorio Kossoy también secuestrado.
Según el diario El Sol, la joven fue hallada asesinada a balazos por la triple AAA el día 24 del mismo mes, en una zanja, en el deslinde entre Monte Grande y San Vicente. Sus restos fueron velados en los Bomberos Voluntarios de Solano, que dada la situación de temor que reinaba en esa época fueron los únicos que se ofrecieron para realizar el velatorio. El cadáver del joven Kossoy fue hallado en Ezeiza.
Santiago Servin director del periódico “Voz de Solano” fue desaparecido el 7 de julio de 1976, era paraguayo y fue director del diario "El Lucero".
COLABORACIÓN DE CINEASTA ALCIDES CHIESA
23.3.2011
Querido amigo, corrijo algunas inexactitudes (todas estas informaciones están en mis declaraciones en los distintos juicios a los que asistí como testigo)
Donde dice Marta Ginés de Scotto, debería ser Marta Scotto de Ginés, era esposa de Juan Antonio Ginés y tenían un hijo de 10 meses llamado Emiliano (en la lista figura como hermanos). Marta nació y vivió gran parte de su vida en Vicente López e/Jujuy y La Rioja.
Juan Antonio era sobrino de quienes fundaron la Joyería Ginés en Belgrano y 9 de julio de Bernal. Ambos se casaron y vivieron en el edificio de Belgrano y Castro Barros. Como “Tony”, como se lo conocía a Ginés, que trabajaba en la fábrica que estaba en Zapiola e/Fleming y Victorica, fue delegado obrero en el 76 lo secuestran un par de semanas para atemorizarlos y luego ellos (militantes montoneros) deciden mudarse y la clandestinidad. Así caen el 13 de octubre de 1977 en su casa de la Calle San Carlos 412 de Temperley. Esa casa luego pasa a manos de un comisario de la zona. El bebé, cuando salgo de la prisión, lo buscamos denodadamente junto a Estela de Carlotto. Al fin lo encontramos sepultado como NN en el Cementerio de La Plata. Lo habían entregado a un vecino y luego fueron a buscarlo a las 48 horas. Se hizo cargo una Jueza que aún sigue en función. Hasta que el niño, a pocos meses, murió de pulmonía.
Ver http://sur.elargentino.com/notas/vinculos-perversos-entre-dos-juezas-de-menores-y-el-genocida-ramon-camps
Hace poco, la hermana de Marta (la única que se ocupó de este asunto) tuvo la noticia de que encontraron los cuerpos de Marta y Tony en el Cementerio de Avellaneda. Fueron dos grandes y maravillosos amigos míos que aún extraño.
Los hermanos La Porta estuvieron secuestrados en la Brigada de Quilmes, fueron: María La Porta (salió en libertad, hace poco falleció), Miguel La Porta (salió luego en libertad, quedó con serios problemas neurológicos) y Roberto La Porta (desaparecido).
Omar Suárez (el querido Chino Suárez) fue secuestrado por la Brigada de Quilmes en el verano del 77 (en el libro Al Sur de la Utopía ponen varias veces la fecha errónea, para mí fue en marzo del 77) y muere en tortura según pude saber allí mismo.
Rosa Luján Taranto, según testimonios relatados en los juicios que se instruyen actualmente, estuvo en El Vesubio, dio a luz a Belén y es una nieta recuperada.
José María Della Flora estuvo secuestrado en la Brigada de Quilmes (77/78), al igual que Omar Farías (se encontraron sus restos el año pasado) y su compañera Gladys Noemí Musante (también desaparecida)
El italiano Enzo Fiore (como está escrito en la nota) si no me equivoco son los hermanos Favazza (el otro es Felipe Antonio), ambos estuvieron en la Brigada de Quilmes, eran trabajadores de Fiat y la embajada de Italia logró sacarlos y llevarlos a su país. Declararon en el juicio a la Junta durante el Gobierno de Alfonsín.
En cuanto a “Mirta Gerelli”, era en realidad María Teresa Gerelli (su NG era Mirta), estuvo secuestrada en la Brigada de Quilmes junto a su compañero Carlos Esteban Rodríguez (ambos desaparecidos).
Faltan algunos más de los que yo conozco: José Esteban Cruira (Chamaco) secuestrado en el Puesto Vasco. Otro ingeniero que le llamaban “Clemente”. Ramona Ávalos (en la Brigada), Alberto Lucero, “Cacho” Maidana, Palomo (de Avellaneda), María Isabel Reynoso, Carlos Robles, Juan José Rúa, Sivia Streger, su compañero Rodolfo Torres, el “Colorado” de Solano (nunca supe su nombre) y muchos más que no recuerdo.
Tengo más datos y anécdota, sobre compañeros que conocí militando, del Gordo José, del Chino y sus hermanos, el Tano, Julio, etc. En fin, siempre me digo que habría que contar la historia de tantos militantes que prácticamente no se ha escrito. Jóvenes, locos soñadores, impulsados por el sentimiento de no querer más las injusticia.
Que sirva de aporte histórico. Un abrazo,
Alcides A. Chiesa
APORTE DEL PROFESOR RAÚL FERNÁNDEZ
Te cuento Chalo que Carlos Blanco, Estigarribia y San Martín fueron alumnos de Politécnico. Blanco y San Martín, en particular, estudiaban química y los tuve en mis clases. San Martín era un muchacho impecable y fue el primero de los tres en desaparecer. Encontré en la lista a Eduardo Lugo que era el hermano menor de dos chicos que habían estudiado química en la escuela secundaria a la que yo asistí. No sabía de su fin en manos de estos h. de p. Encontré un error, no es Patricia De Marco de... sino Patricia Dell' Orto de De Marco (entre primeros desaparecidos de Quilmes). Justamente el testigo viviente de su cautiverio era Julio López.
Raúl Fernádez
24 de marzo de 2011
http://elquilmero.blogspot.com/
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