jueves, 17 de marzo de 2011
Desalojo a acampe en Vicente López
La policía de la provincia de Buenos Aires desalojó a un grupo de jóvenes que acampan en defensa de un espacio verde en Vicente López y mantuvo durante horas un vallado que impedía que otros vecinos se acerquen al predio y a un grupo de seis asambleístas que treparon a los árboles para impedir su destrucción. Mañana marcharán a la Municipalidad para repudiar la represión que terminó con cinco detenidos y siete heridos (entre ellos un hombre que fue atropellado por un auto que, según denuncian, manejaba policía de civil).
Un operativo de más de 150 policías desalojaron, a partir de las siete de mañana de hoy, el “bosquecito”, ubicado frente al río entre las calles San Martín y Arenales, donde un grupo de jóvenes se encontraban acampando desde hace ocho meses en defensa de este espacio que cuenta con más de 180 árboles (muchos en homenaje a veteranos de Malvinas), amenazado por la construcción del Vial Costero, rechazado por los vecinos de Vicente López, pero impulsado por el intendente Enrique "Japonés" García.
Los jóvenes fueron golpeados por la policía. Algunos escaparon, mientras que otros optaron treparse a los árboles para impedir el avance de las topadoras. Denunciaron que personal de bomberos amenazaron y les tiraron agua con una autobomba, con el peligro que implicaba una caída desde esa altura.
Un par de jóvenes que había salido del predio antes de la llegada de la policía, también fue golpeado cuando intentó volver a ingresar al mismo con las manos en alto para mostrar que no tenían ni palos ni piedras. Uno de los heridos terminó con una fractura en un dedo de una mano.
Los primeros en llegar comenzaron a agruparse y cuando llegaron a ser por lo menos diez personas, intentaron realizar un corte en la Avenida Del Libertador (a dos cuadras de la entrada al Bosquecito). Ahí fue cuando uno de los jóvenes fue atropellado por un auto que, según denuncia, era manejado por un policía de civil. Pudo verse su mano enyesada, tiene una fisura (mañana sabrá si requiere cirugía). Creen que lograron fotografiar el auto y tomar la patente.
Más allá de los hechos, que ya muestran la gravedad de lo sucedido, varios vecinos coincidieron en señalar que vieron a la policía muy agresiva, que se acercaba a la gente y la golpeaba sin previo aviso.
Natalia, de 23 años, que era parte de la guardia junto al río explicó que fue atacada por los oficiales pero, más allá de los golpes (se podía ver un fuerte moretón en su brazo) lo que más la afecto fue el maltrato y las amenazas que recibía: “te vamos a pegar”, “cállate, que vos no sos nadie”.
Por último, también fueron golpeados quienes se acercaban a solidarizarse con los jóvenes que estaban sobre los árboles. Hubo cinco detenidos, entre ellos el abogado del espacio, Miguel Quintabani. A todos se les abrieron causas por resistencia a la autoridad.
Enseguida de la represión, un grupo de obreros empezó a trabajar (destruir) en la zona: tiraron árboles y cercaron una zona. Es por esto que entienden que existe complicidad entre la policía y las constructoras.
La otra complicidad que rechazan es la justicia. Denunciaron además que no existió una orden de desalojo. Explicaron que lo que se utilizó fue una orden que le permitía a la policía requisar las pertenencia de los ambientalistas, es por esto que destruyeron el campamento, pero no detuvieron a los jóvenes que estaban en los arboles.
Quintabani receló que de todas maneras esa orden tampoco fue presentada (incluso él, hasta esta tarde todavía no había podido verla,) y que carece de valor porque fue presentado por un fiscal que es empleado del municipio y no tiene competencia en este caso.
Durante mucho tiempo, la visión se centró en el estado de los jóvenes en los árboles. La policía instaló un fuerte vallado en la entrada al lugar, el cual anunciaron que mantendrían hasta que los vecinos que quedaban (primero seis, luego cuatro) abandonaran el lugar.
La policía, que apostaba por el desgaste de los jóvenes, impedía el paso de médicos, agua y comida, situación que se iba agravando mientras trascurría el tiempo. “Encima la policía se da el lujo de pasearse con gaseosas y boludearlos”, comentó uno de los asambleístas.
A las 16.00, los vecinos decidieron realizar un corte sobre la Avenida Del Libertador para presionar y permitir por lo menos el ingreso de agua, dada que ya habían pasado varias horas. El corte se mantuvo durante un par de horas. Finalmente se resolvió que bajaran de los árboles por su propia seguridad.
Ahora desde Unidos por el Río convocan a una concentración frente a la municipalidad (Av. Maipú 2609, Olivos) en repudio de la constante represión en respuesta de nuestros requerimientos para mañana jueves, a las 19 horas.
La próxima convocatoria es para la este fin de semana, cuando se realice el Quinto festival por las huertas , un espacio de intercambio entre este tipo de experiencias que surgió a partir del desalojo de la huerta de caballito.
La actividad se iba a llevar a cabo en el bosquecito, si bien no saben si podrán realizarla en la forma en que tenían pensado (por ejemplo, uno de los talleres trataba sobre reconocimiento de árboles), confirman que la actividad se hará en el lugar, en todo caso, simbólicamente podrán cartelitos como tumbas de las plantas, en vez de los trabajos de huertas y plantado de árboles que tenían pensado.
Nicolás Fucci
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