La rueda del 2009 comenzó a rodar en América Latina y en Bolivia apenas faltan unos 20 días para la celebración del referendo en el que más de cuatro millones de ciudadanos deberán pronunciarse sobre la nueva Constitución Nacional, la cual, si es aprobada, permitirá acelerar el proceso de refundación del país planteado por el presidente Evo Morales.
Expertos consideran que resulta casi imposible que el gobierno pierda en las urnas el próximo día 25, luego de que Morales resultó ratificado en el cargo junto a su vice Álvaro García Linera en otra consulta popular, en agosto último, con más del 67% de votos favorables.
En estos días previos al histórico acontecimiento, el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) ha sacado sus miembros a la calle para dialogar con los ciudadanos empadronados, a los cuales explican los cambios expresados en la nueva Carta Magna, redactada por los llamados 130 delegados Constituyentes, también electos democráticamente por la población entre diciembre del 2006 y diciembre 2007.
El camino de la Carta Magna, que consta de 414 artículos, ha sido difícil. Después de sortear el atraso ocasionado por los delegados de la oposición en Sucre, la antigua capital nacional, donde tomó cuerpo el documento, los movimientos sociales e indígenas debieron movilizarse en una manifestación de mas de medio millón de personas que recorrió más de 200 kilómetros y desembocó y permaneció durante días en la Plaza Murillo, sede del Congreso Nacional, que debía aprobar la convocatoria al referendo, a lo que se oponían los legisladores representantes de los partidos tradicionales.
Por eso, en estos últimos días previos a la consulta, están en tensión en Bolivia los movimientos populares y los dirigentes del MAS.
El diputado del MAS Jorge Silva explicó al estatal Canal 7 que "el pueblo debe estar consciente de la necesidad de aprobar el texto rector", pues este impulsa las transformaciones económicas y sociales puestas en práctica por el gobierno de Morales, a pesar de los múltiples y escabrosos obstáculos, incluso el intento de asesinato, que encontró el primer presidente indígena de Bolivia en sus tres años de mandato.
En 36 meses de gobierno, respaldado por los poderosos movimientos indígenas, sociales y sindicales del país, Morales resistió, de manera inteligente y pacífica, los planes de desestabilización interna puestos en práctica por la oposición (fundamentalmente en los departamentos separatistas de Pando, Tarija, Beni, Santa Cruz y Chuquisaca), que incluso han utilizado el terrorismo y causado matanzas de civiles aliados al proceso político de nuevo tipo puesto en práctica en la tierra andina.
Para el diputado Silva, la población debe poseer absoluto conocimiento sobre como se manifiesta en la nueva Constitución el respeto a las autonomías, la propiedad privada y la religión, a fin de contrarrestar las mentiras que divulga la derecha para confundir y desacreditar el democrático proceso.
Mientras, la Corte Nacional Electoral (CNE) seleccionó este viernes, mediante sorteo, a los más de 100 mil ciudadanos que actuarán como jurados durante el referendo. Es la primera vez en la historia de esta legendaria nación que el pueblo definirá la Constitución que regirá su destino.
"Los miembros de la mesa (titulares y suplentes) garantizan la transparencia, seguridad y el carácter público" en las urnas, expresó a la prensa el presidente del CNE, José Luis Exeni, en recientes declaraciones.
También, según dijo a Prensa Latina, "asumen la responsabilidad de velar por el escrutinio y la claridad de los resultados".
Sí, como se espera, la Carta Magna es aprobada, el MAS que lidera Morales saldrá fortalecido con vistas a las elecciones presidenciales de finales de este año.
Hace apenas tres años que el ex dirigente cocalero asumió las riendas de esa rica nación, pródiga en hidrocarburos y otras riquezas naturales, pero con una desequilibrada distribución de la renta, lo que lo convierte en el segundo país más pobre de América Latina y el Caribe, sólo superada por Haití.
A partir de asumir la Primera Magistratura, con más del 54% de los votos a su favor el 1 de enero del 2006, sobre Morales y el proceso político que lidera cayó la maquinaria contrarrevolucionaria dirigida por la embajada de Estados Unidos en La Paz, cuyo embajador resultó expulsado por injerencia en los asuntos internos del país, al reunirse a escondidas con líderes separatistas en Santa Cruz, y participar directa y abiertamente en las maniobras de la oligarquía.
BOLIVIA CAMBIA SU ROSTRO
Morales y su equipo han adoptado en un breve tiempo medidas socio-económicas, amparadas por democráticos procesos en las urnas, que van cambiando el rostro amargo de un país sometido durante siglos a las leyes coloniales e imperiales.
Ejemplo de esos cambios estructurales son la nacionalización de los hidrocarburos, la Campaña Nacional de Alfabetización, que culminó el pasado 20 de diciembre y permitió declarar a Bolivia como el tercer país de la región libre de ese flagelo (luego de Cuba y Venezuela), la Misión Milagro, que devolvió la visión a miles de ciudadanos y el programa de salud pública con la colaboración de mas de dos mil médicos cubanos para atender a las poblaciones más empobrecidas.
Es en ese contexto que, por primera vez, los bolivianos humildes, en especial los indígenas, perciben que les ha sido devuelta la dignidad, doblegada durante siglos de dominación foránea, sus riquezas naturales y su derecho a la vida.
Como parte de los cambios, se implantó la Revolución Energética, con la sustitución de más de seis millones de focos en las viviendas y en el alumbrado público. Los llamados bombillos ahorradores inundaron Bolivia, lo que permitió un ahorro de un 30% de lo gastado en energía en el 2007.
Por otra parte, la nueva política boliviana se ha ganado el respeto y la simpatía de numerosos gobiernos y pueblos en América Latina, y en otras partes del planeta, que siguen con atención los acontecimientos que ocurren en el pequeño Estado, incorporado a las mas importantes organizaciones económicas y políticas de la región, como la Alternativa Bolivariana para las Américas y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
A fines del pasado año, y ante la tentativa de los prefectos opositores de dar un golpe de estado al gobierno legitimo, la UNASUR apoyó de manera decidida, y en el terreno, la democracia boliviana e impidió la continuidad de los planes contrarrevolucionarios.
El año 2008 fue difícil en el plano interno, pero una vez al menos menguada la crisis política generada por la derecha que aún persiste en eliminar las renovadoras propuestas, resulta ahora fundamental en el plano político garantizar la victoria del Sí a la nueva Carta Magna. De que sea aprobada depende en mucho el futuro de Bolivia.
Por tanto, quedan al menos 15 días de fuerte forcejeo entre la izquierda y la derecha boliviana, que aunque debilitada, persiste en su anacrónica actitud.
Lídice Valenzuela
Publicado por Venezuela en Revolución
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