La traición de Mubarack
La ONU, que aparenta estar al servicio de todos los países, ha pedido, es decir, rogado, a Israel que termine con sus ataques aéreos contra la población de Gaza, en la cual ya hay cerca de 800 cadáveres y más de 3.500 heridos, en su gran mayoría pertenecientes a la población civil. Muy diferente es el tono con que se empleó contra Servia durante la guerra civil de Yugoslavia.
La Cruz Roja Internacional acusa a Israel de estar violando las leyes de la guerra, es decir, los acuerdos internacionales sobre el respeto a los derechos humanos. Si uno se remonta en la historia hasta la época de Moisés encontraremos ya en el Antiguo Testamento acciones atentatorias contra los derechos humanos de los israelitas en contra de los pueblos originarios de Palestina: cananeos y filisteos. De manera que esto que ocurre ahora, en este mundo “civilizado” no es nada nuevo. La Cruz Roja insiste que los israelitas impiden a toda costa el auxilio a civiles heridos por los bombardeos de los aviones y artillería israelita. Los israelitas demoraron varios días el paso de los equipos de socorro, permitiendo así que mucha gente muriese antes de que este socorro llegase a ellos. ¿Son esas acciones de los judíos simples omisiones o acciones deliberadas? La acusación de la Cruz Roja Internacional reviste mucha gravedad por cuanto esta organización mundial se caracteriza por ser neutral y que jamás manifiesta algo que no es comprobado por ellos. El que los militares israelíes demoren en permitir el paso de ambulancias por más de tres días es una acto criminal sin lugar a dudas. Esa es la práctica que ya llevan realizando en los territorios ocupados cuando alguien necesita llegar a un hospital y se le detiene en los controles policiales hasta 24 horas, es decir se les deja morir en el control. Y eso ha venido ocurriendo en tiempos de paz. Dice el articulista Guillermo Sans Mora de Público que: “los médicos de Media Luna Roja cuando pudieron llegar el día miércoles a socorrer civiles heridos el sábado se encontraron con escenas espeluznantes. En una casa, en lo que quedaba de ella, había cuatro niños pequeños sin comida por varios días junto al cadáver de su madre. En otra casa había un herido grave tendido junto al los cadáveres de doce personas, sus familiares. Y así siguen los interminables espantosos relatos. Todas estas víctimas producto de la negativa de las fuerzas israelitas de permitir el paso de las ambulancias. Y no sólo es la Cruz Roja Internacional la que condena la acción de los judíos en Gaza, a ella se han unido numerosas organizaciones de defensa de los derechos humanos. Pienso que estos actos criminales no pueden quedar impunes. Los culpables deben ser llevados a un juicio por sus acciones criminales al igual como otros criminales en el mundo de hoy y en otras guerras. Aunque tome tiempo y sean protegidos por USA y por el Estado de Israel, deben se llevados ante la justicia internacional.
Como era de esperar, USA se abstuvo, de todas maneras un gran paso adelante de este país que afirma respetar los derechos humanos y que promueve su hipócrita democracia. Digo que es un gran paso, ya que hasta aquí, siempre se ha estado oponiendo a cualquiera declaración de la ONU en que se le diga a Israel las cosas por su nombre. Aun a pesar de la petición de la ONU, las fuerzas militares de Israel continúan demoliendo las viviendas de los palestinos día y noche sin dar descanso a la población que se ha atrevido a luchar por su libertad, como siempre lo han hecho, sentándose en las declaraciones y condenas de la ONU. Lo hacen a sabiendas que cuentan con el respaldo de USA de todas maneras y que a pesar de la ONU y sus débiles declaraciones, esta superpotencia sigue abasteciendo a Israel de bombas y municiones de alto poder explosivo, incluso de municiones prohibidas por la Convención de Ginebra. En ese sentido Israel es un verdadero paladín de sentarse en lo que manifiestan la mayoría de los países del mundo.
Es increíble y parece de ficción que la ONU no se manifieste con más claridad y decisión sobre los crímenes de guerra efectuados por las fuerzas israelíes. Ambulancias son atacadas con misiles, escuelas con refugiados civiles son bombardeadas, convoyes de ayuda humanitaria son atacados por la fuerza aérea y la ONU sólo expresa su “condena a toda violencia y hostilidad dirigida contra civiles y todos los actos de terrorismo”. Se condena el tráfico ilícito de armas, es decir, se quiere someter a la gente de Gaza a la indefensión, sin ni siquiera tener el derecho de armarse para defenderse del coloso militar que tiene ocupado más de el 80% del territorio original de los palestinos y sometidos a la más brutal de las dictaduras, aun cuando se llame de otra forma y tenga la apariencia de una democracia. Digámoslo con claridad, en todo esto, en estas declaraciones que deben ser del gusto de USA y, por tanto, de Israel, hay un cinismo increíble. El llamado de la ONU al alto del fuego, si bien es cierto permite parar la guerra, en la forma que está diseñado es atentatorio a la seguridad de Hamás y por esa misma razón, a la existencia de un Estado libre y soberano del pueblo palestino.
Hoy en la mañana Olmert declaró que rechaza el acuerdo de cese del fuego por ser impracticable y que continuarán los ataques para conseguir la seguridad de Israel. Israel se opone al alto al fuego porque en realidad, no ha conseguido sus objetivos fundamentales de esta ofensiva y esos son exterminar a Hamás, aunque declare, jure y perjure lo contrario. En forma más clara y sin tapujos lo dice la ministro Livni: “actuaremos solamente en función de nuestros intereses”. Aunque, entre líneas, se puede ver que sus razones para seguir atacando indiscriminadamente a la población palestina sería la de destruir la capacidad militar y operativa de Hamás. Por otro lado, se indigna el Estado de Israel que a Hamás se le tome en cuenta como si fuese el gobierno de los palestinos, pero olvidan que legítimamente es Hamás la organización que debiera gobernar en todos los territorios palestinos por haber vencido ampliamente a su contrincante Fatah, que aparece como la organización con más derechos, antes eran terroristas, ahora son buenos muchachos porque cumplen mejor con el propósito de Israel de dominio absoluto de todos los territorios palestinos.
De la misma forma tratan a Mubarack, el “presidente” de Egipto. En la página web de Israel Aurora Digital del día 8 de enero se puede leer como título de un artículo: “Josni Mubarack es un amigo”. Dice el artículo en una de sus párrafos: “La actitud firme y consecuente de Mubarack es todo lo que Israel necesita en materia diplomática como para finalizar con éxito el operativo militar”. Celebran los israelíes las palabras de Mubarack durante la reunión de los ministros de relaciones exteriores de los países de la UE cuando se expresó así: “está prohibido permitirle a Hamás que salga victorioso de esta contienda con Israel”. Y dice el comentarista de Aurora Digital que: “Esta postura firme y consecuente, es todo lo que Israel necesita en materia diplomática”. A nosotros nos queda claro que este “presidente” vitalicio, llegado a la investidura más alta de su país gracias a elecciones fraudulentas en las que sólo se permite votar a sus partidarios archiconocidos, es un servidor de la política de USA y un aliado de Israel. Mubarack ha traicionado la causa de los árabes y en particular la causa del pueblo palestino.
El otro gran amigo de Israel, aunque sea un amigo obligado por las circunstancias es Abbás. Israel está preocupado que su mandato termine a partir de hoy viernes 9 de enero a media noche, según lo manifiesta Hamás, ya que para ellos la Constitución palestina así lo establece. Según el periódico israelí Haaretz, la confrontación de Israel con Hamás en Gaza podría garantizar la continuidad de Abbás como presidente de la ANP. Haaretz considera que acceder al acuerdo de cese del fuego propuesto por Egipto, Francia y USA, además de poner fin a las acciones militares, crearía las condiciones para continuar con el llamado “proceso de paz” (que existe sólo en la mente de muchos palestinos, pero no en la realidad) y en la práctica el colapso político de Hamás para que Fatah reasuma el control de la franja de Gaza. Para poder cumplir con este propósito piensan que es posible instalar una fuerza de paz (fuerza de ocupación) de la UE que apoye al gobierno “legítimo” de Abbás. Esta moción cuenta con el apoyo de Mubarack, el amigo tan sentido de los sionistas. Solo en esas condiciones Egipto abriría el paso de Rafah que une a Gaza con Egipto, cerrado hasta ahora para crearles problemas a los palestinos por apoyar a Hamás.
Sin lugar a dudas que los grandes perdedores de esta jornada de guerra en Gaza es Fatah y sus jerarcas. Ellos han perdido credibilidad frente al pueblo palestino. Y no sólo en la forma como se han manifestado por la guerra en Gaza, también porque durante su dominio parcial de Cisjordania los asentamientos judíos se han multiplicado y crecido de tamaño, a pesar de que la Famosa “Carta de Ruta” una de las principales medidas que estipula es el estancamiento del crecimiento de las colonias judías en Cisjordania. La autoridad de Abbás y de su ANP se han demostrado condescendientes y débiles, por tanto, no han cumplido en defender los intereses del pueblo palestino. En cambio si que han sido activos en reprimir a Hamás y a otras organizaciones palestinas que están confrontadas de hecho con el Estado judío. Aunque Hamás no logre la victoria, ya de hecho ha logrado el respeto y la consideración de la gran mayoría del pueblo palestino, en cambio Fatah, la OLP y la ANP aparecen cada vez más como colaboracionistas. Las pocas demostraciones de palestinos en apoyo de sus hermanos de Gaza ocurridas en Cisjordania, la ANP ha prohibido otras banderas que no sean las de Palestina. Pienso que detrás de esa medida hay el temor de que la gran mayoría de los palestinos muestren su apoyo a Hamás y flameen las banderas verde negras de este grupo islámico.
Hamás tampoco acepta este cese del fuego porque no hay ni una sola medida que mejore la situación de la gente de Gaza. Continuaría el bloqueo inhumano de la franja, las restricciones a la ayuda humanitaria, y toda clase de medidas para ingresar medios económicos para esa gente que tiene el mayor nivel cesantía del mundo. Además, Israel continuaría atacando con sus aviones, helicópteros y artillería cuando le venga en gana, así reciban impactos de misiles caseros en el territorio controlado por Israel o no, de parte de Hamás. De manera que las demandas de Hamás no se toman en cuenta para nada.
La operación israelita contra Hamás ya lleva cinco días y no ha logrado el objetivo de reducir en nada el poder combativo de Hamás. Hasta ahora sus milicianos han sabido utilizar sus medios en acciones de combate a corta distancia con grupos muy pequeños y muy bien armados, para así reducir sus bajas. La gran mayoría de los milicianos permanecen ocultos para combatir cuando llegue su turno. El ejército israelí esperaba los asaltos de grupos de milicianos mayores y aprovechar eso para provocar un mayor número de bajas, pero así no ha ocurrido hasta ahora. ¿Qué ha de suceder más adelante? ¿Cuánto tiempo más continuarán estos actos criminales? Ya es hora de que la gente con un mínimo de consciencia social y política diga y haga lo suyo.
Abel Samir (especial para ARGENPRESS.info)
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