jueves, 15 de enero de 2009

El juicio moral de los pueblos, un “deber” para las generaciones futuras

Los historiadores Froilán González y Adys Cupull aseguran que quienes decidieron, dirigieron y cometieron el asesinato del Che son juzgados por millones de personas. Además, le apuntan al gobierno de Estados Unidos por el crimen y destacan el rol del pueblo boliviano al mantener vivo el espíritu del líder.

El año 1967, marca una etapa en la Historia de América, el 9 de octubre de ese año fue asesinado el Comandante Ernesto Che Guevara, por órdenes de la CIA y el Gobierno de los Estados Unidos.
Las voces de condena, comenzaron a levantarse en todas partes. Los que decidieron, dirigieron y cometieron el crimen son juzgados moralmente por millones de personas. Por eso queremos recordar que en este octubre se cumplirán 40 años de aquellas manifestaciones de protesta que hicieron retumbar al mundo, y a las personalidades que con su actuación siguen honrando el presente.
Ellos comenzaron el juicio mundial que es y será para las futuras generaciones, un punto de referencia en el encuentro con el Che y cuando se cumplan los 80 años del crimen, los que en el mes de octubre del 2007 levantemos nuestras voces de repulsa a los asesinos, estaremos cumpliendo con un deber.
Cuando la noticia del tremendo crimen y el grave error político del Gobierno de Estados Unidos, la CIA y el General René Barrientos, fue transmitida a todas las latitudes de la Tierra, produjo una repulsa y condena que se inscribe en la historia de la humanidad de forma perpetua. Los obreros, estudiantes, campesinos, profesionales, intelectuales y gobiernos progresistas de todo el mundo expresaron, entonces, su indignación.
La prensa de la época constituye una fuente de infinito valor que precisa la repercusión del crimen. En Loja, Ecuador, la Ciudad Universitaria fue denominada "Ernesto Che Guevara". En el acto, la oradora principal fue la prestigiosa escritora Nela Martínez. Entre otras palabras, expresó:
"Vi su retrato difundido bajo grandes caracteres gozosos de la prensa internacional y lloré. ¿Quién no se conmovió con la noticia? Hasta los propios cómplices del crimen buscaron maneras de limpiarse las manos".
"La máscara de Pilatos vuelve a ocultar los rostros de los verdugos a través de los tiempos. Tendido en una piedra de lavar su cadáver no era un cadáver. Los ojos abiertos nos miraban. En su rictus no se advertía el sello de la muerte. Desafiante su gesto en el último instante. Aquella sonrisa vencedora, de su otro triunfo, iluminaba el día. Su rostro de combatiente del mañana quedó impreso en los Andes".
En Quito, el famoso pintor Oswaldo Guayasamín declaró: "Ernesto Guevara no ha muerto; nadie puede matarlo, la tierra de América está regada de su presencia, se multiplicarán los guerrilleros, el valor y el heroísmo serán de nuevo pan de los humildes. Las tiranías y golpistas caerán.
" El aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid le rindió homenaje en un multitudinario acto efectuado en Roma, donde habló la poetisa María Teresa León, la esposa del poeta Rafael Alberti.
"Yo traigo el dolor y la pena de Rafael Alberti, y con la mía, la de todos los exiliados de España, y el dolor de los que se quedaron allá con la mirada vuelta hacia la libertad, el dolor de la juventud española que no dobla las rodillas y que había visto en el Che Guevara un héroe del rabioso tiempo presente de nuestra América Latina", dijo.
"Murió en su ley, próximo a la América más pobre, más abandonada, despojado de todo, menos de su esperanza. En el lugar en que lo asesinaron brotarán dos fuentes: la de la libertad y la de la justicia".
"Los indios bolivianos, los desheredados de un continente, murmurarán su nombre, dirán que está vivo, que golpea a sus puertas porque tiene sed y dejarán en las ventanas una jarra de agua para que el Che beba al pasar. Porque pasará y recorrerá todo un continente y su nombre será la fuerza del futuro, la alta estrella de la Cruz del Sur que llamará a toda la América a alzarse y luchar por su independencia política y económica contra todos los dominios extranjeros", agregó.
La Unión Argelina de Trabajadores realizó un multitudinario acto; donde Rachid Bennatig, dirigente de esta organización, declaró: "La muerte de Ernesto Che Guevara provocó en los trabajadores argelinos un momento de luto lleno de emoción y de cólera". También en Argentina, el sacerdote Hernán Benítez ofreció una oración fúnebre al Che, en una de sus partes dice:
"Los dos tercios de la humanidad oprimida se han estremecido con su muerte. El otro tercio, en lo secreto de su alma, no ignora que la historia del futuro, si caminamos hacia un mundo mejor, le pertenece al ’Che’ por entero. Un día nada lejano el Tercer Mundo victorioso incluirá su nombre en el martirologio de sus héroes..." En otra parte de su oración exclamó:
"Hace ya años había entrado en la leyenda. Sus enemigos podrán achacarle extravíos ideológicos todos los que quieran. Pero nadie sensato va a negarle pasión, coraje, heroísmo y una constancia en su vocación a toda prueba. Le dolía adentro del alma el dolor de las masas..."
En la capital tanzana, el diario The National llist dijo que el Che era el comandante por excelencia de todas las columnas que combaten al imperialismo en los tres continentes.
En este cuarenta aniversario de la inmortalidad del Che y sus ideas, tendremos que rendirle homenaje al pueblo boliviano, por mantenerlo vivo y presente en sus luchas valientes y dignas frente al Imperialismo norteamericano.

Froilán González y Adys Cupull
Los autores son investigadores de la vida de Ernesto Che Guevara, autores de Diario del Che en Bolivia (1987) entre otras obras.

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