sábado, 23 de agosto de 2025

Fentanilo: como el pescado, el gobierno se pudre por la cabeza


En el vértice de responsabilidades por el fentanilo contaminado se encuentran Milei y su ministro de Desregulación y Transformación de Estado, Federico Sturzenegger, quienes con su programa liberticida han llevado adelante el desmantelamiento de organismos de control, como el ANMAT. Esta política criminal se justifica en que la existencia de organismos de control, sanitarios en este caso, restringe la elaboración de remedios y, en consecuencia, se transforma en un escollo a la libertad de mercado. Lo que queda claro con el caso del fentanilo contaminado es que la tan mentada desregulación, es en verdad, una regulación en favor del capital. Fue el mismo Sturzenegger en un programa de streaming (luego de conocerse las muertes por fentanilo), quien manifestó que cuando le presentó a Milei los documentos que integraban la ley Bases, este emitía jadeos orgásmicos, mientras acariciaba la pila de papeles. 
 El silencio de Milei y la cúpula del gobierno sobre la causa fentanilo y el blindaje sobre el ministro de Salud Lugones, es una confesión de parte sobre las responsabilidades políticas, que los libertarios buscan diluir por medio de sumarios interno en el ANMAT. 

 Furfaro, un amigo del poder de turno 

El juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, ordenó la detención de Andrés García Furfaro, sus dos hermanos Damián y Diego, su madre, Nélida Furfaro y su abuela, Olga Arena, quien el 18 de diciembre de 2024, día en el que se elaboraron los lotes contaminados, figuraba como presidente de la firme HLB Pharma. Todos en algún momento pasaron por el directorio del laboratorio. Hasta el momento son diez los detenidos por la causa, en los que se incluyen directivos de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo. 
 Este viernes García Furfaro durante seis horas llevó adelante una declaración ante la justicia, alegando ser victima en la causa y se despegó de las responsabilidades de los lotes contaminados que se han cobrado la vida de casi cien personas. En su declaración, Furfaro ensayó la hipótesis de un sabotaje, aduciendo que el tipo de bacterias encontradas en el fentanilo “no es del laboratorio, sino de las que aparecen en los hospitales”. Furfaro tiró la pelota fuera de la cancha y acuso a su ex socio Andrés Quinteros.
 Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en un intento de blindar al gobierno y cerrar el tema de facto, aseguró que “los responsables del fentanilo mortal están tras las rejas.” (La Nación 22/08/2025) En la misma línea, Milei disparó sobre Furfaro al sindicarlo como un “eterno socio kirchnerista”, cuando fue el mismo imputado en reconocerse como un “amigo” del poder, gobierne quien gobierne. La gangrena del caso fentanilo comienza a esparcirse por todo el régimen liberticida. El juez Kreplak también comenzó a indagar sobre las responsabilidades políticas, que tiene en el ojo de la tormenta al desregulado ANMAT y al Ministerio de Salud que conduce Mario Lugones. El gobierno liberticida intentó, sin suerte, presentarse, a través del ministerio de Salud, como querellante en la causa, luego de que la fiscal federal Laura Roeta vehiculizara una investigación sobre el ANMAT, que tiene como fin esclarecer si hubo “negligencia, connivencia o complicidad.” En principio la fiscal recalcó que la ANMAT no frenó la producción del fentanilo pese a que había detectado serias fallas en el laboratorio durante inspecciones a finales de 2024. 

 Interna libertaria 

La responsabilidad del gobierno libertario quedó de manifiesto cuando la semana pasada, desde las usinas de la Casa Rosada, exigieron la detención de Furfaro y deslizaron en avanzar en la recusación de Kleplak. A su vez, la pandilla libertaria intenta de tirar lastre y, en este sentido, separaron de su cargo a Gabriela Mantecón Fumadó, encargada de los controles de los laboratorios y directora del Instituto Nacional de Medicamentos (INAME). El desplazo de Mantecón Fumadó oficia como fusible para proteger a la titular de la ANMAT, Agustina Bisio, funcionaria de confianza de Lugones. 
 Un régimen cruzado por internas de todo tipo, suma una más, la que se estableció a partir de la crisis del fentanilo entre, la lugarteniente de Milei, Bullrich y Lugones, quien quedó en la línea de fuego luego de que Federico Sturzenegger, deslindándose de sus responsabilidades, apuntara sobre el rol del ANMAT, dependiente del ministro de Salud. 
 Tratando de deslindarse de responsabilidades, Lugones ensayó una maniobra que apunta a Bullrich, al asegurar desde la cartera de Salud que antes de la intervención de la ANMAT, es el ministerio de Seguridad el que debe intervenir, es decir, la ahora candidata a senadora, Patricia Bullrich, ya que el ministerio que preside es el encargado de registrar los precursores químicos que contienen fentanilo, que pueden ser utilizados para confeccionar drogas de diseño, como la metanfetamina. Bullrich, quien integra la "Mesa para la Prevención del Tráfico Ilícito y Uso Indebido del Fentanilo", rápidamente salió a desmarcarse de la causa al afirmar que Seguridad “no hace control de calidad y que tampoco tiene poder de policía sobre el fentanilo, que es el producto terminado en base a cinco precursores”, (LPO 21/08/2025) apuntando todos los cañones a la ANMAT y, por ende, a Lugones. 
 El casi centenar de personas fallecidas da cuenta de que los liberticidas son un salto cualitativo, en relación a gestiones precedentes, en considerar a la salud como una mercancía, garantizando las ganancias de los empresarios del sector. La consideración de la salud como un bien social en toda su integridad no vendrá de la mano de los personeros de los partidos patronales, sino que, por el contrario, solo una organización socialista de la salud pondrá a esta al servicio del conjunto de los trabajadores. 

 Lucas Giannetti
 23/08/2025

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