viernes, 29 de agosto de 2025

Covid: la nueva variante “Frankenstein” se expande , mientras se profundiza el desmantelamiento del sistema de salud


Hace unos meses que en el mundo es noticia la aparición de una nueva variante de Coronavirus, la subvariante XFG de Ómicron, popularmente llamada “Frankenstein”.
 XFG es una variante recombinante, lo que significa que surgió de dos subvariantes existentes, LF.7 y LP.8.1.2, compartiendo material genético de ambas. Esta nueva variante se detectó por primera vez en enero de 2025. A mediados del mes de julio se detectaron casos en Brasil, llamando la atención por su rápida propagación.
 Actualmente, es la variante más frecuente y representa el 71,15% de los casos de infección, por sobre las otras variantes de interés y en seguimiento por la Organización Mundial de la Salud. Dicho organismo informó que, en la semana del 4 al 10 de agosto de 2025, se analizaron un total de 46.003 muestras para detectar el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, en 79 países. De estas, 1.921, es decir, el 4,2%, de las muestras dieron positivo para el virus. Según lo relevado por dicho organismo, durante este período, la actividad del virus se mantuvo estable a nivel mundial, con variaciones en algunas regiones. Por ejemplo, se observó una actividad elevada en varios países de América Central y el Caribe y América del Sur tropical; Europa sudoccidental, septentrional y oriental; África meridional y septentrional; y Asia occidental, meridional y oriental (OMS). En países como Tailandia y Filipinas, se reportó un aumento en los contagios e internaciones, aunque sin evidencias de un incremento en la gravedad clínica (La Nación, 6/08). Frankenstein se destaca por los síntomas de afonía, ronquera y dolor de garganta según expresan profesionales de la salud. 

 Frankenstein llegó a la Argentina, pero carecemos de información 

En nuestro país, esta nueva variante fue identificada en un 3,37% de las 89 muestras analizadas entre marzo y julio pasados (Boletín Epidemiológico Nacional), siendo detectados los primeros casos en la provincia de Córdoba. El Ministerio de Salud no brindó nuevos relevamientos como para poder conocer su progresión. Por su parte, profesionales de la salud refieren que ya casi no existen los testeos, por lo que los diagnósticos se establecen por observación clínica. 
 A la falta de información, se suma el descenso de la inmunidad de la población: según datos del Registro Federal de Vacunación Nominalizado (Nomivac), en 2025 más del 99% de los argentinos no recibió dosis alguna contra el Covid y sólo lo hizo el 0,65 por ciento de los mayores de seis meses. Mientras que en todo 2024 lo hizo apenas el 3,8 por ciento. Según el Ministerio de Salud de la Nación 41.221.547 personas recibieron una dosis, 38.204.986 personas están vacunadas con dos dosis y 36.149.677 tiene una dosis de refuerzo (Argentina.gob.ar, actualizado al 10/08).
 Este dato no es menor. Confluye con un descenso en la tasa de vacunación y con el desmantelamiento de los dispositivos de seguimiento, control, prevención y atención del Coronavirus a nivel mundial. Esto, además, confluye con el cuestionamiento de la efectividad de las vacunas por parte de los gobiernos de Trump y Milei y sus respectivos ministerios de salud, los cuáles están siendo sometidos a feroces ajustes. En Estados Unidos, por ejemplo, el miércoles 27 de agosto fue obligada a renunciar la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) Susan Monarez, debido a que se negó a aprobar directivas poco científicas e imprudentes y a despedir a expertos en salud pertenecientes a dicho organismo. Su salida coincidió con las renuncias de al menos cuatro altos funcionarios de los CDC (NPR, 27/08). Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó nuevas restricciones sobre quién debe recibir las vacunas para prevenir Coronavirus, limitando las vacunas actualizadas a las personas con riesgo de complicaciones graves por tener 65 años o más o tener otros problemas de salud.

 Las consecuencias de la pandemia continúan saliendo a la luz 

Pese a que el Coronavirus parezca estar bajo control, las consecuencias de la inmunidad de rebaño y la desinformación acerca de las vacunas, siguen saliendo a la luz. En Brasil, país que se ha caracterizado por defender la inmunidad de rebaño en los picos altos de la pandemia, un estudio publicado llamado Epicovid 2.0, expone que el 65,2 por ciento de los infectados por el nuevo coronavirus tienen o tuvieron COVID persistente, es decir, unos 40 millones de personas (18,9 por ciento de la población brasileña). De ese total, casi 18 millones de personas aún presentan una serie de síntomas o complicaciones persistentes posteriores al COVID-19, siendo los síntomas más frecuentes pérdida de memoria, dificultad de concentración, caída del cabello, dolor en las articulaciones, ansiedad y cansancio (WSWS, 6/02). 
 Como podemos observar, los desmantelamientos de los sistemas de salud provocan graves consecuencias sobre la salud de la población mundial. La política de inmunidad de rebaño o el sálvese quien pueda que pregonan los Trump y Milei no hará más que provocar la expansión de enfermedades, sin tampoco un sistema de salud preparado para los tratamientos y la cura de la misma. Las muertes a causa de fentanilo contaminado y las coimas en discapacidad, son demostraciones de que detrás de estas políticas anticiencia, está el lucro privado con la salud. La unificación del sistema de salud bajo control de los trabajadores se ofrece como una salida que sirva para poner a los conocimientos científicos y a la salud en pos de las necesidades de las mayorías. 

 Daniela Magoc 
 28/08/2025

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