sábado, 16 de agosto de 2025

El “corralón” de Caputo para evitar un default


La economía en terapia intensiva.

 El propósito del gobierno de evitar una disparada del dólar y al mismo tiempo frenar un rebrote del nivel de precios, mediante el ofrecimiento de una súper tasa de interés para una licitación de títulos del Tesoro, no solamente se convirtió en un rotundo fracaso. La licitación, por un monto de 15 billones de pesos fue suscripta apenas en un 61 por ciento. El remanente de 6 billones de pesos que quedó ´en la calle´ (o sea en los bancos y fondos monetarios), fueron cubiertos con recursos fiscales, como son las cuentas que el Tesoro tiene en el Banco Central. El rechazo del 39 % de los títulos se produjo a pesar de que ofrecían una tasa de rendimiento del 70 % anual –más del doble de la inflación-. La inflación de precios de julio, un 1.9 %, ya había resultado superior a los dos meses precedentes, como consecuencia de la devaluación que ha sufrido el peso dentro de banda cambiaria pactada con el FMI –entre 1 000 y 1 450 pesos.
 La reacción del gobierno a ese fracaso fue elevar en un 5 % los encajes de bancos y fondos que retiene el Banco Central –del 45 al 50 por ciento-. Para una base monetaria de 60 billones, esa suba absorbe los 3 billones no licitados o incluso más, debido a otras disposiciones sobre incumplimientos y verificaciones diarias. De acuerdo, sin embargo, a una información de El Cronista, los bancos y los fondos comunes pretendían usar ese dinero sobrante para enfrentar ¨una crisis de liquidez¨, en parte para cubrir insuficiencias en sus reservas y en parte para hacer frente a demoras crecientes en el saldo de tarjetas de créditos y créditos personales y comerciales. El ¨corralón¨ impuesto por el gobierno al dinero en los bancos (en encajes obligatorios ultraelevados) agravará esa crisis de liquidez, mediante la retracción de la financiación del consumo, de un lado, y del giro comercial de la industria, del otro. Para que los pesos no se vayan al dólar ni a los precios, los ´magos de la moneda´ han elegido congelar la economía, con su secuela de despidos y cierres de empresas. El poderoso pulpo de la siderurgia Ternium, que se jacta de articular a más de mil contratistas pymes en su entorno, ha comenzado a cortar órdenes de trabajo a decenas de esas empresas en General Savio y San Nicolás. 
 El detonante de esta situación, no su causa, ha sido la supresión, por parte de Caputo, de las Lefi, las Letras de Tesorería que servían a bancos y fondos para transar diariamente los títulos en su poder, a cambio de las Lebac, que se licitan por determinados períodos. Esas Letras habían sido durante mucho tiempo un instrumento de deuda del Banco Central que fue transferido al Tesoro, o sea, convertido en una deuda de los contribuyentes. La supresión liberó una montaña billonaria de pesos, que el Tesoro buscó absorber mediante licitaciones extraordinarias, es decir, fuera de calendario. El propósito de estas operaciones era ´limpiar´ la hoja de balance del Banco Central a costa de un mayor ajuste fiscal, y evitar ´corridas’ hacia el dólar.
 El fracaso del operativo es patente y ha desatado un fuerte conflicto con los bancos, que vieron caer por el suelo sus cotizaciones en la Bolsa de Nueva York (en una jornada internacional de grandes subas). Lo que ha resultado de todo esto es la imposición de un ¨corralón¨ al sistema bancario, incapacitado para mover su liquidez. En el afán de tabicar la corrida cambiaria de corrida bancaria (que los depósitos se vayan de los bancos al dólar), con una elevadísima tasa de interés, Caputo y sus secuaces la han interconectado aun más. El intento de ´normalizar´la situación monetaria mediante una reducción de esas tasas, provocará una estampida cambiaria multiplicada. Los bancos y los fondos compensan el ¨corralón¨, mediante un alza de la tasa de los créditos sin el correspondiente aumento de la remuneración de los depósitos; el ´spread´ es simplemente brutal. 
 Las alarmas en los círculos financieros suenan al máximo, como lo demuestra la tendencia creciente a asegurarse dólar futuro –de tres meses en adelante-, en un monto intermedio entre los 5 mil y los 10 mil millones de dólares. Ricardo Arriazu, el superpadrino de Milei, ¨cuestionó¨, en Ambito, la política cambiaria y monetaria, y ¨proyectó¨ una suba de ¨10 puntos¨ en la tasa prevista de inflación. Las elecciones de renovación parlamentaria, que el oficialismo pretendía convertir en una marcha triunfal al Congreso, son consideradas ahora ¨un factor de riesgo¨, en referencia a los ´corralones´y las ¨corridas¨ cambiarias y bancarias. 
 Lo que preside este derrumbe no es ningún misterio: es la hipoteca implacable de una deuda nacional (pública y privada) de 600 mil millones de dólares, a tasas prohibitivas y usurarias. El rescatista de última instancia en situaciones de bancarrota, el FMI, se ha quedado sin municiones. El secretario del Tesoro, Steve Bessent, ha prometido intervenir con las reservas de Estados Unidos para socorrer a la Argentina. Es un compromiso hueco, salvo que Argentina acepte convertirse en un Protectorado. 

 Política Obrera 
15/08/2025

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