El expresidente Mauricio Macri fue noticia por el exabrupto (?) que tuvo en el programa de TN “Desde el llano”, conducido por Joaquín Morales Solá, al referirse a los alemanes como una “raza superior”.
Se trata del discurso de la pura sangre alemana, que forma parte de la ideología nazi. Es un planteo fascista, chovinista y racista. Fue la cobertura ideológica de Adolf Hitler para avanzar en el holocausto judío y en el exterminio de los gitanos, los polacos y los comunistas, o sea, en una política de guerra civil contra la clase obrera en beneficio de la burguesía imperialista alemana.
Detrás de esta reivindicación del hitlerismo se esconde la defensa de un régimen ultraopresivo, autoritario y reaccionario. A Macri “se le escapó” esa frase nazi porque está todo el tiempo queriendo mostrarle a la burguesía que se encuentra dispuesto a aplicar con todo las políticas de ajuste que ella reclama, a saber, un ataque histórico contra la clase trabajadora, beneficios cambiarios e impositivos para las empresas, una devaluación mayor del peso, y recortes en salud, educación y en la planta estatal. Asimismo, utilizó ese discurso para atemorizar a los trabajadores, con un lenguaje que es sinónimo de represión, sangre y barbarie.
En la entrevista, haciendo alusión a la rebelión popular de 2017 contra el robo a los jubilados, Macri dijo que si vuelven “las piedras” su gobierno se la va a bancar con el “casco puesto” y la imposición de la ley. Macri debería recordar su fracaso a la hora de enfrentar esa movilización obrera, incluso cuando tuvo puesto el casco del peronismo y la burocracia sindical, que lo ayudó a aplicar parte del ajuste capitalista. Como producto de aquella gesta, no pudo presentar su ley de reforma laboral.
A Macri, como a los Fernández y Massa, debemos responderles con organización y lucha, como hacen los residentes y concurrentes, que están enfrentando al alcalde Horacio Rodríguez Larreta, al que ya le arrancaron un aumento salarial.
Nazareno Kotzev
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