lunes, 7 de noviembre de 2022

El ejemplo de los trabajadores de la salud


La vicepresidenta Cristina Kirchner reapareció públicamente este viernes en un acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), tras el atentado que sufriera a comienzos de septiembre. Lo más importante de su discurso es que respaldó al “superministro” Sergio Massa, quien capitanea el ajuste que demanda el Fondo Monetario Internacional para cumplir con las metas establecidas por el organismo financiero. Este ajuste tiene su mayor expresión en el presupuesto 2023 al que ya dio media sanción la Cámara de Diputados y que ahora discute el Senado. Pero también, en estos días hubo subas en las naftas, el gobierno estudia un decreto para frenar las altas en programas sociales, y a partir de noviembre comienzan a llegar las boletas con aumentos en la luz. 
 Con una inflación que en septiembre alcanzó el 83% interanual, los ingresos de los trabajadores y jubilados están sufriendo un verdadero “Massazo”. En este contexto de retroceso salarial y recorte en las partidas públicas, los trabajadores de la salud desarrollan una lucha emblemática. Residentes y concurrentes de la ciudad de Buenos Aires, que sostienen el sistema sanitario, iniciaron un paro por tiempo indeterminado para exigir una recomposición salarial. Los residentes cobran sueldos de miseria y están sometidos a jornadas extenuantes de labor. En el caso de los concurrentes, ni siquiera perciben un salario. La situación es igual en el resto del país. Es una muestra del desprecio de los gobiernos por la salud de la población.
 Esta semana, los residentes y concurrentes porteños realizaron cortes de calle para visibilizar su reclamo, se movilizaron junto a trabajadores del Hospital Garrahan que también están en conflicto, y con trabajadores de enfermería. El viernes, hicieron una conferencia de prensa exigiendo que los reciba el ministro de salud del distrito, Fernán Quirós, y anunciaron una nueva movilización para el martes 8. Para ese mismo día, las conducciones burocráticas de Sutecba (municipales) y la Asociación de Médicos Municipales (AMM) no han tenido más remedio que convocar a un paro de la salud, debido al alcance que ha tomado el conflicto. 
 De a poco, la mancha se esparce por el resto del país. En Córdoba, una asamblea general de residentes y concurrentes, con representación de numerosos hospitales, votó un pliego unificado de reclamos. Plantean un piso de cuatro salarios mínimos (alrededor de 230.000 pesos), ya que en la actualidad perciben cifras indignantes que van de 60 a 120 mil pesos. 
 En la provincia de Buenos Aires, en tanto, los trabajadores del Hospital Posadas lanzaron asambleas autoconvocadas para luchar por el salario y el pase a planta permanente.
 A la par de los trabajadores de la salud, el miércoles 2 una autoconvocatoria de trabajadores del gremio Luz y Fuerza marchó a la seccional Capital del sindicato. Hay un gran malestar en la base por las paritarias a la baja suscriptas por la conducción. “Che Mancuso, che Mancuso, qué tranquilo se te ve, mientras los trabajadores, no llegamos a fin de mes”, corearon los 500 trabajadores movilizados, en dedicatoria al secretario general de la organización. 
 El Polo Obrero, mientras tanto, desenvuelve plenarios regionales que calientan motores hacia un congreso nacional que tendrá lugar los días 18 y 19 de noviembre.
 La lucha es el camino para quebrar las políticas de ajuste y defender el salario. Ya lo mostraron los trabajadores del neumático, nucleados en el Sutna, que conquistaron una cláusula de garantía frente a la inflación y un aumento salarial real.
 En la perspectiva de abrir una salida política de los trabajadores, el Partido Obrero continúa con una agenda nacional de actos bajo las consignas “Fuera los políticos capitalistas. Por un movimiento popular con banderas socialistas”. Y acaba de lanzar una carta abierta proponiendo la realización de un congreso del Frente de Izquierda – Unidad abierto a los luchadores. 
 Buen domingo.

 Gustavo Montenegro

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