El 26 de marzo se realizó en Cisjordania la segunda ronda de las elecciones municipales para elegir los consejos de 50 ciudades, incluyendo las más pobladas. Hamas boicoteó el llamado debido a la postergación de los comicios generales, que el titular de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, volvió a dilatar el año pasado y que no se llevan a cabo desde 2006, cuando fueron ganados por el movimiento islámico.
Abbas se escudó entonces en la imposibilidad de garantizar la votación en Jerusalén Este, a raíz de una prohibición de Israel, pero muchos creen que el verdadero motivo era evitar una derrota, dado el creciente rechazo a su figura y el desprestigio de la AP ante la población, como fruto de la colaboración con Israel.
Las grandes movilizaciones del año pasado mostraron un gran rechazo a la ocupación sionista, pero también a la dirección palestina. Además, en julio hubo protestas bajo el canto de “Fuera Abbas” y “abajo el régimen”, tras el asesinato de un referente opositor -Nizar Banat- por parte de las fuerzas de seguridad.
En Fatah, donde su liderazgo está cuestionado, Abbas ha postergado hasta mayo la cumbre del partido. Uno de los desafiantes es Marwan Barguti, un referente de la segunda intifada (2000) que actualmente está en prisión.
Aunque Hamas no habilitó urnas en la Franja de Gaza y no participó como partido en las elecciones municipales, permitió a sus referentes inscribirse como candidatos independientes, sellando alianzas con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en distritos como Hebron, Nablus, Tulkarem y Qalqilya. Además, en localidades donde no fueron juntos, conformarían de todos modos bloques comunes en los consejos.
Aunque fuentes del FPLP califican el acuerdo como “táctico”, destacan que “nuestra alianza se basa en la convergencia de posiciones y estrategias con respecto al programa de resistencia y el rechazo a la orientación general de la Autoridad Palestina y el movimiento Fatah hacia Estados Unidos y sus relaciones con Israel, que creemos amenaza el programa de resistencia” (Al Monitor, 28/3).
En agosto de 2021, como antecedente de esta alianza, un acuerdo de ambas formaciones le había ganado a Fatah el Sindicato de Ingenieros. En las vísperas de la segunda ronda de las municipales, en tanto, un frente del FPLP y otros grupos derrotó al partido de gobierno en las elecciones estudiantiles de la Universidad de Bethlehem.
En la segunda ronda de los comicios, Fatah asegura haber ganado el 60% de los escaños en disputa. Pero apenas habría votado el 52% del padrón (Arab News, 28/3). La primera ronda, efectuada en diciembre de 2021, abarcó a 376 municipios pequeños (30% de la población), pero solo se votó en 154, porque en el resto hubo lista única o no se presentó nadie. Fatah, aliado a clanes locales, dice haberse quedado con el 70% de los lugares (Descifrando la Guerra, 15/12/21), aunque solo participó el 65% de los habilitados
Los resultados de las elecciones sindicales y estudiantiles, la alta abstención y las movilizaciones contra la AP muestran que se está operando una transición política en la población palestina.
Gustavo Montenegro
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