No a los despidos y suspensiones
Durante los últimos meses 4.400 florenses se han inscripto para recibir el IFE. Es decir que el 17, 60% de la totalidad de los habitantes de Las Flores( 25.000) se encuentran en una situación desesperada.
Cabe decir que este porcentaje no está extraído sobre el total de la población activa económicamente, en cuyo caso el mismo aumentaría en forma considerable. Es obvio señalar que cada uno de los aspirantes a recibir el IFE tienen una familia que sostener, lo cual llevaría a multiplicar la cifra mencionada por 3 o por 4( número de integrantes de una familia tipo). Es que en Las Flores la población activa está constituida por una considerable porción de cuentapropistas, parte los cuales son el resultado de una ciudad desindustrializada como fruto del cierre de dos fábricas del calzado: GGM y Coopershoes.
La primera de ellas fue vaciada por Gotelli( con antecedentes en esto de vaciar en Gatic y Alpargatas) en 2017 dejando 300 trabajadores en la calle , Coopershoes comenzó a fabricar la marca Pony en 2019 con un proyecto de venta de 150.000 pares y de facturación de cinco millones de dólares. En mayo de 2020 suspendió por tiempo indefinido a todo su personal (200 trabajadores).
Aunque en las instalaciones de GGM funciona una cooperativa de trabajo que fabrica barbijos para la emergencia sanitaria, esta solo ocupa a treinta trabajadores (un 10% del personal original de la planta) con salarios miserables. El resto de estos trabajadores lo hacen en cooperativas de panificación o huertas comunitarias, un destino de miseria. Una conclusión obligada de la realidad descrita es que la pandemia ha agravado la crisis que es previa a su aparición y que se ha manifestado en los centenares de trabajadores despedidos o suspendidos.
Hay que añadir, además que no todos los aspirantes al IFE lo han cobrado, debido a que esto requiere tramitar una tarjeta de débito que retrasa la percepción del haber correspondiente. Con todo, cabe decir que los $ 10.000, con una canasta básica cuyo monto asciende a $45.000 alcanza a cubrir solo el 22% de la misma. Al mismo tiempo el Hospital zonal tiene la capacidad de las camas de terapia intensiva cubiertas en un 80%, y la pandemia ha contagiado a veinte florenses. En medio de esta potencial catástrofe y miseria creciente el gobierno bonaerense se ha comprometido a pagar una deuda usuraria con fondos de inversión por valor de 12.000 millones de dólares y se ha vuelto a endeudar en 500 millones más.
Corresponde dar una respuesta con un pliego de reclamos por parte de las víctimas de la crisis capitalista para que la crisis la paguen los responsables de la misma, los capitalistas:
-Levantamiento de las suspensiones de los trabajadores de Coopershoes. Pago íntegro de sus salarios durante la cuarentena.
– Expropiación sin indemnización de GGM, reapertura y funcionamiento bajo control de sus trabajadores. En medio de la cuarentena, que el estado garantice el pago de $40.000 a cada uno de sus trabajadores, financiados con un impuesto al gran capital agrario de la zona.
– Seguro a los desocupados, cuentapropistas y monotributistas de $30.000.
-Provisión por parte del estado provincial de camas de terapia intensiva al hospital zonal, cuya cantidad está a punto de colapsar.
– Repudio al pago de la deuda externa usuraria. Que la crisis la paguen los capitalistas.
Prensa Obrera
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