martes, 5 de febrero de 2019

Vaca Muerta: a fuego cruzado entre las petroleras y el FMI

Por la nacionalización del petróleo y el gas bajo control obrero.

En el marco de la campaña electoral provincial, la resolución del secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, de limitar el esquema de subsidios que motorizó la tibia reactivación de Vaca Muerta, ha desatado una crisis con los monopolios petroleros. La resolución del presidente Mauricio Macri y el ministro Lopetegui fue dictada por el FMI, que presiona por poner fin a los subsidios en función de que la Argentina pueda afrontar el pago de la deuda pública. De esta manera, Macri vuelve sobre sus pasos, luego de haberse comprometido con el gobernador neuquino Omar Gutiérrez a permitir el ingreso de nuevos proyectos al Plan Gas.
Pero el recorte no sólo niega el ingreso de nuevos proyectos, también limita los subsidios a la curva de producción originalmente trazada por las empresas que se están beneficiando de él. Por eso Tecpetrol, la petrolera del grupo Techint, fue la primera en poner el grito en el cielo. La empresa de Paolo Rocca ha facturado fortunas en el área Fortín de Piedra gracias al Plan Gas (la llamada Resolución 46). Hasta fines de 2018 se le garantizó a Tecpetrol y a todas las operadoras productoras de shale gas, un precio en boca de pozo de 7,5 dólares el millón de BTU, superando holgadamente el precio del gas en el mercado internacional. Según la propia Tecpetrol, con el recorte, en 2018 la empresa hubiera recibido 5,600 millones de pesos menos de subsidios.
Tecpetrol e YPF han salido a anunciar, a modo de amenaza, que mermarán sensiblemente las inversiones durante 2019 dados los recortes al Plan. La cámara de empresas de servicios petroleros también ha salido a patalear. El gobernador Omar Gutiérrez, que se postula para su reelección, y el senador nacional y dirigente del sindicato petrolero, Guillermo Pereyra, han salido al cruce de la decisión del gobierno nacional, oficiando de lobistas de las empresas petroleras. En la mañana de este martes, la burocracia del Sindicato realizó una masiva asamblea obrera en Añelo para protestar contra la eliminación de los subsidios. Aunque la burocracia intentó presentar la asamblea como una iniciativa para “defender los puestos de trabajo”, es claro que se trata de una acción para defender los subsidios de las empresas. Las asambleas y acciones que la burocracia no realizó ante las cinco muertes obreras de 2018, como consecuencia de la escandalosa flexibilización laboral impuesta en el campo, aparecen ahora en aras de defender los subsidios de las empresas.
“Pechi” Quiroga, el candidato a gobernador por Cambiemos, salió en defensa de la medida adoptada por Macri, por cuenta y orden del FMI. Por otro lado, Ramón Rioseco, de Unidad Ciudadana-Frente Neuquino, le critica a Gutiérrez una “diferenciación oportunista” de Macri. El kirchnerismo local, pretende postularse como los mejores representantes de los intereses de las empresas petroleras, que ahora han entrado en choques con el gobierno nacional. Finalmente, fueron los K quienes indemnizaron a Repsol, cerraron el pacto secreto con Chevron e inventaron los subsidios, con el famoso Plan Gas y, ante el derrumbe del precio internacional del petróleo, el llamado “barril criollo”.
Al esquema de subsidios, tarifazos y flexibilización laboral sobre el que se montó la tibia reactivación de Vaca Muerta, y que ahora entra en crisis ante las mayores exigencias del FMI, el Partido Obrero y el Frente de Izquierda le oponen la nacionalización integral de la industria energética y la ruptura con el FMI, como parte de un plan económico y político bajo la dirección de los trabajadores. Es el planteo que los candidatos del Frente de Izquierda nos encontramos impulsando en cada punto de la provincia, en las recorridas por las ciudades y pueblos, en las reuniones en los lugares de trabajo y en las barriadas. Es necesario que los obreros petroleros le tomen la palabra a la burocracia del sindicato, que prometió que “no permitirán un solo despido”, y exigir un verdadero plan de lucha, no sólo en defensa de los puestos de trabajo sino también por la anulación de la adenda flexibilizadora del convenio colectivo, un nuevo diagrama (reparto de las horas de trabajo), y por comités obreros de seguridad e higiene con poder de paralización de obras, para terminar con las muertes de trabajadores.

Pablo Giachello

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