lunes, 18 de febrero de 2019

Tucumán: por medio del jefe del Ejército, el Gobierno reivindicó el Operativo Independencia



En un acto que se realizó el jueves pasado, se leyó un mensaje del teniente general Claudio Pasqualini, donde pide “honrar el valor” de quienes participaron de lo fue uno de los antecedentes más directos del genocidio.

A tono con el discurso negacionista que encarna una parte importante de la gestión Cambiemos, el jueves pasado tuvo lugar una reivindicación del Operativo Independencia. Ocurrió en la provincia de Tucumán y fue presentado como un “homenaje” a los soldados que perdieron la vida en aquella intervención del Ejército que fue un precedente marcado de la dictadura genocida.
El gobierno actuó por medio del jefe del Ejército, el teniente general Claudio Ernesto Pasqualini. En un mensaje que fue leído durante el acto, el militar pidió “honrar el valor y aliviar el dolor de quienes lo dieron todo por nosotros. Ellos son parte de la verdad de nuestro pasado. La Nación les debe el justo reconocimiento a su sacrificio, y sus familias merecen nuestro respeto y consuelo. Sientan, los que lucharon en aquella jornada, el legítimo orgullo de que vistiendo el uniforme de la Patria lucharon por la libertad y los derechos que hoy gozamos”.
El Operativo Independencia fue la antesala del genocidio. Ocurrido en Tucumán durante el gobierno de Isabel Perón, los hechos ocurridos durante el mismo fueron reconocidos como delitos de lesa humanidad en la megacausa que finalizó en el año 2017. Allí se contabilizan más de 270 víctimas. La mayoría eran trabajadores, estudiantes, militantes políticos y sociales.
El mismo fue autorizado por un decreto firmado el 5 de febrero de 1975 por la entonces presidente Isabel Perón. El Decreto “S” o secreto (261/75) aprobaba el urgente lanzamiento de una operación militar en la zona con el fin de “aniquilar el accionar subversivo”. Para ello el Comando General del Ejército “procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias”. El decreto permaneció oculto y recién lo publicó La Opinión en septiembre de 1983.
En noviembre de 1974 Isabel había declarado el Estado de Sitio para institucionalizar la represión y facilitar el accionar ilegal de la Triple A. Pero el decreto “S” expresó un salto. A partir de ese momento el Ejército controlaría la seguridad interna y comandaría todas las acciones realizadas en Tucumán. Bajo su órbita actuarían la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía Federal y provincial junto a cientos de agentes de inteligencia y culatas del Ministerio de Bienestar Social (léase Triple A) que llegaron para garantizar “tareas civiles”.
El reconocimiento del gobierno del actuar de las fuerzas armadas y sus miembros durante un combate del Operativo Independencia forma parte de la constante campaña para recomponer la confianza en Fuerzas Armadas que, antes y durante la última dictadura militar, realizaron un genocidio contra la clase trabajadora argentina.

la Izquierda Diario

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