El gobierno de Rodríguez Larreta reprime el “feriazo” de los pequeños productores

La Policía de la Ciudad reprimió esta mañana en Plaza de Constitución, con gases lacrimógenos y balas de goma, a pequeños productores nucleados en la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) que intentaban instalar un “feriazo” de protesta con venta de productos.
Los “feriazos” son un símbolo de la crisis: de un lado, productores que tienen enormes dificultades para vender sus mercaderías; del otro, una población a la que el acceso a productos de primera necesidad se le ha hecho prohibitiva como resultado de la inflación, la devaluación y la pérdida del poder adquisitivo del salario.
Ante estas contradicciones, el gobierno porteño responde con la fuerza bruta. En su lucha contra la confiscación de la mercadería, los pequeños productores se defendieron a verdurazo limpio, como han mostrado las imágenes de televisión.
Los pequeños productores agrupados en la UTT reclaman créditos blandos para el acceso a la tierra (la gran mayoría debe alquilar) y denuncian el impacto de los tarifazos.
La represión al “feriazo” se inscribe en una política general de ataque contra la protesta social. Como represalia a la movilización del triunvirato San Cayetano del miércoles pasado, el gobierno multó 95 micros que transportaron manifestantes, valiéndose de una modificación reaccionaria del Código Contravencional. En los días previos, las movilizaciones del Polo Obrero y otras organizaciones piqueteras, por trabajo genuino y apertura de los programas sociales, fueron respondidas con enormes despliegues de las fuerzas represivas. Esas mismas fuerzas crearon un cerco en diciembre para impedir el arribo de columnas de las organizaciones piqueteras a las puertas del Ministerio de Desarrollo Social.
El gobierno responde con la represión al reclamo de pan, vivienda, tierra y trabajo para aplicar el plan del FMI.
Abajo la represión. Por un paro activo de 36 horas y un plan de lucha para quebrar la política de ajuste y de hambre de Macri y los gobernadores. Fuera el FMI. Que la crisis la paguen los capitalistas.

Prensa Obrera