A un día del fallecimiento de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez , Macri y Vidal enviaron mensajes lamentables que aumentan el dolor y la bronca en toda la comunidad educativa.
Las terribles muertes de Sandra y Rubén, producto de la explosión en la escuela Nº 49 de Moreno, hicieron visible dos cosas. Por un lado, las horrorosas condiciones, producto del desfinanciamiento del Estado a la escuela pública, en la que los docentes y el resto de los trabajadores de la educación deben cumplir sus funciones y en la que los chicos, sobre todo aquellos de los sectores más pobres, tienen que intentar estudiar. Pero también hizo visible otra cosa, y es que el cinismo de los máximos responsables del Estado nacional, Mauricio Macri, y del Estado de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, no tiene límites.
En la mañana del pasado viernes -24 hs después de la explosión- mientras los compañeros, familiares, amigos y alumnos de Sandra y Rubén estaban despidiéndose de ellos con un profundo dolor, Mauricio Macri encabezó un acto con Vidal en el que no hizo ninguna mención concreta a los trabajadores fallecidos, pero sí en cambio hizo un despreciable chiste. “Vuelven los prestamos ANSES que han sido una herramienta muy buena para arreglar esa habitación en la que tenemos un problemita, o un escape de gas como le paso a la vecina” dijo Macri mirando de manera cómplice a Vidal, mientras ella se divertía haciéndole monerías a una nena.
Por su parte, Vidal se tomó casi 36 hs para hacer alguna referencia concreta y cuando lo hizo fue también lamentable. “Para todos los bonaerense, y también para mí, estos son días de duelo por el fallecimiento de Sandra y Rubén en la escuela 49 de Moreno. Por respeto al duelo de las familias de las víctimas, y para evitar la utilización política que veo en ciertos sectores sobre esta tragedia, me mantengo en silencio hoy, pero vamos a aclarar como siempre, todo lo que sea necesario”, dijo a gobernadora vía Twitter.
El cinismo tanto de Macri como Vidal, que además son los máximos dirigentes y apuestas presidenciales de Cambiemos, no tiene límites. ¿Será que para evitar "la utilización política" desde la gobernación no se acercó ningún funcionario a la escuela desde el jueves? ¿Será por eso que las vecinas y madres de los chicos que concurren a esa escuela tuvieron que improvisar, en una carpa y con comida donada por la población, un comedor para que los chicos no se queden sin su comida diaria? ¿Será por eso, también, que ella misma se tomó la molestia de mantenerse callada durante unas 36 hs?
Por supuesto que esa no es la razón. La razón es que no tienen argumentos para enfrentar a los miles de trabajadores y familias de la educación pública que saben y señalan al Estado como el responsable del crimen de Sandra y Rubén.
En las puertas del cementerio donde fue enterrado Rubén, compañeras y compañeros de trabajo de esa y otras escuelas del distrito de Moreno expresaban ante las cámaras de televisión que hace años que el estado de las escuelas es de un deterioro creciente.
“Sandra y Rubén somos todos nosotros. Y tenemos que escuchar que el presidente diga que esto pudo haber sido un problemita o un escape de gas de una vecina. ¿Cómo le puede decir esto a la comunidad educativa? ¡No podemos tolerarlo!
“Hace 3 años que reclamamos y nunca obtuvimos respuesta. No vinieron a poner estufas, no teníamos cerraduras. ¿Saben quienes pagaron las cerraduras? Todos los docentes”.
“En nuestra escuela se suspendían las clases porque rebalsaban los pozos. Los $ 9.000 que le salió a la escuela hacer la conexión, los pagó la Cooperadora, con plata de las familias y los docentes. Son cosas básicas. Y estas cosas no se dicen ni se ven”.
“Yo gano $ 22.000 y el mes pasado puse $3.000 de mi sueldo para arreglar cosas de la escuela. Estamos todos tapando agujeros”.
“A los funcionarios y la gobernadora les decimos que no nos van a doblegar. Queremos respuestas y que no se levan las manos porque quedó claro que hay compañeros que pusieron su vida en función de la escuela pública”.
“Me cansé de hacer notas a Sebastián Nasif, el interventor del Consejo de Escolar puesto por la gobernación de Vidal. En mi escuela tengo una matrícula de 534 chicos y las partidas alimentarias que llegaron son insuficientes. Para lo que es la merienda recibimos un cupo solo de 420. Tenemos que salir a pedir donaciones y poner plata de nuestro bolsillo porque todos tienen hambre”.
Las denuncias de las y los docentes son elocuentes. Y se reproducen, de manera casi idéntica, en distintos distritos de la provincia de Buenos Aires y del país que son gobernados por Cambiemos, pero también por otras fuerzas políticas como el peronismo. Ese el caso de la provincia de Chubut, gobernada por el peronista Mariano Arcioni, donde los docentes, y otros trabajadores estatales, protagonizaron una dura y larga lucha por paritarias y en defensa de la educación pública. O el caso de la provincia de Santa Cruz, gobernada por Alicia Kirchner, donde todos los trabajadores estatales, incluidos los docentes viven constantes ajustes.
Seguramente en los próximos días gobernantes y funcionarios, que son los responsables políticos de este crimen social, quieran poner la lupa en la responsabilidad de quienes revisaron las instalaciones de gas en la escuela el día previo. Seguramente algunos medios masivos de comunicación presten su colaboración. Pero por más que quieran no podrán tapar el sol con una mano. El Estado es responsable.
Celeste Vazquez
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