El programa de Larreta: la (contra) revolución educativa

El precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, planteó en una conferencia de prensa su plataforma para educación, a la que le asignó el pomposo atributo de generar una “revolución educativa”. Sin embargo, no es otra cosa que un refrito de medidas reaccionarias. La primera se basa en declarar a la educación como un “servicio esencial”. Esto significa limitar el derecho a huelga mediante la imposición de ´guardias mínimas´. En un viejo proyecto del macrismo, incluso se hablaba de que, ante imprevistos como inclemencias climáticas y problemas de infraestructura, los días se recuperen en las vacaciones de invierno o en diciembre.

 La intención de declarar, por ley o decreto, a la educación como servicio esencial, para limitar la huelga tiene que ver con la necesidad de introducir reformas educativas y laborales. Larreta pretende modificar las condiciones de trabajo de la docencia a nivel nacional. Parte de su proyecto educativo es la implementación de la Jornada Extendida. En CABA, donde su fuerza política gobierna hace 16 años, significó la implementación de contratos basura en el ámbito docente. Quienes dictan los talleres a contraturno, se encuentran por fuera del Estatuto del Docente. Es decir, no cuentan con un convenio colectivo. Otro de sus planteos es la implementación de pasantías laborales en el último año del secundario, que ya encuentra el rechazo del movimiento estudiantil, que se manifestó en las tomas de colegios. 

 El otro punto que destaca Larreta de su programa es desarrollar una "evaluación independiente con incentivos para las escuelas con mejoras de aprendizaje". De este modo, podemos advertir que profundizará las evaluaciones estandarizadas que ya se toman en la CABA y en todo el país, pero introduciendo una diferenciación presupuestaria, dependiendo de los resultados de las mismas. Es decir, que tomará el modelo que viene destruyendo la educación pública en Chile. Cabe recordar que en dicho país las rebeliones y huelgas educativas están a la orden del día contra ese sistema. 

 Al referirse a las reformas educativas, sin dar mayores explicaciones del asunto se refirió a una nueva reforma universitaria. Desde hace décadas el movimiento estudiantil y docente viene rechazando la degradación de las carreras de grado y el negocio de los postgrados arancelados, que sus socios de la UCR conjuntamente con el PJ desarrollan en la UBA. La universidad actualmente se sostiene, con el trabajo gratuito de miles de docentes ad honorem y la demolición del salario. Sobre estos hechos Larreta no ha dicho esta boca es mía.

 Conclusiones 

El intento de anular el derecho a huelga a través de la legislación o por decreto que declare la esencialidad educativa obedece a la preocupación de que se desate un movimiento huelguístico, en un cuadro de ajuste que profundizará un próximo gobierno. En varias provincias se han desarrollado este año paros y huelgas docentes, que se han prolongado en el tiempo a pesar de las direcciones sindicales. Su candidato a vice, el gobernador jujeño Gerardo Morales, enfrenta una huelga general en Jujuy, que es una verdadera pueblada. 

 Juntos por el Cambio sabe que no cuenta con una base social propia en los sindicatos para contener a la docencia. Tampoco en el movimiento estudiantil. Debe recurrir a la esencialidad educativa, para intentar limitar las luchas, en las que cumplen un rol protagónico las autoconvocatorias, como ocurre en el NOA argentino.

 Mientras el costo de vida aumenta mes a mes, los salarios para un cargo de jornada simple se encuentran debajo de la línea de pobreza. Esta situación obliga a los y las docentes a trabajar dos o incluso tres cargos. La canasta familiar ha superado los 350 mil pesos. Por otro lado, la implementación de reformas educativas, del Estatuto del Docente y la precarización laboral con docentes contratados, son moneda corriente. 

 Darío Molinari 

 08/07/2023