sábado, 15 de julio de 2023

El Indec confirma que hay amplio margen para recomponer salarios


En promedio, en apenas ocho jornadas al mes un trabajador produce el equivalente a su salario.

 Los datos oficiales dan cuenta hasta qué punto el grueso de lo producido por los trabajadores durante la jornada laboral es apropiado por los capitalistas. Dicha confiscación se profundiza al compás del deterioro salarial y el crecimiento del trabajo informal. 
 Según el informe del Indec titulado “Cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra”, correspondiente al primer trimestre 2023, existen 16.609.000 puestos de trabajo asalariados y asciende a 25.354.000.000 la cantidad de horas trabajadas al año por quienes ocupan esos puestos. Por otro lado, la remuneración al trabajo asalariado (sueldo y contribuciones patronales) totaliza, en términos anualizados, $47.819.939.000.000 (repartidos entre los millones de puestos laborales mencionados anteriormente). A su vez, el excedente de explotación bruto, es decir, el beneficio que obtienen los empresarios -la minoría social que explota el trabajo asalariado- alcanza los $37.933.578.000.000. 
 Esto quiere decir que en cada hora trabajada se crea valor agregado por $3.982. Por lo tanto, tan solo ocho jornadas de trabajo de ocho horas alcanzan para producir un valor agregado por el equivalente al salario bruto promedio del sector privado registrado en el mes de abril, calculado en $263.481. El valor creado por un trabajador durante el resto de los días laborables del mes es embolsado como ganancia por la patronal. 
 Vale aclarar que esto fue calculado incluyendo los puestos de trabajo informales, donde la remuneración suele ser muy inferior al promedio de los registrados, por lo que la diferencia en realidad tiende a ser mayor. 
 De hecho, el informe citado arroja que en términos interanuales la cantidad de puestos de trabajo asalariados no registrados creció más que los registrados (6,3% y 3,2%, respectivamente). Por esta vía, y por otras como la flexibilización de los convenios colectivos o firmando paritarias por debajo de la inflación, viene creciendo a pasos acelerados la tasa de explotación de los trabajadores por las patronales. 
 Lo anterior confirma la justeza de exigir una recomposición general de los salarios y actualizaciones indexadas a la inflación mensual, porque revela que hay un amplio margen para subir las remuneraciones sin ninguna necesidad de que incidan en los precios, aunque claro que afectando las ganancias capitalistas. 
 Es un planteo que solo defiende el Frente de Izquierda, mientras que las variantes políticas del régimen (encarnadas en la candidatura de Massa, Larreta, Bullrich y Milei) están empeñadas en que los trabajadores sigamos doblando el lomo para continuar enriqueciendo a los que viven del trabajo ajeno. 

 Sofía Hart

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